La acción del Santander, frente a sus límites
Fernando Martínez en Cinco Días
Claramente, el Santander es nuestro valor favorito en el sector: tiene una base de críéditos muy grande y diversificada y su apuesta por Brasil es muy acertada", explica Nagore Díez, de la sociedad de valores Norbolsa. Esta firma tiene un precio objetivo de 12,2 euros, frente a los 11,01 euros a los que cerró el viernes el banco. Las acciones se han recuperado un 186,6% desde marzo, pero para la mayoría de los analistas la carrera aún no ha terminado.
"Santander ofrece una fuerte posición de capital, una diversificación atractiva de beneficios ante una eventual recuperación económica global y unos elevados márgenes de pre-provisiones, que proporcionan una fuerte línea de defensa para el capital y los beneficios", expone Carlos Berastain, de Deutsche Bank. Este banco aconseja comprar acciones de Santander y fija su precio objetivo en 14 euros. No son estas las únicas recomendaciones positivas. Morgan Stanley propone sobreponderar el valor en la cartera y apuesta por un precio objetivo de 13 euros. HSBC ve al valor en 13,2 euros y Cheuvreux, en 12,5 euros.
Pero todo tiene sus matices. "Santander está disparado en Bolsa, pero no se puede olvidar que ya está muy cerca de máximos históricos. Si pierde los 10 euros, no me sorprendería que bajase rápidamente a ocho euros", avisa Luis Benguerel, de Interbrokers. De acuerdo con los datos que suministra Bloomberg y teniendo en cuenta que el valor ha sido ajustado retrospectivamente tras sus sucesivas ampliaciones, el máximo histórico de Santander está en los 12,79 euros a los que llegó a cotizar en 2007.
El banco está envuelto ahora en una serie de acontecimientos muy importantes. El lunes pasado, el presidente de la entidad, Emilio Botín, anunció la salida a Bolsa del 16,21% de la filial brasileña en una ampliación de capital que oscila entre 4.340 y 4.930 millones de euros. Por otra parte, tambiíén ha dado comienzo el proceso del llamado dividendo elección: la rumuneración consistirá en que el banco va a hacer una ampliación de capital y entregará a los accionistas unos derechos de suscripción de los nuevos títulos. Los inversores que lo deseen podrán vender esos derechos al banco o en el mercado. Los analistas advierten que los inversores que no quieran ver diluida su participación están obligados a aceptar la remuneración en acciones.
Por otra parte, no se puede olvidar que el sector bancario aún no ha resuelto ni mucho menos sus problemas. La repercusión de la crisis financiera en la economía se está dejando notar especialmente en países como España y Reino Unido, dos lugares donde Santander tiene buena parte de su negocio. "El 70% de la cartera de príéstamos del banco está expuesto a España y Reino Unido, dos mercados con fundamentales en declive", admite un experto que pidió no ser identificado. "La cartera crediticia española ha caído un 2% en tasa interanual, frente al crecimiento del 26% de 2007 y el volumen de críéditos morosos en el primer semestre del año es más de dos veces superior al de los registrados durante el mismo semestre de 2008", añade este broker.
Otra de las críticas que los analistas hacen al banco es que su modelo de negocio de rápido crecimiento es muy intensivo en consumo de capital. Un ejemplo de ello es el banco británico Abbey, que Santander ha sabido gestionar con habilidad, pero cuyos retornos han necesitado de cinco años para aproximarse a los costes de capital.
El fuerte impulso experimentado por el valor desde marzo ha hecho que el banco Santander sea hoy la mayor empresa española por capitalización bursátil (89.793,2 millones de euros), con una ponderación del 22,57% en el Ibex 35.
Las acciones acumulan una revalorización del 66,36% en el año. Aún así, Santander cotiza relativamente barato, con una relación entre precio y beneficios inferior (PER) a 10 veces, por debajo del sector. La cuestión es ahora si la acción será tendrá fuerza suficiente para seguir avanzando a sus máximos históricos o si, por el contrario, ha llegado el momento de realizar beneficios.
La cifra
66,36% es la revalorización acumulada por el banco en lo que va de año, es el sexto mejor valor del selectivo Ibex 35
Cuenta atrás para el 'dividendo elección'
EL DIVIDENDO. En mayo pasado el banco Santander anunció una modificación para el segundo dividendo a cuenta del ejercicio, que tendrá lugar el 4 de noviembre. El banco ofrecerá a los inversores la posibilidad de percibir el dividendo en acciones, o en efectivo como hasta ahora. Lo que van a recibir los accionistas es un derecho de suscripción para las nuevas acciones que Santander emitirá en una ampliación de capital. Si se desea el efectivo, el inversor tendrá que vender esos derechos al banco a un precio fijo, o en el mercado.
COMIENZA EL PLAN. La entidad ya ha dado comienzo a su plan, bautizado como "Dividendo Elección". La crítica de los expertos radica en que lo que se presenta como una libre elección, no lo es tanto. El banco va a hacer una ampliación y la consecuencia es inmediata: a más acciones, menos beneficio por acción y, en consecuencia, menos dividendo. Aquellos accionistas que quieran mantener íntegra su participación en el banco no les queda otra que aceptar el pago en especie. El dividendo en acciones no tiene retención fiscal, mientras no se vendan los títulos. El efectivo está sujeta a la retención fiscal habitual del 18%.
EL CALENDARIO. El 14 de octubre se determinarán los derechos necesarios para recibir una acción y el precio definitivo del compromiso de compra de derechos. Del 16 al 30 es el plazo de negociación de derechos. El día 27 es el último para solicitar el dividendo en efectivo. El 4 de noviembre empiezan a cotizar las nuevas acciones y se hará el pago en efectivo a los inversores que lo hayan solicitado.
Canje de deuda
Con el objetivo de reforzar los recursos propios de la entidad, el banco Santander ha emprendido una serie de acciones entre las que las más exitosa ha sido la oferta para el canje de participaciones preferentes y deuda subordinada emitadas por sus filiales extranjeras. Esta deuda contabilizaba como recursos propios sólo a nivel local y no en el grupo. La nueva deuda ha sido emitida por la matriz y a un tipo de interíés más alto. El grado de aceptación fue muy elevado, del 83% en los activos denominados en libras, y el mercado calcula que las plusvalías generadas superan los 1.000 millones.
En paralelo, el banco hizo una oferta de compra de bonos de titulización respaldados por derechos de cobro del banco, con un valor total de 16.500 millones. En este caso, el banco sólo recuperó un 3,6% de los bonos. La entidad ve este hecho como algo positivo porque indica que los inversores no quieren deshacerse de bonos del Santander, ergo confían en el valor.