El sistema de cupos despierta de nuevo la especulación fotovoltaica
Noemi Navas en Cinco Días
La especulación ha vuelto al sector de la energía solar fotovoltaica. Los sistemas de control de la potencia que entra en el sistema a travíés de los cupos, en marcha desde septiembre de 2008, han servido para dar valor a los permisos para instalar parques fotovoltaicos que otorga el Ministerio de Industria. El precio por la inscripción se ha disparado hasta el millón de euros por megavatio (MW), según datos de la consultora especializada en el sector, Eclareon.
En septiembre del año pasado, Industria determinó que en 2009 sólo se podrían instalar en España 500 MW, repartidos entre plantas de techo y suelo. Esta potencia se repartiría trimestralmente a travíés de un registro de preasignación de retribución. Esta inscripción era imprescindible para cobrar la prima. Este sistema pretendía "controlar la potencia que entraba en el sistema, racionalizar y garantizar unas condiciones de rentabilidad", como se ha insistido desde Industria en numerosas ocasiones, despuíés de la explosión que se vivió en 2008, año en el que se instalaron más de 2.600 MW fotovoltaicos. En ese momento, las prisas por instalar dispararon los precios de los permisos para construir plantas por encima de los cinco millones.
Pero la poca potencia que se reparte trimestralmente y la amplísima cantidad de peticiones que se presentan han vuelto a dar a los permisos un alto valor. "Con varios años de espera para poder ejecutar un proyecto, disponer de una licencia ya autorizada es un bien preciado", confirman en la Asociación de la Industria Fotovoltaica (Asif).
Tal y como resume Juan Laso, presidente de la Asociación Empresarial Fotovoltaica (AEF), "ahora hay muchos papeles en manos de gente que, en este momento de crisis, o no tiene capacidad o no tiene ya interíés por promover la planta. Si una empresa quiere seguir trabajando, sólo tiene dos opciones: o paga o espera el registro".
A la escasez, se le ha sumado la radical caída de los precios de los módulos fotovoltaicos en el último año por el menor mercado. "Muchos fabricantes han tenido que dar salida a los stocks almacenados a precios muy bajos y ello ha propiciado temporalmente un mayor margen para los adjudicatarios de las licencias", explican en Asif. Laso advierte del peligro "de que algunos estíén realizando prácticas de dumping" para colocar su producto en un mercado tan estrecho.
Así, una planta fotovoltaica puede llegar a costar ahora "hasta un 50% menos que el año pasado", afirma David Píérez, socio de Eclareon. Este margen de rentabilidad, en lugar de revertir en la cadena de valor, sirve para pagar el sobrecoste que piden los dueños de las licencias.
Una solución, según fuentes del sector, podría ser eliminar los cupos y bajar tarifas, para que no hubiera escasez ni grandes márgenes para pagar sobrecostes. Sin embargo, desde Asif consideran que, aunque rechazable, "esta situación es transitoria. Desaparecerá en cuanto la dinámica del mercado haga subir los precios y las tarifas sigan bajando trimestralmente, como está previsto". Además, si no se ejecuta la planta en un año desde el registro, se ejecutan los avales depositados, impidiendo que esta práctica se perpetúe.
Laso pide, de todos modos, unas medidas "a corto plazo que acaben con la especulación". "Siendo transparentes con los costes, se puede llegar a una rentabilidad razonable, que permita planificar el desarrollo y elimine la especulación", afirma.
Amenaza para el resto de tecnologías
Javier García Breva, presidente de la sección fotovoltaica de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), afirma que "la consolidación del sistema de cupos (para el resto de las energías renovables) es una píésima noticia". Las tecnologías eólica, termosolar, cogeneración y biomasa ya están sujetas al sistema de registro de preasignación de retribución desde el pasado mes de mayo pero aún no tienen más cupos que el cumplimiento de sus objetivos para 2010.
García Breva teme que introducir estas limitaciones al resto "propague la especulación por las licencias", como está ocurriendo en la fotovoltaica.
El presidente de APPA Fotovoltaica va más allá y asegura que estos controles "atentan contra las leyes del mercado y contra la Directiva Europea de Renovables, que insta a eliminar las barreras no económicas a las energías limpias".
