El representante de la Oficina de la Subdirección Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Jaime Vallaure, pronosticó el jueves en Panamá que serán necesarios diez años para volver a la situación alimentaria previa a la crisis económica en Amíérica Latina y el Caribe.
"El efecto más claro (de la crisis económica) es que una parte de la población que ya había salido de la pobreza está retornando a ella por la falta de acceso a los alimentos y por la recesión en los ingresos", apuntó Vallaure en declaraciones a periodistas tras participar en una conferencia sobre el "Derecho a la Seguridad Alimentaria".
Vallaure destacó que no es "nada descabellado" pensar que se necesitarán diez años para reducir la cantidad de personas que hoy sufre los efectos de la carencia de alimentos y volver a la situación que existía antes de que la crisis económica comenzara.
Por su parte, el representante sub-regional para Amíérica Central de la FAO, Deodoro Roca, señaló que tras la crisis de los precios de 2008, el número de personas con hambre ha retrocedido a los niveles de 1990-1992 y que en este momento un 12,8% de la población de Latinoamíérica y el Caribe está en situación de hambre.
Según cifras de la Comisión Económica para Amíérica Latina y el Caribe (CEPAL), actualmente hay 53 millones de personas hambrientas en la región, el mismo número que en los años 90, frente a los 45 millones que sufrían hambre en el período de 2003-2005.
Roca señaló que los gobiernos deben aumentar el gasto público en la agricultura y el desarrollo rural, ya que la mayor parte de la pobreza y de la desnutrición en la región está en áreas rurales.
Apoyar al pequeño productor, promover mecanismos de microfinanciación, dar asistencia tíécnica, infraestructuras y mecanismos que faciliten el asociacionismo son algunas de las medidas que destacó Roca para erradicar el hambre en las regiones rurales.
La conferencia "Derecho a la Seguridad Alimentaria" está organizada por el Parlamento Latinoamericano (Parlatino) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y cuenta con la participación de parlamentarios de países latinoamericanos