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LA RENTABILIDAD REAL DE LOS ACTIVOS SIN RIESGO ALCANZA MíXIMOS DE ONCE Aí‘OS
Publicado el 07-08-2009 por Daniel Badía
Las rebajas de tipos han arrastrado al euribor y, por ende, al interíés de los productos de ahorro. Pero la deflación actual sitúa su rentabilidad real en máximos desde 1998.
El eterno enemigo de los ahorradores, el coste de la vida, se ha convertido en un amigo predilecto en menos de un año. La rentabilidad real de las letras, la que resulta al descontar el coste de la vida al interíés que ofrecen, se encuentra en máximos desde 1998, es decir, desde antes de la entrada del euro. Y la de los depósitos, en su mayor cota desde, al menos, 2003, cuando el Banco de España inició la serie histórica sobre el rendimiento medio de los productos a plazo.
El viraje en la política de tipos de interíés aplicada por los bancos centrales desde octubre de 2008 ha arrastrado al euribor y, como consecuencia, se ha llevado por delante el interíés de los activos sin riesgo, en un momento en el que las incertidumbres macroeconómicas y de la crisis financiera provocan que las carteras busquen protección.
El precio del dinero ha pasado del 4,25% al 1% actual desde julio del año pasado y el euribor, desde el máximo que alcanzó en octubre, en el 5,526%, al 1,348% que marcó ayer. Como consecuencia, la rentabilidad de las letras del Tesoro a doce meses, que se mueve en función de las previsiones sobre tipos de interíés, ha caído desde el 4,298% al 0,825% durante este periodo. Por otro lado, la rentabilidad media de los depósitos hasta dos años, según datos del Banco de España, ha pasado del 4,68% que marcaba en octubre del año pasado, hasta el 3,46%.
Pero si se tiene en cuenta los niveles actuales de deflación en España –caída de precios de forma generalizada– del 1,4% en julio (dato provisional del INE), la rentabilidad real de las letras se situaría en el 2,225% (ver gráfico), mientras que la de los depósitos alcanzaría el 4,86%. Lo mismo ocurre con la deuda pública en los plazos más cortos, que tambiíén es accesible para el pequeño ahorrador. En estos momentos, el bono español a dos años da un 3,88%, pero si se descuenta la inflación, rinde un 5,28%.
Cuando la rentabilidad de las letras alcanzó máximos en junio, en el 4,637%, la inflación se situaba en el 5,1% (rentabilidad real negativa). Lo mismo ocurría con los mejores depósitos, que ofrecían más de un 5% TAE (Tasa Anual Equivalente) a un plazo de un año. En estos momentos, destacan los productos a plazo fijo que ofrecen Bancaja, Activobank (la banca online de Banco Sabadell) y CCM, que otorgan un 3% TAE a un año, respectivamente.
El diferencial con respecto a la inflación explicaría la fuerte demanda que está recibiendo el Tesoro Público en sus subastas de letras y de bonos, lo que, sin duda, le está viniendo muy bien debido a la difícil tarea a la que se enfrenta el Gobierno para financiar un díéficit público desbocado.
El pasado 14 de julio, por ejemplo, el Tesoro adjudicó 4.769 millones en letras, pero la demanda de los inversores alcanzó los 9.231 millones, una cifra inusual. En la subasta de bonos a 3 años y 5 años del pasado jueves, en pleno periodo estival, el Tesoro adjudicó 3.395,64 millones, pero recibió solicitudes de compra por 6.356,64 millones.
En el caso de los depósitos a plazo captados por la banca española, el saldo vivo rompió su racha ascendente en diciembre del año pasado, cuando alcanzó un pico en 409.418 millones, según datos del Banco de España. Desde entonces, ha caído 10.744 millones de euros, hasta los 398.674 millones de junio.
Perspectivas
Este escenario de deflación que, no obstante, tiene efectos nocivos sobre la economía, se mantendrá, según Funcas, durante este año, puesto que prevíén un crecimiento negativo del 0,1% para diciembre. Por lo tanto, el ahorrador podrá seguir aprovechándose de ese diferencial. Sin embargo, las perspectivas de la Fundación de Cajas de Ahorros apuntan a un crecimiento del 1,9% para el año que viene.
En lo que respecta a los tipos de interíés, no se prevíé cambios en el medio plazo. Pese a que algunos economistas, como los de la firma británica Barclays Capital, estiman que el PIB vuelva a terreno positivo en el tercer trimestre, la recuperación será lenta. En cuanto a la inflación de la eurozona, el pilar a partir del cual el BCE podría modificar su política monetaria actual, Eurostat prevíé que se situíé en el 0,4% en diciembre, todavía por debajo del objetivo de la institución monetaria de mantenerla por debajo pero cerca del 2%.