Por... Ernesto Sarabia
De enero a julio de 2009, los ingresos de las entidades federativas por participaciones asociadas a la Recaudación Federal Participable (RFP) resultaron 43 mil 948 millones de pesos por debajo de lo que había estimado la Secretaría de Hacienda, lo que equivale a una caída de 20 por ciento respecto al calendario de pagos.
Datos de la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales muestran que las participaciones en los primeros siete meses fueron de 178 mil 905 millones de pesos.
La crisis generó una baja en la RFP, la cual sirve de base para el cálculo de las participaciones en ingresos federales, como resultado del descalabro en los ingresos petroleros y no petroleros. Las entidades más afectadas por la reducción de las participaciones, en tíérminos absolutos fueron: el Estado de Míéxico, con 6 mil 224 millones de pesos menos; el Distrito Federal, con 4 mil 781 millones; y Jalisco, con 2 mil 899 millones.
Otros gobierno locales que destacaron por menores ingresos son Puebla, con 2 mil 94 millones; y Nuevo León, con mil 725 millones.
Si bien todas las entidades han padecido de menores ingresos por transferencias de recursos vía participaciones, Baja California Sur, Colima y Campeche han sido las menos “dañadasâ€, con bajas en sus ingresos de 238, 267 y 323 millones de pesos respecto a lo proyectado para el lapso de referencia.
Para Luis Manuel Martínez, director de Finanzas Públicas de Standard & Poor’s, la contracción de las transferencias de recursos federales vía participaciones provoca presiones en las finanzas estatales y municipales, con lo que se genera “ruido†en las calificaciones de deuda locales.