La armada española conquista Polonia
Publicado en Expansión por C. Morán
Polonia se ha convertido en una ríéplica a pequeña escala de la batalla comercial entre los grandes de la construcción en la Unión Europea. Las multinacionales francesas (Vinci y Eiffage), la sueca Skanska o el gigante alemán Hochtief han extendido sus tentáculos convirtiíéndose en las grandes referencias industriales del país, siempre con el permiso de la armada española, que, en la última díécada, se ha hecho con el control de las principales referencias en la bolsa de Varsovia y copan las mayores adjudicaciones de obra pública del país.
De las seis mayores compañías cotizadas del sector, dos son españolas. Budimex, controlada por Ferrovial, y Mostostal Warszawa, filial de Acciona. Los dos competidores españoles fueron los primeros en leer las oportunidades que ofrecía el mercado polaco, a comienzos de la pasada díécada. Polonia, con unas magnitudes geográficas y de población similares a las españolas, estaba predestinada a ingresar en la UE y a convertirse en el mayor receptor de fondos comunitarios.
El tirón de Budimex
Ese factor, unido a un floreciente mercado inmobiliario, fueron suficientes estímulos para justificar el desembarco, aunque hasta el año pasado ambas filiales han atravesado un periodo de resultados irregulares, sobre todo en tíérminos de márgenes.
Ha sido a partir de 2008 cuando las dos empresas han comenzado a repuntar en facturación y rentabilidad, sobre todo Budimex, al convertirse en la primera constructora en adjudicarse la construcción y explotación de una autopista de peaje cuya inversión roza los 2.000 millones de euros.
Un escalón por debajo se encuentra Mostostal. La compañía controlada por la familia Entrecanales, con más del 50% del capital, fracasó hace dos años en un intento por hacerse con el 100% de la empresa. Tras ese episodio, ha aprovechado la recuperación del mercado polaco, sobre todo, por la inyección de millones para construir los estadios de la Eurocopa de 2012. Mostostal se ha adjudicado la construcción del campo de fútbol de Wroclaw por 170 millones de euros.
Según el calendario previsto, ACS se hará con el control de Pol-Aqua a mediados de septiembre, por lo que la compañía presidida por Florentino Píérez se convertirá en el cuarto mayor grupo cotizado por cifra de ventas. ACS ha necesitado tres años, desde su primer contrato en el país, para tomar la decisión y comprar una empresa local. Salvo sorpresa de última hora, la adquisición, a travíés de una opa sobre el 66% del capital, se encuentra encarrilada.
El grupo español ya dispone de un 10% y ha pactado la compra de otro 37% al primer accionista de Pol-Aqua, Marek Stefansky. El 14 de agosto, el consejo de administración de la constructora polaca emitió un informe favorable sobre la oferta, en el que tambiíén se apuntaba que ACS quiere convertir a Pol-Aqua en su plataforma para abordar Europa central y del este. El otro factor que determina el íéxito de la operación es el precio. ACS ofrece 27 zlotys por acción, lo que supone una prima del 47% sobre el precio medio de cotización de los últimos seis meses.
Más candidatos
Hay otras constructoras de capital español que han abordado el mercado polaco desde la periferia a las que no les ha ido nada mal. El caso de FCC es el más destacado, ya que, en nombre propio o a travíés de la filial austriaca Alpine, se ha convertido en uno de los contratistas más activos. La compañía presidida por Baldomero Falcones ha hecho pleno en las adjudicaciones para la construcción de los estadios de la Eurocopa, al ganar cuatro proyectos con una inversión de 512 millones de euros.
Los analistas creen que el desembarco de ACS puede reabrir un carrera de adquisiciones en Polonia. Entre las empresas más atractivas del sector figura Polimex, la mayor constructora cotizada. Según un informe del Deutsche Bank, Polimex concentra los ingredientes necesarios para ser comprada.
Accionarialmente, no tiene socios de referencia, ya que la mayoría de los títulos están en manos de fondos de inversión y de pensiones. Además, en tíérminos de precio, la valoración que realiza Deutsche Bank es más atractiva que Pol-Aqua. Su PER de 2009 (número de veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) se sitúa en 13,4 veces, frente a los 17,5 veces de Pol-Aqua.
Sobre los potenciales candidatos a desembarcar en Polonia, los analistas manejan varias opciones. Entre ellas figura Sacyr, cuya posición en esta zona de Europa es muy tímida en comparación con el resto de sus rivales españoles.