elmundo.es/Juan E. Maíllo
Gotemburgo (Suecia).- Pedro Solbes, el ex vicepresidente segundo del Gobierno, ha roto su silencio y ha consumado su desmarque absoluto de la política económica que ha impuesto el presidente del Gobierno, Josíé Luis Rodríguez Zapatero.
Ayer miíércoles reconoció abiertamente que no estaba dispuesto a avalar el cambio de rumbo puesto en marcha por el Ejecutivo. "Han hecho las cosas que yo no quería hacer", resumió en la noche del martes el tambiíén ex ministro de Economía en una conversación con EL MUNDO, al ser preguntado por las medidas adoptadas por el Gobierno y por los Presupuestos Generales del Estado.
Solbes rompía así un silencio de siete meses horas. Y lo hacía desde Gotemburgo (Suecia), donde acudió como presidente de la Junta de Supervisión del Grupo Asesor Europeo sobre Información Financiera (Efrag) a un ciclo de conferencias sobre el sector financiero.
Las discrepancias entre Solbes y Zapatero se habían hecho insostenibles para ambos. Ahora se le ve tranquilo y mantiene, más si cabe, el tono templado que siempre empleó como piloto de la economía española (de 1993 a 1996 y de 2004 a 2009). Sí ha reconocido tambiíén que no ha vuelto a hablar con Zapatero desde que abandonó su escaño de diputado, hace más de dos semanas, el 14 de septiembre. No fue eso lo que dijo el presidente del Gobierno, en cambio. "Sigo hablando con íél [Solbes], porque somos amigos", aseveró un día despuíés de su renuncia.
El ex ministro de Economía se queja en privado de que el Gobierno estíé dando palos de ciego en materia económica e improvisando una medida tras otra. Sin embargo, no critica en sí el incremento fiscal. Lo ve lógico en el objetivo de llegar a un díéficit del 3% en 2012, como quiere Zapatero. '¿Será posible?'. A Solbes le dio la risa y cabeceó de un lado a otro. Parece que va a ser que no.