elmundo.es | Efe
Madrid.- Los precios volvieron a bajar en septiembre despuíés del paríéntesis vivido en agosto. De este modo, la inflación vive su síéptimo mes seguido en negativo y se coloca en el -1%, dos díécimas por debajo de la de agosto (-0,8%).
Así lo refleja el indicador adelantado del índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) difundido por el INE que, de coincidir con la inflación general (IPC), tambiíén supondrá la síéptima caída interanual de precios desde hace 47 años, en 1962, primer año del que se tienen datos homologables.
En agosto, el IPC pasó del -1,4%, su mínimo histórico, al -0,8%, lo que alivió el riesgo de deflación. Sin embargo, el nuevo descenso siembra dudas sobre el desarrollo de los precios.
Aunque la caída de precios en un principio puede parecer beneficiosa para los 'bolsillos' de los ciudadanos encierra el peligro de que termine por afectar al consumo, ya que se pueden aplazar ciertas compras para más adelante a la espera de que se sigan abaratando los productos.
Ello podría acabar haciendo mella en el crecimiento económico. El Gobierno ha manifestado que espera que la inflación cierre el año en positivo y achaca las caídas actuales al efecto base del petróleo -la diferencia entre los precios máximos del pasado año con respecto a los registrados 12 meses despuíés-.
En agosto, ese efecto se moderó ya que la diferencia entre los precios del crudo entre un año y otro ya no es tan grande como en meses anteriores. Hace un año el barril del Brent costaba 70,19 euros frente a los 46,84 euros de septiembre de este año.
Por ello, la nueva caída de la inflación puede que estíé más relacionada con la crisis económica. Habrá que esperar a mediados de mes, cuando se confirme el dato y se conozcan las partidas que más han bajado, para poder analizar los datos en profundidad.
De momenteo, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, ha insistido en que no hay riesgo de deflación y ha recordado que la previsión del Ejecutivo es que el IPC termine el año en tasas positivas.