El cheque que necesitan las Bolsas para seguir al alza
Cárpatos
Willy Brandt fue un famoso político alemán al frente del país en la díécada de los setenta. Hay una conocida aníécdota que se produjo cuando aún era alcalde de Berlín y recibió una invitación para dar un discurso en la capital de Israel, Tel Aviv. Cuando llegó allí fue agasajado y conducido al lugar del discurso. Quedó impresionado pues era un lugar excelente, pero aún le sorprendió más cuando le dijeron sus acompañantes que el auditorio se llamaba "Mann".
Cuando Willy Brandt agradeció la deferencia de haber escogido aquel lugar, notó que sus interlocutores quedaban algo turbados. No sabiendo muy bien cómo decírselo, le comentaron que no se llamaba así por el insigne autor de La montaña mágica, sino por otra persona que se llamaba Frederic Mann. Ante aquella información, Willy se interesó por las obras que había escrito aquel desconocido. Tras dudar algo, uno de sus acompañantes le dijo: "Pues sí, escribir sí que ha escrito algo... un cheque bancario".
Las Bolsas europeas dudan en estos días. Las tendencias alcistas de medio plazo siguen sólidas, pero a corto parece que no hay fuerza y todos siguen esperando que aparezca el Frederic Mann de turno para que ponga una buena cantidad de dinero encima de la mesa y decida intentar atacar de nuevo. A fin de cuentas, esto de la Bolsa no es cuestión de míérito sino de dinero, y, si no, baste ver todo lo que hemos subido con unos fundamentos económicos aún como mínimo dudosos. Aunque a veces ni siquiera es cuestión de dinero, sino de psicología humana, o de manipulación, que tambiíén la hay. Vean en el gráfico adjunto del futuro del Dax en diario donde marca la flecha azul. Ese día, la cotización que no paraba de subir tocó máximos del año, y se dio la vuelta. Desde ese día no para de bajar.
En esa jornada, ese futuro a las 13.00 horas tenía vencimiento trimestral de derivados. En cuanto pasó el vencimiento, que evidentemente había forzado el alza, se pasó el interíés comprador.
El gráfico nos muestra más cosas. En primer lugar, que, aunque la tendencia a corto se ha complicado, la de medio sigue alcista. En segundo lugar, que el oscilador estocástico nos muestra fuerte sobrecompra, e intenta corregir.
Tambiíén podemos ver cómo la cotización se ha apoyado varias veces sobre la media exponencial de 40 para rebotar; íése es el soporte a vigilar. Si lo pierde habría que empezar a inquietarse. El gran enemigo de las Bolsas ahora mismo es el temor a que los gobiernos empiecen a levantar las medidas de apoyo a la economía. Tradicionalmente las grandes subidas iniciales que siguen a las tendencias bajistas mayores terminan justo en el momento en que las Bolsas empiezan a descontar este cese de los apoyos. Mientras eso no suceda el peligro es reducido, teniendo en cuenta que hay muchos gestores que quedaron fuera del subidón anterior y es posible que intentan incorporarse al carro alcista si hay bajadas significativas.