Manuel Franco | 13/02/2008
En la casa de Ahmed Kalid, cerca de Nouakchott, capital de Mauritania, se puede leer en letras escritas con pintura azul: "Michelin, Toyota, amigo del rally Dakar". Este mecánico de 37 años, que parecen veinte más, oraba todas las noches para que la prueba del desierto africano volviera a pasar por su taller. Sus suplicas no han sido atendidas. Al menos no por los responsables de ASO, la empresa que organiza el Dakar.
En Lisboa, el mismo día que se suspendió la última edición, Etienne Lavigne respondió con media sonrisa cuando le preguntamos si el destino de la carrera más dura del mundo estaba en Amíérica Latina. Ayer, con su jefe Patrice Clerc al lado y la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner en la misma mesa, el gesto de satisfacción se hizo real mientras los tres anunciaban el cambio de continente. En AS ya anunciamos esa posibilidad el pasado mes de septiembre y un día despuíés de que se cancelase la que debía ser la trigíésima edición, confirmamos que el raid iba camino de la Patagonia.
La máxima dirigente argentina, con el reflejo de su traje blanco en la mesa de caoba, expresaba su felicidad: "Se ve que nos miran con buenos ojos, nos han elegido y para mí en nombre de todos los argentinos es un orgullo muy grande. Espero que tambiíén en 2010 la carrera siga aquí, tenemos que dar una buena impresión". í‰sa ya es otra historia, porque desde la organización aseguran que su intención es trasladar el espíritu de la mítica prueba a varios continentes.
De momento, el próximo 3 de enero de 2009 el Dakar de Argentina y Chile saldrá de Buenos Aires para recorrer buena parte del extremo sur americano, llegando hasta la Patagonia y despuíés subiendo por Chile en el desierto de Atacama, el más seco del planeta, hasta llegar a Valparaíso, la ciudad de Pablo Neruda, donde tendrá lugar la etapa de descanso, y despuíés continuar de regreso hasta la capital argentina el día 18 del mismo mes. En total serán diez etapas en Argentina y cinco en Chile.
Tambiíén hasta ese país se desplazaron Lavigne y Clerc para anunciar el nuevo raid con el ministro de deportes y antiguo capitán de la selección de fútbol, Jaime Pizarro. Serán 9.000 kilómetros, de los que 6.000 serán cronometrados y con terrenos muy variados con tramos de puro rally, desierto con grandes dunas, especiales al lado del mar y montañas.
La visita del Dakar a Amíérica tambiíén tendrá el apoyo de las marcas y pilotos que estaban conservando la grandeza del desafío en los últimos años. Dominique Serieys, director del equipo Mitsubishi: "Es una buena noticia, había que cambiar de continente, hay bellas pistas y antiguos lagos salados ya secos, mucha navegación y terrenos delicados". Desde Volkswagen tambiíén están con el proyecto: "En las próximas semanas haremos oficial nuestra decisión, pero en principio estamos muy interesados en los planes de ASO".
La seguridad está garantizada. El último atentado de la zona fue el 18 de julio de 1994 contra intereses israelitas en Argentina con 86 muertos, pero ahora no hay conflictos en los países organizadores. El Dakar cruza el Atlántico y desde el Lago Rosa hasta la cuenca del Río de la Plata hay 6.978 kilómetros, en total 3.768 millas náuticas. Para muchos acaba la utopía, otros creen que comienza una oportunidad. El Dakar, en Amíérica, siempre un reto para los que se van, un sueño para los que se quedan