"El espárrago peruano ha quitado la hegemonía al navarro"
Carlos Otiniano en Cinco Días
El director general de Camposol, Juan Josíé Gal'Lino, manifiesta su preocupación por el aumento del paro en España, su mercado más importante, y explica por quíé hace ya varios años que Navarra perdió la supremacía en exportaciones de espárrago blanco.
¿Quíé representa España para ustedes?
Es nuestro principal mercado. El año pasado exportamos un total de 141 millones de dólares (99,6 millones de euros), de los cuales unos 45 millones de dólares fueron a España. Este año esperamos poder repetir esas cifras, aunque no va a ser fácil. Hoy la Unión Europea significa el 70% de nuestras ventas; Estados Unidos, el 30% y otras regiones, el 2%. Dentro de la UE, España supone el 45%; Francia, el 15% y, Alemania, el 10%.
¿Por quíé España, que produce espárrago en Navarra y La Rioja, importa de Perú y China?
Navarra fue tradicionalmente un gran productor de espárrago blanco, pero desde hace 15 años el espárrago peruano es mucho más competitivo por temas muy puntuales. Primero el climatológico. Navarra y La Rioja están en una zona de temperaturas muy extremas, con 40 grados en verano y heladas en invierno. Entonces, tienen una sola campaña al año, entre mayo y junio. Perú hace espárrago los 12 meses. Aquí en Trujillo hacemos espárrago todos los días y una plantación rinde tres o cuatro veces lo que rinde en España. Por otra parte, el espárrago requiere mucha mano de obra y en tíérminos relativos, la peruana es mucho más barata que la española. Y Perú ha desarrollado tecnología tan buena o mejor que la española. Navarra perdió su hegemonía hace muchos años porque no ha podido competir con los costes peruanos. Y con la calidad tampoco, porque la calidad del espárrago peruano es tan buena como la del navarro.
¿Quíé efectos ha tenido la crisis internacional en la agroindustria peruana?
La falta de financiación ha obligado a nuestros clientes de EE UU y Europa a bajar su ritmo de compras. En el último trimestre de 2008 las ventas del sector cayeron un poco más del 30% sobre los niveles esperados. La crisis continuó con la necesidad de muchas empresas de hacer caja. Y la liquidación precipitada de stocks ha generado caídas en el precio de los vegetales de entre el 25% y el 30%. La bajada es rápida, pero la recuperación, lenta. Si bien durante la primera mitad de 2009 los volúmenes de venta se han recuperado, ha sido con precios mucho más bajos de lo esperado.
¿De quíé manera ha afectado esta coyuntura a la empresa?
A pesar de la caída de precios, hemos cumplido la meta de ventas para el primer semestre del año, lo que ha implicado que tengamos una venta en volumen mucho mayor que la del año pasado. El esfuerzo económico ha sido grande porque ha significado vender a precios muy por debajo de nuestras expectativas. Lo peor de todo es que 2008 fue un año de costes muy altos. Ese ajuste ha tenido en nosotros un impacto fuerte, pero creemos que la crisis es una oportunidad. En enero de 2009 inició sus operaciones Camposol Europa, una distribuidora que abrimos en La Rioja para estar más cerca de nuestros clientes.
¿Quíé otras medidas han tomado para enfrentar esta situación?
Lo primero que hicimos fue priorizar la liquidez por medio de la reducción de stocks, no sólo de producto terminado, sino tambiíén de materias primas, suministros, envases y cajas. Estamos trabajando mucho con las cuentas por cobrar y con las cuentas por pagar, y hemos puesto a la venta activos improductivos: algunos terrenos, un negocio de embarcaciones pesqueras, un edificio de oficinas. Hemos renegociado fletes marítimos y los suministros porque igual que subieron con el alza del petróleo, ahora han bajado.
¿Y cuándo prevíé que se recuperarán las ventas?
Yo espero que la situación empiece a mejorar a finales de 2009, pero de manera sostenida a partir del segundo semestre de 2010. En el caso de España me preocupa mucho el desempleo. Hay cuatro millones que están cobrando el paro. Están sin trabajo, pero siguen consumiendo. ¿Pero quíé va a pasar si España como economía no es capaz de generar los puestos que se han perdido en las diferentes industrias? Cuando se acabe el subsidio esa gente va a dejar de consumir. A final de año habrá gente a la que se le agote el paro. Si en los próximos cinco o seis meses la economía española no reabsorbe a esa masa trabajadora, ¿quiíén se va a comer los espárragos? Para mí, esa es la principal preocupación.