EFE
Bruselas.- España es el segundo país de la Unión Europea con las comisiones más altas por las cuentas corrientes, con 178 euros anuales de media, según la Comisión Europea. La institución tambiíén critica la falta de transparencia y la complejidad de la información ofrecida por las entidades.
En un informe presentado este martes, la Comisión destaca que en la Unión el coste total asociado a una cuenta corriente (apertura, mantenimiento, para cubrir descubiertos, por operación, etc.) para un usuario domíéstico medio oscila entre los 253 euros que se cobran en Italia, país con las comisiones más elevadas, y los 27 de Bulgaria, el más barato.
La institución destaca además que Italia y España tambiíén obtienen los peores resultados en simplicidad, que se mide en función de los elementos que influyen en el coste total, y transparencia informativa.
Así, el Ejecutivo de la UE resalta que, en España, en el 90% de las 18 entidades nacionales analizadas, el usuario se ve obligado a contactar con el banco para aclarar la información sobre precios que aparecen en su página web.
Entre las entidades españolas analizadas figuran Banco Santander, BBVA, Banco Popular, Sabadell, Bankinter y Barclays, así como La Caixa, Caja Madrid, Caja de Ahorros del Mediterráneo, Bancaja, y Caja Rural de Navarra.
Actividad bancaria
Además de las comisiones, el informe de la Comisión desvela datos de actividad bancaria. Según esos resultados, en España cada usuario bancario adulto realiza 103 operaciones de pago al año, frente a las 149 de media realizadas en los 15 estados miembros más antiguos de la Unión Europea (UE-15).
Tambiíén apunta a que pocos usuarios, cerca del 15%, se deciden a trasladar su cuenta corriente a otra entidad, entre otros motivos porque el coste por hacerlo es el más alto de toda la Unión Europea.
En los pagos con tarjeta, los españoles son más proclives que los europeos a usar la de críédito (25 operaciones por adulto en España frente a 16 en la UE-15) y menos inclinados a la de díébito (21 pagos frente a 53).
En cualquier caso, la Comisión precisa en sus conclusiones que las comisiones que se aplican en España a los usuarios de banca están sujetas a negociación caso por caso, por lo que los costes efectivos pueden ser más bajos que los oficiales, que son los que se han utilizado en el estudio.
En general, el Ejecutivo de la UE considera que las tarifas de las cuentas corrientes resultan en la mayoría de los Estados miembros tan "opacas" que los consumidores tienen dificultades para determinar con precisión cuánto pagan por el servicio que reciben o para clarificar el alcance de las comisiones.