Las autoridades de la provincia sureña de Cantón instalarán un millón de cámaras en las calles y otros espacios públicos para monitorizar la vigilancia con el fin de reducir el crimen.
Según informó la agencia oficial Xinhua, el despliegue de vídeo-vigilancia ya funciona de manera parcial pero estará completamente operativo en 2010.
Este sistema de control permitirá a la policía coordinar la lucha contra las peleas, robos y otros delitos en toda la
provincia.
Según un oficial sin identificar del departamento de
Seguridad Pública de la región, en sus primeras pruebas desde su puesta en marcha a principios la vídeo-vigilancia ha permitido la detención de 10,000 sospechosos y la prevención de 18,000 delitos en las calles.
Las metrópolis de la zona del delta del río de la Perla, como la propia ciudad de Cantón, Shenzhen, Dongguan y Zhongshan, tendrán especial vigilancia dada su conflictividad.
Asimismo, las áreas más concurridas, calles comerciales, estaciones de autobús y de tren, puertos y carreteras estarán supervisadas las 24 horas del día.
La región de Cantón, una de las más desarrolladas de China, basa su economía en la industria de la exportación, que da empleo a decenas de millones de inmigrantes rurales de otras provincias.
Sin embargo, la crisis mundial ha golpeado gravemente su economía y ha provocado despidos masivos en la zona (Pekín reconoció un mínimo de 22 millones de nuevos desempleados por este motivo), lo que ha aumentado las cifras de pillaje y delincuencia.