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Autor Tema: Explicación completa y sencilla de la crisis  (Leído 464 veces)

jsolec

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Explicación completa y sencilla de la crisis
« en: Agosto 15, 2009, 10:54:59 pm »
Explicación completa y sencilla de la crisis


JarillaBolsa
sábado 15 de agosto de 2009


Se ha escrito mucho sobre la crisis, se ha hablado mucho sobre el crak, pero muchas cosas son una mera cortina de humo, de manera que en este artí­culo voy a explicar de manera muy sencilla para que todo el mundo lo entienda (origen, causas, culpables, soluciones, plazos, final).

Esta crisis ha tenido un componente general y otros componentes locales (propios de cada paí­s) y todo ello amenizado con un efecto "serpiente que se muerde la cola".

El componente general no es otro que el hecho de que los bancos viven de prestar dinero a un interíés alto, de manera que el cliente se lo devuelve con un extra muy jugoso.
Estyos príéstamos básicamente son dos: hipotecas (es el mayor ingreso de los bancos) y críéditos personales.

Los bancos, al ver que cada vez ganaban más dinero sin hacer prácticamente nada, comenzaron a entrar en una vorágine sin conrolar el riesgo, es decir, veí­an que era muy fácil ganar dinero y poco a poco empezaron a prestar más dinero con menos control.

Al decir menos control me estoy refiriendo a que cada vez sopesaban menos la solvencia del cliente, es decir, la capacidad de íéste de poder devolver el príéstamo con sus intereses.

El primer estallido se produjo en USA con las llamadas hipotecas subprime, que son hipotecas y críéditos que se daban a clientes de solvencia "peligrosa o baja" y que cualquier entidad tradicional nunca hubiera asumido tal riesgo, pero las entidades subprime sí­ lo hicieron.

Por tanto, ya tenemos la primera causa del riesgo de entidades bancarias. Comenzaron a caer muchas entidades subprime (por no decir que todas) y posteriormente empezaron a caer las entidades bancarias tradicionales (no subprime).
Este fue el primer motivo de la crisis económica actual en el mundo.

El origen de la crisis fueron las hipotecas subprime, pero luego surgieron las hipotecas Alt-A y las hipotecas Arm.
Son productos tí­picamente norteamericanos.

Las hipotecas Alt-A son hipotecas concedidas por los bancos a clientes que no han aportado toda la documentación requerida.

Se basan en el convencimiento de la solvencia del cliente pese a no cumplir todos los requisitos exigidos.

En España se han concedido estas hipotecas a clientes con ingresos irregulares (no constantes) por conocer personalmente al cliente.
El proble en USA es que se conceden sin que el banco conozca muy bien al cliente, ya que su míétodo de comercialización no se basa en la relación con el cliente.

A medida que la crisis siga aumentando, serán estas hipotecas las próximas en dar muchos problemas, ya que aumentarán los críéditos impagados y el ratio demora seguirá aumentando.

En cuanto a las hipotecas Arm, tienen la caracterí­stica de que los plazos pactados en el contrato pueden ajustarse a unas variables del críédito a elección del cliente, que puede elegir por pagar más capital, más intereses, la mitad de los intereses, etc.

El problema es que siempre se elige pagar menos intereses y por tanto lo pagado de menos se capitaliza y a la larga origina una cadena que lleva a que con menos tipos de interíés el cliente tenga que pagar una cuota mensual mucho mayor.

Por tanto, si la crisis sigue, este tipo de hipotecas tambiíén aumentará la morosidad y los críéditos impagados.

Posteriormente, debido a la quiebra de tantas entidades financieras, entre las cuales algunas eran lí­deres a nivel mundial, la economí­a comenzó a resentirse como es lógico, produjíéndose el hecho de que los bancos comenzaron a cerrar el grifo de los críéditos (es decir, pasaron de regalar a no dar nada endureciendo los requisitos muchí­simo, algo tarde y sin solución).

Al no dar críéditos, la inmensa mayorí­a de las personas no obtení­an una hipoteca y no podí­an comprar pisos, de manera que se produjo el segundo efecto de la crisis que fue el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Al no dar los bancos críéditos hipotecarios, casi nadie podí­a comprar pisos, y entonces la demanda bajó muy por debajo de la oferta, con lo que se cumple la máxima de la teorí­a económica: los precios bajan con gran fuerza.

Este hecho motiva que la economí­a se resienta aún más (por eso en España la crisis es más fuerte, porque toda nuestra economí­a dependí­a muchí­simo del sector vivienda, no tení­amos una economí­a diversificada, por lo que seremos de los últimos paí­ses en salir de la crisis).

Debido a este hecho (el cierre del grifo de críéditos por parte de los bancos + el derrumbe del sector construcción) el consumo se deteriora, ya que si hay menos críéditos las personas pueden comprar y consumir menos cosas, con lo que la economí­a sigue deteriorándose aún más si cabe.

Y para colmo, como producto de que muchas empresas (pequeñas y medianas) no obtienen críéditos bancarios, comienzan a despedir a muchos trabajadores, alcanzando finalmente a todos los sectores laborales de la población.

Por tanto, el tercer componente de la crisis en entrar en juego es el alto desempleo, el paro.

Como ven, el efecto "serpiente que se muerde la cola" ya entra en acción: si el banco no me concede críéditos no tengo dinero, no compro pisos con lo que cae el sector construcción, consumo menos cosas con lo que cae el consumo y la economí­a, y si tengo un negocio he de despedir a personas con lo que aumenta el paro.

Nunca sabremos si los gobernantes a nivel mundial no vieron venir la crisis (con lo que serí­an unos incompetentes, ya que el IVA se utiliza como indicador adelantado para detectar crisis, ya que un IVA bajo implica una drástica reducción del consumo) o bien, por tema electoral, no les convení­a adoptar medidas impopulares que les harí­an perder las elecciones (con lo que serí­an negligentes).
Es decir, no se quíé es peor, si tener gente tonta o tener gente muy lista que solo miran su ombligo en vez de ver el interíés de la sociedad que es al fin y al cabo quienes les han votado y les pagan sus sueldos y pensiones vitalicias.

Sea como sea, se adoptaron una serie de medidas fiscales (para reducir la presión fiscal, aunque por otro lado aumentaron los impuestos indirectos como gasolina, alcohol y tabaco, de manera que la presión fiscal no se notó apenas, ya que los tributos realmente importantes no se han rebajado para las personas fí­sicas).

Incluso se pensó en crear Bad Banks (bancos malos).
Consiste en crear una entidad financiera en la que se gestionarí­a los activos tóxicos de cada banco (hipotecas con impago, etc).

El Bad Bank asegurarí­a estos productos mediante una emisión de bonos garantizados.
A cambio, los bancos sanearí­an sus cuentas y sus balances.

Se barajó en su momento una doble alternativa:

- Crear bancos limpios y dejar los productos tóxicos en sus respectivas entidades financieras.

- Crear bancos desde cero, sin activos tóxicos.

Claro, la cuestión decisiva para los inversores es saber cuánto valen los activos tóxicos antes de adquirirlos a travíés de bonos avalados por el Estado.
Como posibles medios estarí­an:

* Comparación con productos similares.

* Calificación de agencias.

* Intervención del Estado.

Tenemos un antecedente muy similiar, fue el caso de Suecia en 1992. Los precios de las propiedades inmobiliarias se desplomaron y surgió una crisis económica muy importante.

Crearon un Bad Bank que aglutinó los activos tóxicos del resto de bancos y el Estado entró en el accionariado.

Al mismo tiempo, crearon dos agencias. Una para supervisar las instituciones que necesitaban una recapitalización.
Otra para vender los activos más peligrosos que los bancos tení­an en su balance.

Se podrá estar o no de acuerdo con aplicar esta medida del Bad Bank, pero no olviden que los anteriores planes de rescate han resultado infructuosos:

A) Inyecciones de liquidez.

B) Nacionalizaciones.

C) Garantí­as en ahorro.

D) Fiscalidad.

Muchas personas se alegran de que tengamos una inflación tan baja, ya que supone que el coste de la vida en general no se incrementa como cualquier año anterior.
El problema es que se roza la deflación (cuando hay 3 trimestres consecutivos con inflación negativa) y muchos paí­ses ya entraron.

La deflación se produce cuando la economí­a entra en fase de bajo crecimiento o de contracción como el actual.

La inflación es una subida continuada de los precios de los bienes y servicios que consumimos, y está directamente relacionada con la actividad económica, de tal manera que en una íépoca de fuerte crecimiento las empresas tienen capacidad de subir los precios (aumentan sus márgenes) y los consumidores pagamos esta subida por la propia inercia del momento (expectativas de una buena situación laboral).

La deflación es la bajada de los precios de los bienes y servicios, considerada como el cáncer de la economí­a ya que sus efectos son devastadores. (Japón aún los está sufriendo desde el año 1991).

Los principales efectos son:

- Retraso de cualquier decisión de compra: si creo que los activos están sobrevalorados retraso mi decisión de compra hasta que caigan al nivel que considero oportuno. Por tanto, caí­da fuerte del consumo con el efecto que tiene sobre las economí­a y principalmente caí­da de bienes duraderos ( aquellos bienes con plazo de vida superior a 3 años y que suponen una importante decisión para el comprador, por ejemplo automóviles)

- Deudas: la inflación hace que mi deuda vaya perdiendo valor con el paso del tiempo (si debo 100, dentro de un año con una inflación del 4% tendrí­a una deuda de 96) en cambio la deflación harí­a el efecto contrario (si debo 100 con una deflación del 2% tendrí­a una deuda de 102).

Las medidas para evitarlo son:

- Polí­tica Monetaria expansiva: es la que se está haciendo actualmente con bajadas de tipos agresivas, el problema que se plantea es que los tipos de interíés tienen un suelo y estamos cerca de ellos.

- Polí­tica Fiscal expansiva: es la siguiente fase, en la que nos podemos encontrar ahora con medidas fiscales (bajadas de impuestos, paralización de deudas hipotecarias).

- Gasto Público: es la medida que no se aplicó correctamente en Japón y parece que actualmente existe unanimidad de que el Estado tiene que tirar con una fuerte inyección de liquidez que permita crear empleo para posteriormente dar paso a la empresa privada, además medidas de elevado Gasto Público a su vez generarí­an que la curva de tipos de interíés aumentase la pendiente (tipos a largo plazo más altos que tipos a corto plazo) con lo que eliminarí­amos el fantasma de la deflací­on.

Pero aunque un paí­s no entre en inflación, piensen que esto no es un regalo. En cuanto salgamos de la crisis la inflación se va a disparar, va a llegar niveles altí­simos, y no solo recuperará el terreno perdido sino que nos lo cobrará todo con altos intereses.

El hecho de que una medida para combatir la crisis haya sido darle a la maquinita de hacer billetes verdes e inundar el mercado de dinero extra, implica un efecto directo y obvio: dispara la inflación a medio y a largo plazo.

¿Cómo se combate la inflación? Reduciendo el consumo. Si se consume menos los precios bajan y la inflación se mantiene controlada.
Este es el motivo por el que la inflación es tan baja, porque el consumo es muy bajo por 2 motivos: porque los bancos no dan críéditos y por el temor a estar en el paro en cualquier momento, por lo que todo el mundo ahorra (otro tema es que en el 95 % de los productos financieros el ahorro es simbólico a dí­a de hoy).

Por tanto, si la inflación es baja y controlada (sin riesgo mientras no entremos en deflación) no es por míérito de los gobernantes, es producto de la propia crisis debido al bajo consumo.

Otro problema añadido es que los bancos reciben dinero del Estado para concederlo a los clientes ví­a ICO, pero los bancos han sido muy listos y en vez de concederlos a las pymes (pequeñas y medianas empresas) lo invierten en deuda con lo que obtienen una rentabilidad mayor que la que tendrí­an si lo prestan a las pymes y además la devolución es garantizada ya que dicha deuda la respalda el Estado.

Los gobiernos se encuentran con un díéficit por las nubes, es decir, deben dinero, no pueden endeudarse, necesitan inyección de liquidez.
Esto implica que no pueden bajar los impuestos (algo que serí­a magní­fico para los ciudadanos), aunque tampoco los van a subir pese a que lo necesiten.
No se preocupen, en cuanto salgamos de la crisis, además de una inflación altí­sima, los tributos irán subiendo poco a poco.

Es cierto que los gobiernos no pueden endeudarse más, están al borde del colapso, pero varios están ofreciendo a los desempleados que ya se les agotó el subsidio de desempleo un extra mensual.
Pero el problema es que por un lado no se puede abandonar a parados y núcleos familiares que tienen a todos sus miemnbros en paro, ya que serí­a como darles una pistola para el suicidio, y por otro lado, es una medida que aumenta el díéficit estatal y la deuda general.

Los bancos recibieron una bendición divina: el mark to market.
El Mark To Market es una norma contable que usan los bancos para ver cuanto valen sus activos (hipotecas, propiedades, etc).

Hasta ahora se tení­a en cuenta la situación real del mercado, y claro, debido a la crisis, se fijaban precios de venta menor al de compra.

Recientemente se modificó esta norma contable, lo que permite una mayor flexibilización y valorar los activos de una forma más subjetiva.

Es decir, permite valorar los activos como si el mercado estuviese normal y no en crisis, de manera que es una valoración ficticia de los bienes (ya que toma como referencia los datos de un mercado financiero que nada tiene que ver con el actual).

Así­ pues, los bancos no tienen ahora que realizar tantas provisiones, de manera que, resumiendo, mejorarán los balances y cuentas de resultados.

Como pueden ver, se otorga un premio injusto a los bancos que son los principales causantes de la actual crisis económica, ya que sus activos siempre estarán valorados por encima del valor real de mercado.

La clave en el sector bancario es que no se les acabe la provisión geníérica, ya que en tal caso el sistema bancario quebrarí­a.

En los años buenos las entidades han ido aumentando estas provisiones, pero al nivel que se está teniendo que gastar ahora significa que un incremento de la morosidad afecta y mucho.

Recordemos que los bancos tienen que provisionar, reservar una parte de los beneficios a medida que van concediendo críéditos.
Por tanto, es una medida anticí­clica que asegura la solvencia de un banco.

En estos momentos, al dar menos críéditos tienen que provisionar menos dinero, pero no en cambio en lo referente a las provisiones especí­ficas, como es la encaminada a combatir un aumento de la morosidad.

Se estima que la morosidad llegará este año al 7 % y los bancos aún pueden aguantar con este ratio tan elevado.
Recordemos que en los 90 la tasa llegó al 9 % y los bancos aguantaron sin muchos problemas.

Por tanto, mientras no superemos una morosidad del 9 % no habrá problemas, ya que si se alcanza el 12-14 % tambiíén aguantarí­an, pero superando este ratio necesitarí­an capital.

¿Quíé pasarí­a entonces? pues que con una morosidad superior al 12-14 % y la deuda de los promotores aumentando, se tendrí­a que recurrir a la nacionalización del sector bancario, aunque hay otras ví­as como ampliaciones de capital, emisiones de bonos preferentes, etc.

Por tanto, no pensamos que se llegue a la nacionalización del sector bancario.

Las Cajas de Ahorro lo tendrán peor, ya que su ratio de morosidad pasó del 0,90 al 4,87 % en el último año.

Por este motivo, las entidades financieras comenzaron a emitir acciones preferentes y deuda subordinada.
La deuda subordinada es un tipo de renta fija (aseguran los intereses) pero con caracterí­sticas inferiores a las emisiones normales, conocidas como senior, principalmente porque el titular de la subordinada queda por detrás de todos los acreedores en preferencia de cobro si la empresa suspendiese pagos.

Las acciones preferentes no son acciones como tales, ya que no otorgan derechos polí­ticos al inversor, ofrecen una retribución fija (condicionada a tener beneficios) y no tienen vencimiento, es decir, su duración serí­a perpetua.

Como cotizan en el mercado habrí­a que acudir a íél para recuperar el capital. En el caso de los bonos subordinados se puede llegar a vencimiento, pero en las preferentes no, porque no existe.

El problema es que al pasar los años se vuelven menos lí­quidos por lo que puede ser difí­cil desinvertir. Además que con la renta fija se pueden tener píérdidas.

En la deuda subordinada no se cobrarí­an los cupones establecidos cuando la entidad suspenda pagos.

Por el contrario, no hay que llegar a tal extremo en la acciones preferentes, ya que si la sociedad no tiene beneficios se anularí­an los intereses por abonar.

¿Quienes están sacando tajada de la crisis? Los Vulture Funds.
Los fondos Vulture Funds son sociedades de inversión que aprovechan la debilidad económica de un sector para entrar en empresas que sufren problemas de viabilidad o que estan cerca de la quiebra.
De esta manera, intentar salvar a dichas empresas.

Su filosofí­a se basa en realizar una inversión pequeña, aunque íésta no está exenta de riesgos elevados.

Los Vulture Funds entran en una empresa con problemas, la compran a un precio muy bajo y adoptan medidas drásticas, entre las cuales la principal es el recorte de la plantilla mediante despidos.

El objetivo es que todos ganen, ya que la empresa se quita un "marrón" de encima y el Fondo intenta sacar una buena rentabilidad a la operación.

La clave es que compran la empresa a precio de coste (por lo que la inversión es muy baja en proporción al potencial que pueden ganar).

El origen de estos Vulture Funds radica en USA, en Europa tardaron más tiempo en llegar y en Japón están triunfando.

En España tenemos 2 ejemplos actuales:

* Por un lado, la estafa y fraude de Madoff, ya que hay varios de estos Fondos que quieren adquirir las inversiones de los estafados y ofrecen un 22 % de su valor.

* Por otro lado, es normal que en el sector inmobiliario sea donde más se están moviendo estos Fondos, comprando activos con descuento a promotoras y bancos.

Hay varios tipos de crisis (v, w, u).

La V significa fuerte caí­da de la economí­a seguida de una fuerte recuperación.

La W significa fuerte caí­da de la economí­a, luego fuerte recuperación, de nuevo fuerte caí­da y finalmente recuperación final.

La U significa fuerte caí­da de la economí­a, seguido de un lapsus de tiempo amplio donde no se cae más pero tampoco se recupera y finalmente se sale de la crisis.

Si todo se desarrolla normalmente, podrí­amos descartar la forma en W, aunque personalmente creo que estamos en un hí­brido entre la V y la U.