Una de las propuestas más desarrolladas para la subida de impuestos que prepara el Gobierno consiste en una fortísima subida del Impuesto de Sociedades que se aplica a todas las instituciones de inversión colectiva, desde el 1% actual hasta el 18%, según fuentes conocedoras de la misma. Esta subida no solamente se aplicaría a las sicav, como todo el mundo piensa, sino tambiíén a los fondos de inversión, con lo que su efecto recaudatorio si sería apreciable para alcanzar los famosos 15.000 millones de euros que persigue el Ejecutivo.
Esta propuesta ha sido elaborada por la secretaría de Estado de Hacienda, cuyo titular es Carlos Ocaña, aunque la decisión definitiva será tomada por el propio Zapatero en el último momento. En todo caso, ya está estudiada la estrategia de marketing para venderla a la opinión pública: se presentaría como un impuesto a las sicav, que son el vehículo con el que se "forran los ricos". Y se abundaría en la identificación entre inversores y "ricos" que tanto ha explotado este Gobierno ignorando que hay millones de pequeños inversores con su dinero en fondos.
La propuesta supone adelantar los ingresos que tiene que pagar el inversor cuando venda los fondos. Pero, en vez de esperar a que eso ocurra -suelen pasar muchos años porque se puede cambiar de fondo sin tributar-, Hacienda ingresaría anualmente el 18% de las ganancias obtenidas por cada fondo o sicav. A cambio, habría una exención en el Impuesto sobre la Renta de las plusvalías del inversor en el momento de la venta de los fondos; es decir, no tendría que pagar nada, porque ya se lo habrían ido cobrando año tras año. Ese 18% anual se restaría de la rentabilidad del fondo o sicav.
Esto da otro argumento al Gobierno para defender esta propuesta: en realidad no se trata de una subida de impuestos, sino de adelantar en el tiempo unos ingresos que iba a obtener el Fisco en el futuro de todas formas. Y al traer al momento presente esos ingresos futuros, el Ejecutivo lograría un importante porcentaje de los 15.000 millones que persigue la reforma fiscal.
En España, los fondos de inversión tienen un patrimonio de 222.945 millones de euros propiedad de 5,7 millones de partícipes, según Inverco (cifras de agosto). En cuanto a las sicavs, su patrimonio alcanza 26.633 millones y cuentan con 635.000 accionistas. Y las rentabilidades acumuladas este año, tras las fuertes píérdidas de 2008, son muy elevadas gracias a la recuperación de las bolsas y a la buena marcha de la deuda pública. Hay categorías con ganancias que superan el 40%, como los fondos que invierten en países emergentes. Es decir, el impacto recaudatorio puede ser muy importante.
Perjuicio para las gestoras y los partícipes
Esta propuesta, una de las que cuentan con más posibilidades de hacerse finalmente realidad según las fuentes consultadas, supondría un cambio radical en el negocio de los fondos de inversión, con un perjuicio notable para las gestoras. í‰stas tendrían que realizar unos pagos enormes a Hacienda en su declaración del Impuesto de Sociedades, ya desde el mes de abril de 2010 (que es cuando se liquida el impuesto). Algo a lo que no están acostumbradas con el tipo actual del 1%, y que les obligaría a contar con la infraestructura necesaria para ello. Eso supondría más gastos y, en consecuencia, una probable subida de las comisiones que mermaría todavía más la rentabilidad de los inversores. Aparte de que empezarían a sufrir inspecciones, cosa que hasta ahora era rarísima.
"Con esto gana Hacienda, ganan los asesores fiscales y pierden claramente los partícipes, que son los que van a tener que sufragar este impuesto en última instancia", opina un experto consultado. En efecto, con el ríégimen tributario actual es muy frecuente que los inversores no vendan sus fondos durante muchos años, salvo que necesiten el dinero para alguna contingencia. Si un producto no les da la rentabilidad esperada, pueden traspasar su dinero a otro fondo sin tributar. Incluso se dan muchos casos en que el partícipe fallece sin haber vendido, con lo que las ganancias quedan exentas porque en España no existe la llamada "plusvalía del muerto".
La subida del Impuesto de Sociedades es una más de las propuestas que ha remitido el Ministerio a Moncloa para que el presidente del Gobierno tome la decisión definitiva. Otras que han trascendido son la subida del IVA y de los impuestos especiales o la elevación del tipo único para las plusvalías, actualmente en el 18%. Todas estas medidas pueden combinarse tambiíén de diferentes maneras hasta alcanzar el objetivo recaudatorio anunciado. La única que es segura es la supresión de la deducción de los 400 euros.