Extraordinaria colaboración del amigo Quinto, que nos hace llegar un extracto de lo que cobran nuestros dirigentes, para ser correctos habría que decir, que es un extracto de “parte†de lo que cobran nuestros dirigentes, porque sigue siendo muy opaco el tema de los ingresos de nuestros parlametarios.
Está sacado del libro “EL NEGOCIO DEL PODERâ€, sus autores son Federico Quevedo y Daniel Forcada.
Los diputados españoles piensan que «se les paga poco y trabajan mucho». Así lo expresa, en privado, uno de ellos. Es la queja habitual: que en España el puesto no está tan bien retribuido como en el resto de los países del entorno. Y algunos hablan hasta de posibles soluciones: «Estudiar lo que ganan otros diputados en los principales parlamentos euroÂpeos, hacer una media y entonces, aquí, pagar un diez por ciento menos».
Tras muchos años de total desconocimiento, el Congreso de los Diputados ha hecho públicos, a su manera, los sueldos de los parlamentarios. La Cámara los dio a conocer a princiÂpios de 2006, aunque poco tiempo antes un diputado sociaÂlista, Rafael Estrella, ya había publicado en su blog lo que ganaba. Detallaba sus ingresos con todo tipo de detalles: 2.819,94 euros por su «asignación constitucional» (el sueldo base) sometidos a una retención del 27% (716,38 euros). Otros 1.645,05 euros como indemnización por el ejercicio de su función, es decir, como complementos por alojamienÂto, comidas y transporte al tratarse de un diputado de fuera de Madrid. Por último, otros 1.048 euros por su cargo como portavoz en la comisión de Asuntos Exteriores, cifra tambiíén sujeta a una retención del 27%.
Para el año 2009 las retribuciones de sus Señorías, tanto las del Congreso como las del Senado, oscilan entre los 3.126 euros brutos de sueldo base y los casi 14.000 euros mensuales que cobran los presidentes de ambas Cámaras. Mientras se obliga a las empresas privadas que cotizan en bolsa a inforÂmar detalladamente del sueldo de sus consejeros, la transpaÂrencia en las Cortes sigue siendo aún bastante escasa. El ConÂgreso y el Senado se limitan exclusivamente a dar a conocer el dinero que corresponde a cada cargo, pero no informan del sueldo total que percibe cada uno de los parlamentarios. Hay, pues, que echar cuentas fijándose uno a uno en las resÂponsabilidades que desempeñan y sumar despuíés los complementos que se llevan por transporte, manutención y aloÂjamiento.
¿Es mucho o poco lo que ganan? Para Rafael Estrella la respuesta está clara: «El español es el sueldo más bajo de todos los parlamentos nacionales», escribía en su bitácora de internet. «Por otra parte, según estudios realizados, la capacidad adquisitiva de los diputados se ha reducido en un treinta por ciento en los últimos diez años.» En la práctica, sólo algunos diputados del PP y del PSG cobran exclusivamente el salario base, ya que en los grupos pequeños, al tener menos diputados, todos tienen que encargarse de diversas tareas, debidamente remuneradas todas ellas. El portavoz de Convergencia i Unió, Josep Antoni Durán i Lleida, compagina su labor como portavoz del grupo con la presidencia de la comisión de Asuntos Exteriores y la portavocía de esa misma comisión y la de Asuntos ConsÂtitucionales. Recibe, en total, cerca de 8.480 euros al mes, a los que hay que sumar despuíés otros complementos que obÂtiene al igual que todos los parlamentarios y que redondean sus ganancias hasta los alrededor de 10.300 euros al mes.
Para llegar a esa cifra hay que tener en cuenta que los portavoces de cada grupo cobran, además de su sueldo base, otros 1.978,62 euros por «gastos de libre representación» y 1.052,63 euros por «gasto de libre disposición». Por ejercer de portavoz en una comisión reciben otros 1.162 euros.
El Congreso organiza su trabajo a travíés de 33 comisioÂnes, que reflejan, a pequeña escala, la composición política de la Cámara. En cada una de ellas, su presidente recibe un sobresueldo de 1.590 euros al mes, los vicepresidentes, de 1.162, y los secretarios, 775 euros. Los portavoces adjuntos de cada grupo tambiíén perciben retribuciones de «repreÂsentación» y «libre disposición», pero de menor cuantía. Rosa Diez, por ejemplo, única parlamentaria de Unión, Progreso y Democracia, ejerce como portavoz en cinco coÂmisiones. Por todo ello, sus ingresos rondan los 8.936 euros al mes.
Por su parte, los cuatro vicepresidentes del Congreso cobran en torno a 6.451 euros mensuales, que incluyen los complementos que perciben por ser miembros de la Mesa del Congreso y los gastos de libre representación y libre disÂposición. Los cuatro secretarios de la Mesa ganan 5.898 euros. Todo esto, de entrada, sin haber contabilizado aún otros complementos.
Dietas, transporte e indemnizaciones
Y es que, a todo lo anterior hay que sumar aún muchas mas ayudas que sirven para redondear los ingresos de los diputados. En primer lugar, cada uno de ellos recibe una indemnización mensual relacionada con la circunscripción por la que ha sido elegido. Esta asciende a 1.823 euros para todos aquellos que provienen de fuera de Madrid y a 870 para los electos por capital, como es el caso de la antes citada Rosa Diez.
Es una ayuda con la que los parlamentarios pueden hacer frente a los gastos de alojamiento y la manutención que les acarrea vivir temporalmente en Madrid y que, por ello, está exenta de tributación. Se supone que una gran mayoría de los diputados de provincias sólo pasa en Madrid los días en los que el Congreso trabaja a pleno rendimiento, de martes a jueves, y tienen que sufragar con esos complementos sus gastos en hoteles o pensiones. Hospederías de lujo, como mínimo. Otros, sin embargo, cobran igualmente esa ayuda aún haÂbiendo fijado su residencia habitual en Madrid. El ex ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, diputado electo por Murcia, no renunció a ella pese a vivir en la capital de España desde hace años.
Las Cortes tambiíén cubren todos los gastos de desplazaÂmiento efectuados por sus señorías en tren, automóvil, barco o avión. Además, y por si fuera poco, las Cámaras facilitan a cada diputado que no dispone de vehículo oficial una tarjeta personalizada con un límite mensual de 250 euros con los que abonar el servicio de taxi por la capital. Los viajes de sus señorías en «misión oficial» tambiíén cuentan con numerosas comodidades y generosas dietas. De 150 euros al día si el desplazamiento es por el extranjero y de 120 euros si lo es por dentro del territorio nacional. En este asunto, sin embargo, tambiíén se ha dejado notar sensiblemente la nueva huella marcada por el presidente de la Cámara, Josíé Bono ha desmontado lo que se conocía como «grupos de amistad» o comisiones de diputados que viajaban al extranjero con cargo al presupuesto de las Cortes. En los últimos años se habían llegado a crear treinta y dos grupos de amistad con algunos destinos muy exóticos y, otros, a países de dudosas credenciales democráticas. Sólo en 2007, el Congreso se gastó más de dos millones de euros en el apartado de relaciones internacionales.
El Congreso mantiene grupos de amistad con Alemania, Francia, Grecia, Italia, Reino Unido, Marruecos, Rusia, PoÂlonia, Túnez, Japón, Argelia, Corea, Andorra, Turquía, InÂdia, Estados Unidos, Namibia y Kuwait. Una delegación de entre once y diecisíéis parlamentarios de diferentes partidos integra cada uno de los grupos. Corresponde a la dirección de cada grupo decidir quien integra cada uno de estos viajes que costean todos los ciudadanos. Bono y la vicepresidenta de la Cámara, Teresa Cunillera, han recortado drásticamente estos viajes y los han reducido a una tercera parte, a sólo una decena. Una decisión que suscitó las críticas de los represenÂtantes del PP en la Mesa del Congreso.
Vacaciones gratis total. Así parece que se plantean estas misiones «oficiales» algunas de nuestras señorías. La ex dipuÂtada de Izquierda Unida, Isaura Navarro, no dudó en ir con su novio a Perú en uno de los viajes realizados por un grupo de parlamentarios españoles en abril de 2006. Acudían al país sudamericano en calidad de observadores internacionaÂles del proceso electoral que allí se estaba celebrando. NavaÂrro, que en aquel entonces ocupaba el cargo de secretaria cuarta de la Mesa del Congreso, llegó a pedir a la embajada española un coche oficial para que acudiese a recoger a su compañero al aeropuerto. El novio estuvo presente en todas las reuniones oficiales con los políticos peruanos sin que el Ministerio de Asuntos Exteriores tuviera noticia alguna. Al parecer, Isaura Navarro lo presentó como un observador más. La sorpresa fue mayúscula cuando, en una reunión con el ministro de Exteriores peruano, el acompañante de la dipuÂtada fue vestido «inadecuadamente» e hizo «muecas» en los momentos en los que las opiniones del ministro no coincidían con las suyas propias.
En fin. Cada parlamentario tiene derecho tambiíén a un despacho propio, un ordenador portátil y un telíéfono Móvil PDA, gentileza de las Cámaras. Esto es así porque las convoÂcatorias para las sesiones parlamentarias se efectúan por coÂrreo electrónico y mensajes SMS, lo que en principio debería ayudar a atajar aún más el absentismo de nuestros represenÂtantes.
Con todos estos complementos, los ingresos de los dipuÂtados alcanzan cifras astronómicas, muy por encima del suelÂdo medio de un español, por mucho que digan que se sienten mal pagados. El peneuvista Josíé Ramón Beloki, por ejemplo, es secretario segundo del Congreso y portavoz de su grupo en las comisiones de Defensa, Fomento, Vivienda y Ciencia e Innovación. Por todo ello, recibe 12 pagas de 10.546 euros cada una, mas los 1.823 euros mensuales que le corresponÂden por haber sido elegido diputado por Guipuzcoa. Casi nada.
Y que decir de los que compaginan su trabajo parlamenÂtario con su «pensionazo» como ex ministros. Magdalena ílvarez, Bernat Soria y Cesar Antonio Molina, los últimos en salir del Gobierno de Josíé Luis Rodríguez Zapatero, poÂdrán compaginar durante los próximos dos años su sueldo base como diputados con las indemnizaciones que les corresÂponden, el ochenta por ciento de su antiguo sueldo. Si haceÂmos cuentas, cada uno de ellos percibirá, mensualmente, 5.410 euros como ex miembros del Gobierno y otros 4.950 por ser diputados par Málaga, Alicante y La Coruña, resÂpectivamente. En total, 10.360 euros cada uno. Eso si no acaban tambiíén presidiendo otras comisiones parlamentaÂrias. A Mariano Fernández Bermejo, por ejemplo, ya se le ha encontrado acomodo: acaba de sustituir a Juan Fernando López Aguilar al frente de la Comisión de Asuntos ExterioÂres. Suma por ello otro tercer sueldo de 1.590 euros al mes hasta llegar a la cifra mágica de los 11.950 euros. Una cantiÂdad suficiente como para que no se queje de que esta someÂtido a un estricto ríégimen de incompatibilidades.
Por extraño que parezca, la percepción por ser ex miemÂbros del Gobierno es compatible con cualquier otra remuÂneración pública. Ex ministros y ex secretarios de Estado son los únicos ciudadanos que tienen el privilegio de cobrar dos sueldos por parte de la Administración. Una situación que, en la actualidad, se extiende tambiíén a todos los ex altos carÂgos socialistas que figuran en el hemiciclo. Uno de ellos es, por ejemplo, Fernando Moraleda, ex secretario de Estado de Comunicación, y actualmente, diputado por Ciudad Real y portavoz del PSOE en la comisión mixta no permanente para el estudio del cambio climático. A los más de 7.000 euros mensuales brutos que recibe como ex secretario de Estado habrá que sumar otros 6.111 euros por su trabajo parlamentario; en total, 13.111 euros al mes para un humilÂde servidor de la patria.
¿Y quíé pasa con un peso pesado de la política como Pedro Solbes? A sus sesenta y siete años, el ex vicepresidente del Gobierno y ex ministro de Economía ha pasado por numeÂrosas responsabilidades que le permiten ser, en este momenÂto, uno de los políticos retirados mejor pagados. Sus ingresos mensuales rondan los 15.000 euros. Ahí se incluye su indemnización mensual como ex vicepresidente (5.763 euros) otros 4.949 por ser diputado por Alicante y los 3.900 que ya percibe de pensión como ex comisario europeo.
Otro de los asuntos que sigue siendo todo un secreto es si durante los dos años que los ex ministros disfrutan de este «sueldazo» reciben otro tipo de ingresos por parte de sus resÂpectivos partidos. Las formaciones políticas guardan un siÂlencio sepulcral y la Cámara Baja tampoco despeja las duÂdas. No hay respuesta alguna a si, por ejemplo, Josíé Antonio Alonso, portavoz del PSOE en el Congreso, o Jesús Caldera, ex ministro de Trabajo, perciben otras remuneraciones por parte del PSOE.
El actual portavoz socialista suma unos ingresos mensuaÂles que rondan los trece mil euros (sin incluir los trienios que percibe por los años de antigí¼edad en la carrera judicial). En el caso de Caldera, hay que recordar que además de diÂputado por Salamanca, preside la comisión para las políticas integrales de la discapacidad y es el máximo responsable de la Fundación Ideas, el think tank que aglutina a todas las fundaciones del partido socialista.
Otro caso similar ocurre con Leire Pajín, secretaria de Organización socialista y ex secretaria de Estado de Cooperación Internacional. Desde abril ocupa tambiíén uno de los dos escaños de designación autonómica que el PSOE tiene por la Comunidad Valenciana en el Senado. Sustituye a Juan Andríés Perelló, que se ha incorporado a las listas del partido para las elecciones europeas. En total, Pajín, de treinta y dos años, se embolsa tres sueldos que juntos suman unos 20.000 euros mensuales, mas de 3,3 millones de pesetas.