Quíé preocupa a los accionistas
Publicado en Expansión por C. Rosique / M. Romani
Los elevados bonus que cobran los altos ejecutivos de las empresas, sobre todo financieras, están siendo muy criticados últimamente, lo que ha provocado que algunos Gobiernos se planteen limitarlos para evitar abusos.
La retribución de los directivos es uno de los temas que más preocupa a algunos grandes inversores, sobre todo británicos. Es lo que deja patente una encuesta realizada por Georgeson, empresa líder en la gestión de la relación entre compañías cotizadas y accionistas, sobre el efecto que ha tenido la crisis en su forma de tomar decisiones y de hacer valer sus derechos como accionistas.
Los accionistas se oponen a las decisiones que impliquen reducir sus derechos
En el estudio han participado cerca de 150 instituciones europeas de inversión con perfil de permanencia estable en el accionariado y que tienen bajo gestión unos 700.000 millones de euros en renta variable.
La encuesta pone de manifiesto que, junto a la retribución, un tema que preocupa mucho son las decisiones que toman las compañías y afectan al capital, como la recompra de acciones. El primer punto inquieta más en países como Reino Unido y Francia, mientras en los mediterráneos (España, Italia y Grecia) resaltan las decisiones que tienen que ver con la gestión del capital (ver ilustración).
Como resultado de la crisis, asuntos como la recompra de acciones, los planes de stock option (cuando no están bien gestionados con una visión de largo plazo) y cualquier asunto que pueda implicar un descenso en los derechos de los accionistas se encuentra cada vez más con la oposición de los inversores.
Otro efecto de la crisis es que los clientes de las instituciones de inversión colectiva demandan cada vez más transparencia y un compromiso mayor. Estos requerimientos se reflejan tambiíén en que los inversores les reclaman más información a las compañías cotizadas de las que tienen acciones. “Será interesante observar si estamos en el pico de esta tendencia o noâ€, apunta Pedro Saá, director de Georgeson para España y Portugal.
El sondeo apunta que las instituciones demandarán más transparencia a las cotizadas y mecanismos accesibles para facilitar el voto en las juntas, sobre todo cuando tienen que atravesar fronteras. Piden que se desvele lo más concreto posible la remuneración de los consejeros; que se aclaren los criterios que se utilizan para asignar esa remuneración o más información sobre las decisiones que conllevan las ampliaciones de capital.
La supervisión es ahora más importante que nunca y esto pasa por ser lo más transparentes posibles. El estudio desvela que, por ahora, sólo el 30% de los grandes inversores está considerando cambiar el sentido de su voto como consecuencia de la crisis financiera, pero Georgeson explica que podríamos estar en un punto incipiente del cambio.
El 36% de los inversores españoles tiene previsto cambiar su voto a raíz de la crisis
La crisis
De hecho, la diferencia por países es abultada. En Reino Unido, por ejemplo, la crisis ha cambiado la forma de pensar y de afrontar su próximo voto en la mitad de los inversores encuestados. En España es el 36%, mientras en Holanda el efecto es nulo.
Sin embargo, el interíés por participar en las decisiones que toma la empresa (vía junta de accionistas) queda patente en el hecho de que el 93% de los encuestados tenga previsto mantener o incrementar su participación.
“Estamos en un periodo de mucha incertidumbre y nuestra recomendación a las empresas cotizadas es que estíén muy atentas. Hay muchos catalizadores nuevos de decisiones que, combinados con los más que probables cambios regulatorios pueden desencadenar reacciones distintas entre accionistas e inversoresâ€, asegura Saá.
La forma de lidiar con esta crisis es que las cotizadas tomen la iniciativa asumiendo compromisos e interactuando con sus accionistas teniendo en cuenta sus preocupaciones. Los temas del buen gobierno corporativo están más presentes que nunca.
La subida de impuestos, otro quebradero de cabeza
La pretensión del Gobierno español de endurecer la fiscalidad que grava el ahorro se une a los quebraderos de cabeza de los inversores. Desde Inverco, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva, temen que la subida de impuestos a las rentas de capital desincentive el ahorro en un momento de crisis.
La patronal defiende que la actuación del Ejecutivo debería ir por el sentido contrario: rebajar los impuestos para fomentar el ahorro a largo plazo. De esta forma se contrarrestaría el complicado futuro del sistema de pensiones español. Actualmente, las rentas derivadas de los productos de inversión están gravadas al 18% y se prevíé que este porcentaje suba al 20%.
Esto supondría que la fiscalidad sería más dura en España que en Reino Unido, Eslovaquia, Polonia y Luxemburgo.
Inverco reclamó esta semana neutralidad fiscal para las sociedades y los fondos de inversión para impedir que el socio o el partícipe tribute más que si invirtiera directamente.
Las gestoras de fondos ya sufrieron grandes salidas de efectivo a comienzos de 2007, con motivo del cambio en el IRPF que eliminó gran parte de las ventajas que tenían los fondos respecto a otros productos y que incrementó la retención desde el 15% al 18%.