Warren Buffett ríe el último
Publicado en expansión por A. Redondo
Las sólidas cuentas de su grupo han demostrado que sus arriesgadas apuestas desde el inicio de la crisis están dando buenos frutos. Buffett acalla así las fuertes críticas recibidas en los últimos meses.
Warren Buffett ha vuelto a sacarse un as de la manga. El afamado gurú financiero sorprendió a los mercados la semana pasada con la presentación de las cuentas de su grupo, Berkshire Hathaway. Logró un beneficio de 3.600 millones de dólares, un 14% más que en el mismo periodo del año anterior. Se trata del mejor resultado en dos años y el primero positivo tras seis trimestres consecutivos de píérdidas.
Los contratos de derivados (activos que Buffett calificó como "armas de destrucción masiva" el año pasado) a largo plazo sobre cuatro índices internacionales fueron los principales artífices de los beneficios.
Berkshire Hathaway se comprometió a travíés de estos contratos a pagar una cantidad preestablecida a los inversores si, llegada la fecha de su vencimiento, estos indicadores cierran por debajo de un determinado nivel. Sin embargo, la fuerte subida de las bolsas desde marzo ha reducido este riesgo y ha revalorizado los contratos.
Estas noticias han propiciado que el mercado haya levantado el castigo que mantenía desde hace 8 meses sobre las acciones de Berkshire, que en este periodo habían caído un 27%. Los títulos se colocaron por encima de los 100.000 dólares tras el anuncio de resultados, un nivel que no alcanzaban desde enero.
Pero los derivados no han sido la única fuente de alegría para el Oráculo de Omaha, como es conocido Buffett. Sus arriesgadas apuestas desde el estallido de la crisis parecen haber sido acertadas, al menos hasta la fecha.
La más controvertida de ellas es el banco Goldman Sachs. Buffett inyectó 5.000 millones de dólares en la entidad en septiembre del año pasado a travíés de acciones preferentes por las que percibirá un dividendo anual del 10 por ciento. Además, tiene warrants (productos derivados que dan opción a comprar o vender activos a un precio establecido), que le dan la posibilidad de adquirir acciones del banco a 115 dólares. Goldman Sachs cerró el jueves a 163 dólares. Desde la entrada del Oráculo de Omaha en su capital sube un 51%.
Goldman, sin embargo, no es la única entidad financiera en la que se ha atrevido a invertir. En febrero aumentó su participación en la reaseguradora Swiss Re, hasta el 3,10% desde el 3% anterior. Desde entonces, los títulos de la entidad suben más de un 40%.
Críticas acalladas
Otra de las apuestas de Buffett que más críticas le han valido en los últimos meses ha sido su apoyo a la renta variable estadounidense. A mediados de octubre publicó un artículo de opinión en The New York Times en el que, bajo el titular de Compra Amíérica, yo lo hago, recomendaba adquirir acciones de empresas norteamericanas.
El artículo en cuestión levantó ampollas en un momento de suma incertidumbre tras la quiebra de Lehman Brothers y la intervención de AIG. Muchas voces acusaron a Buffett de hacer un favor al Gobierno estadounidense intentando elevar el ánimo de los mercados.
Otros, más atrevidos, aseguraron que el gurú había perdido "su toque". En el artículo, Buffett justificó su apuesta: "en el corto plazo, las malas noticias son las mejores amigas de los inversores", pues permiten comprar muy barato.
Y, hasta la fecha, parece que ha tenido razón. Desde octubre, el S&P500 sube un 11% y el Dow Jones, un 9,5%.
Pero, junto con estas alegrías, Buffett tambiíén ha tenido disgustos. El más significativo ha sido General Electric. Berkshire Hathaway invirtió 3.000 millones de dólares en la compañía a principios de octubre. Desde entonces, sus títulos caen un 39%. Tampoco sus apuestas en empresas de consumo han tenido fortuna hasta la fecha. De hecho, los ingresos de Berkshire vinculados a empresas de consumo cayeron entre abril y junio un 47%.
La sucesión del gurú, en el punto de mira
La jubilación de Warren Buffett es un tema recurrente en el mercado. A nadie se le escapa que, a sus 79 años, el gurú se ha ganado un merecido descanso. Por ello, hace años que se suceden las quinielas sobre su posible heredero al frente de Berkshire Hathaway, sin que ningún nombre hubiera sonado más fuerte que otro. Hasta ahora.
Hace unas semanas, Buffett realizó un movimiento que muchos han intepretado como premonitorio. Designó a David Sokol consejero delegado de NetJets, la empresa de aviones del grupo. Sokol compagina su nuevo cargo con la presidencia de otra de las empresas de Berkshire: la energíética MidAmerican Energy.
La prensa estadounidense da casi por confirmado que Sokol será el nuevo hombre fuerte tras la retirada de Buffett. Sin embagro, la biógrafa del gurú, Alice Schroeder, no lo tiene tan claro. Schroeder recuerda que, si por algo se caracteriza Warren Buffett es por mantener siempre abiertas sus opciones hasta el último momento, y nada hace pensar que su jubilación sea inminente.
