La Reserva Federal propuso hoy reformar las normas para los príéstamos hipotecarios con el fin de acelerar esas operaciones y aumentar las medidas de protección al consumidor.
El objetivo es reestructurar el momento y el contenido de la información financiera que debe entregar el cliente para evitar cobros secundarios de los agentes inmobiliarios, que aumentan el costo del críédito.
La reforma se dio a conocer en momentos en que Estados Unidos todavía sufre los embates de una recesión que comenzó hace más de un año precisamente con el derrumbe del mercado hipotecario.
Ese colapso, el mayor de los últimos 70 años, se debió a que en la mayoría de los casos los compradores de vivienda aceptaron príéstamos que no podían pagar para viviendas sobrevaloradas.
"Los consumidores requieren los instrumentos adecuados para determinar si un príéstamo hipotecario se adecúa a lo que ellos necesitan", señaló en una declaración Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal.
"La vivienda es el activo más importante de una familia y es responsabilidad de la Reserva Federal ver que quienes piden un príéstamo reciben la información que necesitan para proteger ese activo", agregó.
En virtud de las nuevas propuestas, los consumidores recibirán información más clara sobre costos cuando soliciten un críédito.
Tambiíén recibirán una especie de cuestionario en el que se les informará sobre críéditos de alto riesgo, como los que contienen amortización negativa y los vinculados a hipotecas de interíés reajustable.
Por otra parte, las instituciones de príéstamo deberán explicar claramente toda la información financiera de los príéstamos por lo menos tres días antes del cierre de la operación.
"El objetivo general es que los compradores tomen mejores decisiones" cuando se trata de firmar un príéstamo inmobiliario, señaló Donald Kohn, vicepresidente de la Reserva Federal.
Las propuestas serán sometidas a comentarios públicos durante 120 días antes de que comiencen a aplicarse.
Para Elizabeth Duke, gobernadora de la Reserva, la reforma a la información financiera exigida a clientes inmobiliarios y a las instituciones de príéstamo constituye "un enorme avance".
"La idea es que los consumidores reciban la información que necesitan, se trate de un príéstamo a tasa fija de interíés y a 30 años o uno de tasa ajustable con pagos iniciales bajos que aumentan con el tiempo", añadió.
Michael Calhoun, presidente del grupo "Centro para el Críédito Responsable", manifestó que las nuevas normas propuestas prometen eliminar "los abusos y prácticas injustas que se han hecho comunes en la industria inmobiliaria".
Calhoun pronosticó que, si llegan a aplicarse estas normas, eliminarán "los incentivos perversos que alientan a los agentes inmobiliarios y a las instituciones de críédito a imponer cargos excesivos, especialmente en las hipotecas de mayor costo".
La industria financiera señaló que aplaude las propuestas, pero advirtió que no existe ninguna seguridad de que servirán para educar a los clientes de príéstamos hipotecarios.
"Las voluminosas propuestas tal vez no cumplan el objetivo de ayudar a los consumidores a comprender de manera más fácil e integral los costos del críédito", indicó Robert Davis, vicepresidente de mercados hipotecarios de la Asociación Bancaria de EEUU.