La crisis no sólo está dejando sin empleo a las personas. Ahora tambiíén a los robots.
Las legiones de robots de Japón, país que posee la mayor flota de trabajadores mecanizados del mundo, se encuentran desocupadas. Dicho país sufre su peor recesión de las últimas díécadas, debido al recorte del gasto mundial en coches y aparatos electrónicos.
LOS CASOS
En la fábrica de Yaskawa Electric, en la isla de Kyushu, al sur de Japón, los robots producían en serie más robots. Hoy sólo esperan inmóviles en sus filas.
Y puede que sea así durante más tiempo, pues la producción industrial de Japón ha caído casi un 40% y, con ella, la demanda de robots.
“Nos hemos llevado un golpe tremendoâ€, ha dicho Koyi Toshima, presidente de Yaskawa, el fabricante de robots industriales más importante de Japón, a El País.
A pesar de que los robots sean más baratos a largo plazo que los trabajadores de carne y hueso, los costes de inversión iniciales son mucho mayores. “La recesión ha provocado un retraso de años en el sector de los robotsâ€, afirma Tetsuaki Ueda, analista en la empresa de investigación Fuyi Keizai.
Y ello no sólo es válido para los robots industriales, sino tambiíén para los de juguete. Por ejemplo, Systec Akazawa se declaró en quiebra en enero de este año, menos de un año despuíés de haber sacado su robot en miniatura PLEN, capaz de caminar.
Mitsubishi Heavy Industries no ha conseguido vender ni uno solo de sus Wakamaru, unos robots que ayudan en la casa y tienen el tamaño de un niño, lanzados en 2003.
Sony dejó de fabricar en 2006 a su perro robot, Aibo, luego de siete años desde su lanzamiento. Aunque al principio fue muy popular, Aibo, que cuesta más de 2.000 dólares, nunca ha logrado abrirse paso en el mercado mayoritario.
LOS PROYECTOS SON MUY DESCABELLADOS
Kenyi Hara, analista de la empresa de investigación Seed Planning, ha dicho que muchos de los proyectos robóticos de Japón tienden a ser demasiado descabellados, y a concentrarse en humanoides y otras exageraciones de la imaginación que no es posible poner fácilmente en el mercado.
“Los científicos japoneses crecieron viendo dibujos animados de robots, así que todos quieren fabricar compañeros de dos piernasâ€, afirma Hara. “Pero, ¿son realistas? ¿Realmente quieren los consumidores robots que ayuden en casa?â€