Los grandes patrimonios españoles ya han iniciado la búsqueda de vías alternativas para sus ahorros ante la posibilidad de que el Gobierno endurezca la fiscalidad de las sicav.
Todas las quinielas apuntan a que los fondos de inversión nacionales y las sicav y los unit linked luxemburgueses serían los grandes beneficiados si el ejecutivo decide tocar finalmente la tributación de las sociedades de inversión de las grandes fortunas
La legislación española permite fusionar fondos y sicav, por lo que una manera de esquivar los cambios fiscales sería convertir la sociedad en un producto de ahorro popular y mantener ahí las inversiones.
Aunque el Ministerio de Economía todavía no ha concretado nada al respecto, ya se da por hecho que el tipo impositivo del ahorro subirá como mínimo hasta el 20%, desde el 18% actual, y sigue abierta la posibilidad de que las sociedades de grandes inversores sean penalizadas con medidas adicionales como reclaman dos de los socios del Gobierno, Izquierda Unida (IU) y Esquerra Republicana (ERC).
Implicaciones
En este sentido, una de las opciones que están bajo estudio es que las sicav tengan que tributar por las operaciones de compraventa de valores realizadas al cierre del año al tipo del ahorro futuro, algo que eliminaría una de las principales ventajas de estas sociedades: el diferimiento del pago de los impuestos.
Desde el sector de la gestión de activos son tajantes, esta medida acabaría con las sicav como se conocen hoy en día. "Este cambio fiscal significaría el fin de las 3.000 sociedades de inversión que hay en España. Sería un disparate beneficiar a las sicav extranjeras frente a las nacionales", señalan desde una de las principales firmas de inversión nacionales.
Otro de los argumentos de las gestoras para defender las sicav es que aumentar la tributación no tendrá un gran impacto recaudatorio, principalmente por dos razones. La primera, que las sociedades de los grandes patrimonios gestionan 26.000 millones de euros en España, frente a los 160.000 que disponen, por ejemplo, los fondos de inversión. Así, las sicav recaudaron 457 millones de euros durante el año pasado, por debajo de los 825 millones correspondientes a los fondos de inversión, según datos del informe anual de la Agencia Tributaria.
La segunda razón es que muchas sociedades registran actualmente minusvalías latentes despuíés de las caídas de los mercados del año pasado, por lo que podrían ser disueltas sin necesidad de realizar ningún pago fiscal añadido.
En esta línea, el ex ministro socialista de Economía y Hacienda Carlos Solchaga calificó ayer de "imposible" que el Gobierno consiga aumentar sus ingresos en 15.000 millones de euros mediante una subida de impuestos "debido a la situación de recesión en la que se encuentra la economía española". Sobre la posibilidad de que uno de los impuestos que suba sea el IVA, el ex ministro afirma que lo haría "dentro de ciertos límites" para reducir el díéficit.
Diferentes opciones
Entre los posibles destinos del dinero de las sicav, en el caso de que la próxima fiscalidad las penalice, uno de los que más sentido tiene para los expertos son los fondos nacionales debido a la posibilidad de fusionar ambos instrumentos de inversión y, por tanto, esquivar el peaje fiscal derivado de la venta de la sicav.
Aun así, advierten desde el sector, el proceso de concentrar estos dos tipos de institución de inversión colectiva es complejo y requiere más tiempo que el empleado para fusionar dos fondos o dos sicava.
La segunda posibilidad sería que el dinero hiciera las maletas con destino a otros mercados financieros. Desde Inverco advierten del peligro de "deslocalización del ahorro hacia países de la Unión Europea con un ríégimen fiscal más beneficioso", como Irlanda y Luxemburgo, que tienen un volumen de activos procedentes de residentes de otros países de 1,8 billones de euros, un 40% de los activos de las sociedades y fondos a nivel europeo.
Pros y contras
- Las sicav han ganado popularidad durante los últimos años entre las grandes fortunas debido a la posibilidad de diferir el pago de impuestos y la gestión individualizada. De cara a Hacienda, su ventaja es tener bajo control el dinero de los grandes patrimonios.
- Una penalización fiscal supondría que algunas fortunas buscaran una alternativa más eficaz para sus intereses, en algunos casos fuera de España.
- La políémica rodea a las sicav desde hace años debido al requisito mínimo de 100 accionistas que muchas de ellas se saltan con la contratación de 99 falsos socios o mariachis.