Obligados tiempos de mudanza en Prisa. El grupo de la familia Polanco, que arrastra una deuda superior a los 5.000 millones de euros, busca desde hace meses un socio tecnológico para revisar a fondo su anquilosado modelo de gestión. Y ya hay fumata blanca. Según ha podido saber El Confidencial, Indra es la compañía elegida para dar la vuelta a una compañía que a día de hoy no rentabiliza su área digital. Es otra de las fichas que estratíégicamente Prisa quiere mover de cara a sus bancos acreedores, ante los que en octubre tendrá que pasar su primer examen tras el aplazamiento concedido por estos al críédito por la opa de Sogecable.
“Aún no hay nada firmado con Indra, pero la rúbrica es cuestión de tiempoâ€, aseguran fuentes próximas a Prisa conocedoras del proceso, del que la compañía que preside Javier Monzón es actualmente el único preseleccionado. En todo caso, la elección no es ninguna sorpresa, en tanto la colaboración de ambas compañías es de largo alcance. No en vano Indra ha sido tradicional aliado de Prisacom en los proyectos para Internet del grupo de medios, hasta el punto de poner en marcha en 2001 la versión digital de El País. “Indra continúa colaborando con Prisacom para desarrollos complementariosâ€, se puede leer en la web de la tecnológica.
El reto que tendría ahora por delante Indra no es de menor envergadura. Las cifras lo dicen todo. El área digital apenas reportó a Prisa entre enero y junio de este año 12,83 millones de euros, por unos gastos de explotación de 13,27 millones. Fuentes de la compañía al más alto nivel aseguran a este diario que “los gestores están convencidos de que la solución para Prisa pasa por cambiar el modelo de gestión y buscar un socio tecnológico importante capaz de optimizar los recursos del grupoâ€. El propio consejero delegado, Juan Luis Cebrián, afirmaba en la última Junta General de Accionistas que, “conscientes de lo que la sociedad digital implica, pretendemos que en el plazo más breve posible, Prisa se convierta en una empresa que incorpore a todos los niveles el uso y conocimiento de las tecnologías avanzadasâ€.
Las implicaciones de este paso son vistas con recelo en las redacciones. Sin ir más lejos, antes del verano en la plantilla de El País se disparaban todas las alarmas hasta el punto de que los Comitíés de Empresa aseguraban que la dirección del grupo había decidido “parcelar aún más las empresas escindidas del periódico, segregando informática y administraciónâ€. Aunque los cambios que impulsará Indra deberían ir más allá de una mera externalización de los sistemas informáticos -cosa que ya sucede en cabeceras como Cinco Días-, Cebrián ya advirtió de que las transformaciones a las que tiene que hacer frente la prensa pueden ser “muy dolorosasâ€. Hay temor de que esos cambios se traduzcan en empleos.
De lo que hay pocas dudas es que a la compañía le urge mover ficha. “Juan Luis Cebrián está centrado en los planes de la empresa, sobre todo respecto a la situación financiera. Eso le lleva las 24 horas del díaâ€, explicaban recientemente desde Prisa. En pocos días y para satisfacer a los bancos, el Grupo tiene que poner sobre la mesa una inyección de capital de unos 300 millones que los Polanco negocian a marchas forzadas y por diferentes vías. El pasado 14 de mayo, las entidades financieras ampliaron hasta el 31 de marzo de 2010 el vencimiento del críédito puente de 1.950 millones concedido a Prisa para la operación de compra de Sogecable en 2008. Eso sí, con duras condiciones intermedias.