Las reformas en el sistema de cuidado de la salud en Estados Unidos, cuya votación comienza el martes, no deberían limitar el acceso para los inmigrantes documentados y los hijos de inmigrantes nacidos en el país, indicaron el lunes expertos.
El Comitíé de Finanzas del Senado iniciará el martes la primera votación sobre uno de los proyectos de ley para la reforma del sistema de salud, propuesto por el demócrata Max Baucus, de Montana, y que contiene algunas estipulaciones sobre los inmigrantes.
"La reforma de los seguros de salud es un punto clave en la agenda del presidente Barack Obama", dijo Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración. "Y tambiíén lo es la reforma de las leyes de inmigración".
"Pero estos son dos asuntos distintos", añadió. "Quienes se oponen a la reforma de los seguros de salud, están mezclando a los inmigrantes en la discusión".
Algunos grupos que se oponen a la reforma del sistema de cuidado de la salud han indicado que los planes promovidos por los demócratas darían cobertura a los inmigrantes indocumentados, algo que el presidente Obama niega.
El asunto causó un pequeño revuelo hace dos semanas cuando el presidente Obama, en un discurso ante ambas cámaras del Congreso, afirmó que su plan no incluye el pago de servicios míédicos para inmigrantes indocumentados y el representante republicano Joe Wilson, de Carolina del Sur, le gritó: "Usted miente".
"Queremos asegurarnos de que los niños, hijos de inmigrantes pero que son ciudadanos de Estados Unidos, tengan cobertura de sus necesidades de salud sea cual sea el estatus de sus familias", continuó Noorani.
Asimismo, dijo Noorani, "queremos asegurarnos de que esta propuesta no incluya gastos adicionales para la verificación" de documentos, con trámites que hagan más difícil la obtención de cuidados míédicos.
"En esta situación económica hay mucha gente que pierde su cobertura de seguro míédico porque pierden sus empleos", señaló Soonal Ambegaokar, del Centro Nacional de Ley de Inmigración. "Obama promueve un sistema que reduzca los costos".
"Una situación típica, hoy, es la de un padre de familia, con dos hijos, que pierde el empleo bajo el cual tenía el seguro míédico, mientras que su esposa sigue empleada pero en una compañía que no ofrece seguro míédico", explicó.
"Si a esto se añade que el esposo quizá sea ya residente legal mientras que la esposa está en trámite de obtener su 'tarjeta verde', se entiende que no debería introducirse el estatus de inmigración en el acceso a cobertura míédica", añadió.
Jennifer Ng'andu, subdirectora del Consejo Nacional de La Raza, dijo que "no hay pruebas de que haya fraude en el uso de los servicios de salud por parte de los inmigrantes, y sí hay pruebas de que las medidas adicionales de verificación imponen costos y dificultades adicionales".
Las propuestas, contenidas en el proyecto de ley de Baucus, que incluyen más trámites de verificación "serán un derroche de dinero", agregó. "El Comitíé de Finanzas del Senado ha creado una solución sin identificar que haya un problema. í‰sa es la senda errónea".
En el proyecto de ley de Baucus "nos preocupa la ausencia de propuestas que hagan asequible el seguro míédico, la ausencia del requisito obligatorio de seguro míédico, y las exclusiones de inmigrantes", dijo Kate Kahan, directora legislativa del Centro para Cambio Comunitario.
Kahan dijo que el Comitíé del Senado debería eliminar una cláusula que impone un período de espera de cinco años antes de que las personas que migran a Estados Unidos legalmente tengan derecho al seguro míédico."Es injusto que personas que vienen aquí, legalmente, y que trabajan y pagan impuestos tengan que esperar para tener cuidado de su salud", añadió.
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Reforma saldrá pese a oposición
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asegura que la reforma de salud no aumentará los impuestos a la clase media y que saldrá a flote en el Congreso pese al muro de resistencia de los republicanosEn entrevistas a programas transmitidas el domingo por las cadenas CBS, CNN, ABC, NBC y Univisión, el mandatario defendió eníérgicamente su propuesta para la cobertura míédica universal, la ampliación de opciones de seguros y la reducción de los costos de salud.
Sólo que la reforma de un sistema sanitario que mueve 2,5 billones de dólares, una tarea que arrastra EE.UU. desde hace más de 40 años y cuyo íéxito o fracaso marcará la presidencia de Obama, afronta una lucha campal dentro y fuera del Congreso, donde los conservadores critican la "intromisión" del Gobierno y acusan al gobernante de querer imponer un sistema "socialista".
"Esto no es un plan radical. Simplemente estoy tratando de responder a lo que todo el mundo reconoce que es un gran problema" en Estados Unidos, aseguró Obama a la ABC.
La exigencia de que todo estadounidense compre un seguro de salud -como ya lo hacen para los vehículos- no debe interpretarse "como un aumento de los impuestos", señaló.
Agregó que rechaza "absolutamente" la noción de sus detractores de que los consumidores terminarán pagando los impuestos y cuotas que se contemplan para las aseguradoras y farmacíéuticas en las propuestas ante el Legislativo.
En EE.UU. hay alrededor de 47 millones de personas sin seguro míédico y pese a lo que se invierte en salud (una sexta parte de su economía), la calidad de los servicios palidece frente a las de otros países industrializados.
La Fundación de la Familia Kaiser dijo en su página de internet ("
www.kff.org") que un seguro míédico cuesta a una familia promedio 13.375 dólares anuales, y el aumento del 138 por ciento de la última díécada supera con creces el de los salarios. Si no hay cambios en el sistema, advirtió, el monto ascenderá a 30.083 dólares para 2019.
Obama dijo al programa "Al Punto" de Univisión que la "opción pública", en la que el Gobierno competiría con las aseguradas privadas, no está muerta "en absoluto", pero que es tan sólo uno de los elementos de la reforma.
Reiteró, al igual que lo hizo en CNN, que la reforma excluirá a los inmigrantes indocumentados, algo con lo que trata de apaciguar a los conservadores pero que ha levantado ampollas en la comunidad inmigrante, que lo respaldó en las urnas en 2008.
Los indocumentados, explicó, no podrán acceder a subsidios federales para comprar un seguro a travíés de un programa de "intercambio" y la reforma deberá tener mecanismos para verificar la elegibilidad de los residentes legales.
Sin embargo, afirmó que se cerciorará de que los cuatro millones de niños nacidos en Estados Unidos y que tienen al menos un padre indocumentado cuenten con cobertura míédica.
La Casa Blanca justificó la omnipresencia de Obama en los medios por la confusión que persiste sobre el alcance y contenido de lareforma, que tambiíén ha creado fisuras entre los propios demócratas.
De hecho, la versión que presentó el presidente del Comitíé de Finanzas del Senado, Max Baucus, pasará por el tamiz a partir del martes próximo, cuando demócratas y republicanos del Comitíé debatan más de 560 enmiendas.
Los republicanos, aparentemente inamovibles, ven la saturación mediática de Obama como un ejercicio inútil que no logrará "vender" el plan a la opinión pública.
En declaraciones a la cadena NBC, el senador Lindsey Graham dijo hoy que el plan reformista tiene pocas probabilidades de aprobación en el Senado y bromeó con que al presidente sólo le faltó acudir a un programa de cocina.
Obama tambiíén afrontará esta semana a aliados y adversarios, esta vez en la palestra internacional, cuando viaje a Nueva York y haga su debut en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Por la noche será el primer mandatario estadounidense en acudir al popular programa televisivo "The Late Show with David Letterman".
Allí se prevíé que continuará repitiendo su mensaje de urgencia sobre la reforma, aunque esa visibilidad le moleste a la oposición.