Los grandes herederos llaman a la puerta
Publicado en Expansión por I. Elizalde, P. Riaño, E. Calatrava, M. í. Patiño, C. Morán y Y. Blanco.
Los imperios empresariales españoles, como Inditex, El Corte Inglíés o Mercadona se enfrentan al relevo generacional. Cada uno aborda la continuidad con una fórmula, pero prima la profesionalización en general.
“Me jubilaríé el día que me mueraâ€. Es lo que comenta Juan Roig, presidente de Mercadona, la mayor cadena de supermercados de España con una facturación superior a los 15.379 millones de euros, cuando se le pregunta por su salida de la primera línea ejecutiva.
Se desconoce cómo y cuándo se abordará en Mercadona el relevo generacional, pero el punto de partida sí está claro: “Cualquier empleado de Mercadona puede ser el próximo presidente de la empresa. El patrimonio se hereda, pero el puesto de trabajo noâ€. Por ahora, las cuatro hijas de Juan Roig –Hortensia, Amparo, Juana Clara y Carolina– forman parte del consejo de administración, pero no ejercen ninguna función ejecutiva en la empresa.
La incógnita de Mercadona no es la única. Guardado bajo llave está el nombre del sucesor de Juan Abelló, padre de cuatro hijos y cabeza de uno de los mayores grupos inversores en España. A travíés de Torreal, participa, entre otras compañías, en Sacyr (10%); CVNE (16%); Imagina, principal accionista de La Sexta (20%) o Pepe Jeans (42%).
Husa Hoteles es uno de los pocos casos, apenas un 1%, que ha alcanzado la cuarta generación
La realidad es que una buena parte del tejido empresarial español, se enfrenta a un relevo generacional, en otros el cambio de papeles de padres a hijos ya ha culminado con íéxito, pero como se suele decir, cada caso es un mundo.
Un 85% de las empresas españolas, aproximadamente tres millones, son familiares. De ellas, un 65% se encuentra en la primera generación, un 25% en la segunda, pero sólo un 9% ha llegado a la tercera, según los datos del Instituto de la Empresa Familiar (IEF). Husa Hoteles, la firma de la familia Gaspart, es uno de esos bichos raros, apenas un 1%, que ha llegado a la cuarta generación.
Supervivencia
La sucesión sigue siendo la gran asignatura pendiente de este tipo de empresas. A pesar de que en los últimos años parecen haberse concienciado de la importancia de planificar, con la suficiente antelación, la llegada de la nueva generación, muchas firmas siguen sin darse cuenta de que, en muchos casos, la supervivencia está estrechamente ligada a la sucesión. Y, lo que es peor, la crisis económica amenaza con borrar ese avance, puesto que, en muchas compañías, se ha impuesto una visión cortoplacista del negocio, basada en el beneficio, que relega a un segundo plano el problema de la sucesión.
No existe una fórmula mágica aplicable a todas las empresas. Para encontrar la clave del íéxito, es necesario distinguir el tipo de compañía. En el caso de las empresas familiares que han dado el salto al parquíé, por ejemplo, la sucesión suele estar mucho más profesionalizada.
La perspectiva varía cuando es un grupo familiar el que controla la compañía, pero íésta no cotiza. El mayor peligro llega cuando las riendas, controladas por varios hermanos, pasan a sus hijos. La familia Fluxá, propietaria de Camper, Lotusse y Grupo Iberostar, afrontó este cambio otorgando una empresa a cada uno de los tres hermanos: Lorenzo, Antonio y Miguel. No obstante, todos participan en las tres empresas en mayor o menor proporción.
Fundaciones
El fundador de El Corte Inglíés, Ramón Areces, que no tuvo descendencia, resolvió el problema a travíés de una fundación, a la que pasó su patrimonio en el grupo de grandes almacenes. Sin embargo, años antes ya había encontrado su sucesor, Isidoro ílvarez, el hijo de un primo segundo al que dio una oportunidad de empleo y que llegó a consejero del grupo con 24 años. La sucesión de Isidoro ílvarez, actual presidente ejecutivo de El Corte Inglíés y a su vez presidente de la Fundación Ramón Areces, está por escribir. En la actualidad, más del 50% del capital está en manos de la Fundación Ramón Areces y de Isidoro ílvarez.
Emilio Botín tambiíén recurrió a esta fórmula en 2006 cuando, junto a sus tres hijos, firmó un pacto para unificar sus derechos de voto, que sindicaba sus acciones durante 50 años. Esta medida asegura una presencia unitaria en los órganos sociales de Banco Santander e impone una fuertes restricciones a la venta de acciones. El presidente del sindicato de accionistas será siempre el que, a la vez, sea presidente de la Fundación Marcelino Botín.
Arturo Fernández, presidente del grupo Arturo Cantoblanco, tambiíén ha optado por una fundación para asegurar la continuidad de la empresa. No tiene descendencia.
¿Y cuando se trata de una sociedad de inversión controlada por un grupo familiar que, a su vez, participa en el capital de diversas compañías? Es el caso de Omega Capital, la sociedad creada por Alicia Koplowitz, despuíés de vender su 28% en FCC y otorgar las riendas de la empresa familiar a su hermana. Omega Capital, el family office de Alicia Koplowitz, tambiíén opera en bolsa, donde invierte a travíés de su sicav Morinvest, en la que figura como consejero su hijo, Alberto Cortina Koplowitz, desde 2003, según la CNMV. Su hermano Pedro se encarga da los negocios inmobiliarios y hoteleros.
Armas de mujer en FCC
Todo el mundo en FCC sabe que el destino de Esther Alcocer Koplowitz, la hija mayor de Esther Koplowitz, accionista de control del grupo constructor, y del financiero Alberto Alcocer, es acabar en lo más alto de la compañía, tomando, poco a poco las riendas que su madre cede de una manera ordenada y metódica. El camino recorrido hasta ahora así lo indica.
La primogíénita, junto a sus hermanas, Alicia y Carmen, que tambiíén están presentes en el consejo, ha asumido la responsabilidad de gestionar la herencia empresarial de una de las mujeres más ricas de Europa. La hija mayor asumió el año pasado, junto a su madre, una de las dos vicepresidencias de la compañía. Consejera de FCC desde hace años, ocupa puestos clave en los órganos de dirección. Es parte del reducido grupo de responsables que componen la comisión ejecutiva. Además, participa en los comitíés de dirección y de estrategia y preside la comisión de nombramientos.
Esther Alcocer, licenciada en Derecho, conoce a la perfección los distintos departamentos que componen la empresa, con una especial dedicación a la dirección financiera. Fuentes cercanas a FCC indican que su presencia es más evidente desde que su madre tomó la decisión de fichar en 2007 a Baldomero Falcones como primer ejecutivo.
Arranque a pie de tienda
Marta Ortega Píérez, de 26 años, está llamada a jugar un papel relevante en Inditex. Como heredera de Amancio Ortega, primer accionista del gigante textil con una participación del 59,294% del dueño de Zara, su hija tendrá un puesto asegurado en el consejo de administración. Marta Ortega ya figura como vicepresidenta en las sociedades patrimoniales –Partler y Gartler– a travíés de la cuales Amancio Ortega está presente en Inditex. La parte de la historia que está por escribir es si, al igual que su padre, fundador y presidente ejecutivo, ella se volcará en la gestión de la compañía.
De momento, Marta Ortega, con una educación privilegiada en Suiza y Londres (ciudad donde estudió la carrera de Empresariales), ya ha demostrado su interíés por una compañía que cuenta con más de 4.400 tiendas en el mundo. Desde hace casi dos años, la hija menor de Amancio Ortega (que tiene otros dos hijos de su primer matrimonio) ha emprendido un amplio ‘training’ para conocer todos los entresijos de la firma.
Empezó a pie de tienda en Londres, ha trabajado en las oficinas del grupo en París y en Asia, donde la firma cuenta con sede en Tokio, Shangai y en Hong Kong; así como en diferentes departamentos en las oficinas centrales en Arteixo (La Coruña). El camino hacia la sucesión ha empezado, aunque Amancio Ortega ya aseguró hace años con la salida a bolsa y la profesionalización de la gestión el futuro de Inditex.
El relevo de los March, más cerca
El nombramiento a finales de este julio de Juan March de la Lastra, miembro de la cuarta generación familiar, como nuevo consejero de Indra en representación de Corporación Financiera Alba, es todo un signo de que la familia prepara el relevo generacional. March de la Lastra, nacido en 1973 y licenciado en Ciencias Empresariales, se incorporará tambiíén a la comisión delegada de la compañía tecnológica, de la que Alba adquirió un 10% hace unas semanas.
Con experiencia en banca de inversión, tras su paso por JPMorgan en Madrid, Londres y Nueva York, March de La Lastra lleva varios años involucrado en la dirección del grupo, y era ya consejero y miembro de la Comisión Ejecutiva y del Comitíé de Negocio de Banca March.
Además de director adjunto a la presidencia de Corporación Financiera Alba, y consejero de ACS y Acerinox –ambas empresas participadas por el hólding de inversión–, así como de Artá Capital, la sociedad de capital riesgo del grupo copresidido por Juan y Carlos March. Alba obtuvo en el primer semestre de 2009 un beneficio neto de 329,9 millones de euros, un 31,0% superior al del mismo periodo del ejercicio anterior.
El coliderazgo de la familia Escarrer
El coliderazgo de Gabriel y Sebastián Escarrer al frente la cadena hotelera mallorquina Sol Meliá, establecido hace dos años cuando su padre y presidente, Gabriel Escarrer Juliá, anunció el proceso de relevo generacional en la firma, entró en una nueva fase el pasado 31 de marzo. En esa fecha, el consejo de administración de la cadena aprobó nombrar a Gabriel vicepresidente y consejero delegado y, a Sebastián, vicepresidente hasta que su padre se retire. Entonces, pasará a convertirse en presidente no ejecutivo. Así, Sebastián se encargará de velar por la supervisión y dirección del consejo, mientras que el cometido de Gabriel será gestionar y dirigir la cadena hotelera.
Cuatro hijas para cuidar al oso de Tous
Alba, Rosa, Laura y Marta. í‰stas son las cuatro hijas del matrimonio Tous, fundador de la cadena de joyerías del mismo nombre que ha revolucionado el sector con sus precios asequibles y su rápida expansión. Salvador Tous y Rosa Oriol iniciaron el relevo generacional en la díécada de los noventa con la incorporación de sus hijas a la empresa.
Este proceso no se completó hasta 2008, cuando Alba (segunda de las hijas del matrimonio) relevó a su padre al frente de la compañía. Licenciada en Gestión de joyería en Lausanne (Suiza), cursó un programa de desarrollo directivo en el IESE y ocupó la dirección general de la empresa durante seis años. Sus hermanas continúan en la empresa familiar (profesionalizada en 2005 con el fichaje de Josíé Luis Manglano, procedente de Applus+), aunque sus padres supervisan de cerca su labor.
Es frecuente ver al matrimonio Tous en la planta del grupo, en Manresa (Barcelona). A las hermanas Tous les tocará lidiar con la crisis del consumo, que ha hecho posponer el plan estratíégico del grupo. Tous quiere cerrar 2009 con una facturación de 400 millones. La compañía cuenta con una red de 300 establecimientos en 34 países.
El reparto de los primos Barceló
La tercera generación de accionistas de la familia Barceló, compuesta por 11 personas, controla todo el capital de la matriz del grupo turístico, Barceló Corporación Empresarial. Cuatro miembros de la familia están presentes en el consejo de administración, entre ellos los dos primos que comparten la presidencia de la compañía: Simón Barceló y Simón Pedro Barceló, que comparten el nombre de su abuelo paterno.
En 2000, sus padres, Gabriel y Sebastián Barceló, hijos del fundador de la saga empresarial, repartieron la empresa entre las dos familias y posibilitaron el acceso de la tercera generación. Tambiíén forman un tándem Carmen y Luis Riu, ambos consejeros delegados del grupo hotelero que lleva su apellido, desde la muerte, en 1998, de su padre, Luis Riu, que fundó la compañía junto a su abuelo Joan en 1953.
No son los únicos ejemplos de sucesión familiar en el sector turístico, profílico en este tipo de empresas. En el caso de Grupo Iberostar, las hijas de Miguel Fluxá, Sabina y Gloria, son vicepresidentas de la cadena hotelera y sucederán a su padre cuando íéste se retire. Fiesta Hotels, de la familia Matutes, AC Hoteles, fundada por Antonio Catalán, Vincci Hoteles, controlada por la familia Calero, Husa Hoteles, comandada por la familia Gaspart, y el grupo turístico Globalia, de la familia Hidalgo, son otros grupos donde los delfines esperan su turno.