El índice CRB alcanza máximos históricos y deja a Bernanke en una posición muy complicada
Ainhoa Gimíénez, Bolságora | 7:00 - 11/02/2008
Este fin de semana la Reserva Federal seguía acaparando las portadas de los principales medios financieros online en EEUU. Mucha gente plantea abiertamente si el presidente de la Fed de Filadelfia tenía razón en sus declaraciones de la semana pasada y las bajadas de tipos no sirven de nada contra la recesión cuando el problema real es la incapacidad o falta de voluntad de los bancos para prestar dinero.
Por si esto fuera poco, los problemas de Bernanke, que el próximo jueves protagonizará una esperadísima comparecencia en el Senado, no acaban ahí. El viernes se puso de manifiesto que el riesgo inflacionista está muy lejos de estar bajo el control necesario para bajar los tipos como lo ha hecho la Fed en enero (1,25 puntos entre la bajada extraordinaria y la reunión oficial).
Lo que ha encendido de nuevo las alertas es el subidón de las materias primas del viernes, cuando el índice de commodities más seguido del mundo, el CRB, marcó máximo histórico. El petróleo logró su mayor subida diaria en casi cuatro meses, los futuros sobre el trigo tambiíén marcaron ríécord y los del azúcar se dispararon más del 6%.
El petróleo
En el caso del petróleo, despuíés de cotizar por debajo de 90 dólares durante tres días, el viernes subió el 4% hasta 92. Y el oro, el metal recuperó más de 10 dólares hasta 922,30. Detrás de estas alzas hay factores principalmente de oferta. En el caso del petróleo, se encuentran los rumores de un recorte de producción por parte de la OPEP y algunas interrupciones del suministro desde el Mar del Norte y ífrica.
Lo de la OPEP es lo más llamativo de esta historia. La lógica es que, en un escenario de desaceleración económica global, los países productores no quieren renunciar al nivel de vida y al poder económico global que les otorga el precio del crudo. En consecuencia, para responder a la menor demanda, reducen la oferta. Además, hay que contar con un dólar que sigue cerca de 1,50 por euro pese a su reciente rebote, y que reduce los ingresos de los países exportadores.
Por tanto, se trata de un movimiento absolutamente lógico y hasta esperable a la vista de quiíén domina la OPEP (Venezuela e Irán), pero con el que aparentemente no contaba nadie, a la vista de las previsiones generalizadas de una caída del pecio del crudo como reacción a la crisis económica.
La Fed se queda sin colchón
Si elevamos el tiro, estas previsiones mayoritarias anunciaban una normalización de la inflación como consecuencia de la recesión en EEUU, y eso es lo que permitiría a la Fed bajar los tipos como lo ha hecho y seguir haciíéndolo en los próximos meses. Los futuros descuentan un 100% de probabilidades de una nueva bajada de medio punto en la reunión del 18 de marzo, y un 32% de que este recorte sea de nuevo de 0,75.
Sin embargo, ahora este escenario se tambalea y amenaza con venirse abajo. No hay que olvidar que el IPC norteamericano subió el 5,6% en los tres últimos meses de 2007, con los precios de la energía disparados un 37%. Incluso la tasa subyacente (sin energía ni alimentos frescos) terminó diciembre en el 2,7%. El presidente de la Fed de Filadelfia tambiíén dijo que un banco central no puede ignorar el peligro inflacionista, porque íéste se hará realidad. Y es lo que parece que va a ocurrir. Así que esas agresivas bajadas de tipos que espera el mercado pueden ser bastante menores.
Por último, el movimiento de las materias primas vuelve a colocar este activo como el más rentable de lo que llevamos de 2008, ante el desastre de la bolsa, el derrumbe inmobiliario y unos bonos que, por mucho que suban, no dejan de ser bonos. Curiosamente, el grueso de los bancos de inversión daba por finalizado el 'rally' de las materias primas y recomendaba salirse de este mercado. Pero ya se sabe el resultado que suele dar hacer caso al consenso de analistas.