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Autor Tema: Son tianguis refugio para desempleados...  (Leído 396 veces)

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Son tianguis refugio para desempleados...
« en: Septiembre 07, 2009, 11:23:50 am »
Por...  Gabriela Minjáres

En busca de ingresos para sobrellevar la más grave crisis económica de los últimos años, miles de personas se apostan a diario en los más de 98 mercados populares que operan en la ciudad para ofertar cualquier cosa que les permita sostener a sus familias.

Así­, en los cientos de locales que se instalan en los tianguis se encuentra a la venta de todo: desde ropa, zapatos, electrónicos, juguetes, herramientas y artí­culos del hogar usados, hasta útiles escolares, piraterí­a, comida y artí­culos de la canasta básica.

Además, ante las condiciones de precariedad, locatarios se han visto en la necesidad de poner a la venta hasta su propia ropa, sacar artí­culos de su hogar y ofrecer sus servicios como estilistas, abogados, veterinarios o fotógrafos para empezar con “el negocio” que en dí­as no les retribuye ni un peso.

“Le tenemos que hacer la lucha y de alguna manera tratar de conseguir de perdida para comer, porque si no le hacemos así­ nos tendrí­amos que dedicar a robar o a limosnear”, menciona “Esperanza”, madre de cinco hijos que en diciembre fue despedida de la maquiladora en la que trabajó durante dos años, misma suerte que corrió su esposo en una recicladora de metales.

Aunque las autoridades reportan un total de siete mil 855 comerciantes instalados de manera regular en los mercados populares y estiman que una cifra similar opera en la irregularidad, pues carecen de un padrón confiable, los vendedores aseguran que la cantidad de puestos se duplicó desde principios del año.

Lo cierto es que tan sólo en lo que va del año dos mil 592 comerciantes de los casi ocho mil que trabajan de manera regular, han solicitado su permiso para instalarse por primera vez en alguno de los tianguis que se encuentran dispersos en diferentes puntos de Juárez y, en su mayorí­a, operan de manera itinerante.

Esta cantidad de aperturas representa una tercera parte del total de los permisos que a la fecha se encuentran vigentes, ya que el resto, cinco mil 263 son renovaciones.

“Teniendo en cuenta que hay desocupación, bajos salarios y que la gente sigue llegando a Juárez, lo que se aprecia es que salen a vender lo que sea, desde comida hasta artí­culos usados que ya no les sirven o ya no quieren”, dice ángel Olivas Rico, titular de la Dirección de Comercio Municipal.

Este panorama descrito por el funcionario público está a la vista en cualquiera de los mercados, donde los locatarios señalan que si bien el negocio se encuentra en pleno auge, las ventas reflejan todo lo contrario.

“La gente ya no compra como antes, viene a comparar precios de lo que anda buscando, a regatear y comparar nomás lo que necesita porque tampoco tienen dinero para gastar, la crisis nos ha pegado a todos”, mencionan Silvia y Francisco, comerciantes en el mercado Francisco Sarabia con más de 20 años de antigí¼edad en esta actividad.

De modo que una jornada de trabajo no es suficiente para esta familia que en lo que va del año se fue a la quiebra, porque de tener calzado y herramientas nuevas a la venta pasaron a ofertar artí­culos usados, accesorios para el cabello, calcetines y desodorantes.

“Ya llevamos aquí­ casi seis horas trabajando, desde las seis y media de la mañana y apenas estamos haciendo la cruz con 30 pesos de una herramienta que acabamos de vender”, dicen los comerciantes mientras exhiben las únicas tres monedas de 10 pesos que guardan en el bolsillo.

Por esta razón, abundan, los martes se instalan en el mercado Fronteriza Alta, los jueves en el Francisco Sarabia y los domingos en el Puerto Anapra, todos ubicados en el poniente de la ciudad.

“Nunca habí­amos vivido una situación así­, todaví­a el año pasado vendí­amos de perdida algo, pero ahora ya no podemos ni surtir porque de repente no sacamos nada, lo que pasa es que la gente no tiene dinero y somos muchos en los mercados”, agregan.

Refugio para desempleados

De acuerdo con lí­deres de mercados, la cantidad de comerciantes en estos espacios se ha disparado al doble en lo que va del año porque ahí­ se han refugiado cientos de personas que quedaron desempleadas con los recortes que se hicieron en las maquiladoras y por los cierres de negocios.

Pero tambiíén han sido la opción para docenas de profesionistas y estudiantes que fueron despedidos o no han podido ocuparse en el mercado laboral para el que se prepararon.

“Con nosotros hay muchos profesionistas que se quedaron sin trabajo o no lo han encontrado, tenemos maestros reciíén egresados, tíécnicos, enfermeros, abogados, tenderos y estudiantes, pero tambiíén tenemos mucha gente que fue despedida de la maquila y que no tiene otra opción mas que vender”, asegura Josíé Luis Olivas Salgado, lí­der de los mercados Independiente y Híéroes de Míéxico, ubicados al sur de la ciudad.

Sin embargo, este patrón se presenta tambiíén en los tianguis localizados en el otro extremo de la ciudad, en el poniente, donde la situación es exactamente la misma.

“Lo que pasa es que estamos en medio de una gran pobreza y la gente busca sacar dinero cuando menos para sobrevivir”, dice Pablo Rodrí­guez Ruiz, lí­der de los mercados Las Canchas, Fronteriza Alta, La Montada y Francisco Sarabia.

De acuerdo con datos oficiales correspondientes a junio de 2007, en estos cuatro mercados operaban un total de dos mil 244 locatarios; dos años despuíés, según estimaciones de los mismos comerciantes, la cifra anda en los cinco mil.

“Tan sólo en este mercado –el Sarabia– los puestos abarcan tres colonias y antes ocupábamos apenas unas 11 cuadras”, refiere el lí­der del mercado que se extiende por unas 20 cuadras en la calle Santiago.

Y es que de acuerdo con varios comerciantes, muchos decidieron ampliar sus jornadas laborales en los mercados, porque de trabajar sólo los sábados y domingos o por las tardes, ahora buscan ocuparse toda la semana.

“Hasta hace tres meses nomás vendí­amos los sábados y domingos, pero como nos despidieron del trabajo ahora tratamos de ir a vender toda la semana, pero en todos es un albur, no siempre nos va bien”, afirma un matrimonio que se dedica a la venta de “papitas” americanas y ropa usada.

Crecen en la ilegalidad

Aunque el apogeo que registran los mercados a partir de la crisis económica está plenamente identificado por las autoridades, no lo tiene bajo control no sólo porque los comerciantes operan en la ilegalidad, sino porque carecen de medidas efectivas para su ordenamiento.

A pesar de que entre sus obligaciones y facultades se encuentra ordenar y regular la actividad comercial en Juárez, dicho por el mismo titular de la dependencia municipal –ángel Olivas–, tan sólo en lo que respecta a los mercados públicos no cuenta con la información sobre la cantidad de locatarios que hay en estos lugares de forma legal o ilegal.

“No es muy fácil saber cuántos hay en cada mercado, nosotros estamos pidiendo a la Dirección de Planeación que se nos instale en el Sistema de Información de Comercio una acción para conocer la totalidad de comerciantes, nombres y ubicación, que nos den una opción para conocer los registrados, los que pagan y no”, indica.

Informa que sólo cuentan con un padrón de mercados de la ciudad el cual contiene el nombre, la ubicación, el representante, los dí­as y horario de funcionamiento.

En dicho documento actualizado hasta el 1 de septiembre, del cual se proporcionó una copia a El Diario, se establece que en la ciudad operan 98 mercados.

Sin embargo, Olivas Rico concede que esta cifra es “muy conservadora” porque abarca sólo a los mercados que han sido verificados por la dependencia a su cargo.

“Aparte de íéstos existen algunos más, cinco o seis que están en ví­as de regularización y otros que se aparecen en alguna parte haciendo su lucha para ver si logran clientes y despuíés pedir la anuencia de los vecinos para formalizarse”, sostiene.

Entre los mercados que se encuentran en ví­as de constitución está el Arroyo Colorado, que opera desde el mes de julio en las calles Cadmio y Donato Guerra de la colonia Durango.

“De una semana a otra se llenó, primero habí­a unas seis personas y ahorita ya hay como 50, así­ que ya nos hemos ido organizando para trabajar y buscar el permiso de las autoridades”, comenta Vidala Martí­nez, lí­der del mercado e integrante del Movimiento Territorial que coordina el profesor Cíésar Tapia Cervantes.

A este lugar han concurrido en su mayorí­a familias del sector que se encuentran desempleadas, por lo que los pocos vecinos que hay en la zona no han dudado en dar su anuencia para que opere el mercado en la zona.

“Es mejor que vengan a trabajar honradamente a que despuíés nos anden robando, además el parque se usaba poco, ya nadie lo visitaba porque era nido de maleantes y ahora ya se ven hasta familias”, dice una vecina.

Otro dato que tampoco sabe a ciencia cierta Comercio Municipal es la cantidad de locatarios que opera en cada mercado, refiere que sólo conoce que hay un promedio de 80 comerciantes en cada uno, “aunque algunos tienen 20 comerciantes, otros 200 y algunos hasta 600”.

“Lo más que podemos decir es que en promedio hay 80 en cada mercado, pero como calculamos que otro 100 por ciento anda mal, pues hay más comerciantes”, afirma.

Pero dice que a todos los que operan de manera irregular no los tienen localizados porque cuentan sólo con 33 inspectores, de los cuales tres o cuatro están asignados al área del Consulado Americano, 23 a los informales y 10 para los comerciantes regulares, entre los que se encuentran los mercados.

“Hacemos que lo que podemos con lo que tenemos”, sostiene.


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