La recuperación económica en España tendrá que esperar. Y mucho. Eso es lo que opinan los mayores expertos en coyuntura del país, que el pasado jueves celebraron -sin cámaras ni micrófonos y de la forma más discreta posible- uno de sus tradicionales encuentros. Y la conclusión a la que llegaron es que hasta la segunda mitad del año 2010 la economía española no volverá a dar muestras de fortaleza. Dicho en otros tíérminos. Hubo consenso en que “hasta bien entrado el año 2010â€, según uno de los asistentes, el Producto Interior Bruto no volverá a tener tasas positivas de crecimiento.
¿La causa principal? El desplome del consumo privado, seriamente afectado por el imparable aumento del desempleo, que en el último trimestre de este año rozará ya el 20% de la población activa. Con todo, lo peor es que tampoco está asegurado que la salida de la crisis sea sostenida. La mayoría de los expertos que participaron en el cónclave -intervenciones cortas para favorecer los debates- coincidieron en que existe un riesgo cierto de que la recuperación sea en dientes de sierra, lo que significa avances y retrocesos durante un periodo dilatado de tiempo. Parece descartado, por lo tanto, una salida en uve, como a menudo han sugerido diferentes instancias gubernamentales.
La cumbre de los expertos en macroeconomía reúne cada año a los responsables de los mayores institutos de coyuntura del país, que durante una jornada de trabajo discuten con total libertad -se trata de opiniones personales que no comprometen a las instituciones en las que trabajan- sobre la realidad económica del país. Sin ponencias y sin conclusiones que pudieran enturbiar los debates. Al encuentro acudieron representantes del Ministerio de Economía (entre ellos el nuevo director de Análisis, íngel Estrada), del Banco de España y de los servicios de estudios de la banca privada y pública), además de profesores de universidad y expertos en coyuntura. El secretario de Estado de Economía, Josíé Manuel Campa, tambiíén participó en la jornada.
Reducir el ‘output’ gap
Y el jueves lo que quedó claro, y en el mejor de los casos, es que hasta el año 2011 España no volverá a alcanzar una tasa de crecimiento del 2,5% en tíérminos anuales, el umbral que se considera necesario para volver a crear puestos de trabajo, salvo que este país sea capaz de su reducir su output gap (la diferencia entre la evolución del PIB y su potencial de crecimiento) mediante el impulso de políticas de oferta.
El escepticismo sobre la coyuntura no tiene únicamente que ver con los institutos privados de coyuntura. Según otro de los asistentes, los responsables del Ministerio de Economía se mostraron “muy prudentes†sobre la recuperación económica, básicamente por la brutal intensidad en el ajuste del empleo, lo que está provocando una caída del consumo de las familias sin precedentes en más de 50 años. El propio Gobierno ha estimado que este año el gasto privado caerá un 4,1%, y un 0,4% el año próximo pese a la caída de los tipos de interíés. Mientras que la renta disponible de las familias apenas crecerá medio punto.
Esto significa que si la recuperación se consolida en Europa, una previsible subida de los tipos de interíés por parte del Banco Central Europeo (BCE) puede coger a España con el paso cambiado, y de ahí el pesimismo de los mejores macroeconomistas del país.
La parte positiva del encuentro vino del sector exterior. En algunas intervenciones se puso de manifiesto que pese a que la competitividad vía precios se ha deteriorado seriamente desde el nacimiento del euro (a un ritmo de un punto anual), lo cierto es que España no ha perdido cuota de mercado.