Como es habitual, en esta segunda semana de octubre son muy pocos los datos económicos relevantes en EEUU. Por lo tanto, la atención estará puesta en este país en posibles cifras de ventas empresariales a cierre del trimestre, preludio de la temporada de resultados que empezará a mediados de mes.
En Europa, esta semana hay reunión del BCE. Lógicamente nadie espera cambios en los tipos oficiales, aunque sí podría haber alguna declaración sobre las estrategias de salida de la actual política de impulso monetario. El compromiso del BCE llega hasta final de año. A partir de ahí, según los últimos comentarios de Trichet “las medidas de liquidez no convencionales se irán retirando paulatinamente a medida que se vayan alcanzando el vencimiento de las operaciones ya realizadas, a menos que se decida ampliar las mismasâ€.
Pese a la corrección de los últimos días, nuestros analistas siguen apostando por un buen comportamiento de las bolsas en los próximos seis meses.
Las razones:
- La reconstrucción de existencias.
- El mantenimiento por parte de los bancos centrales de las facilidades de acceso al críédito.
- Bajos tipos de interíés.
- El impulso fiscal, pues no sólo no se han agotado las medidas ya aprobadas (sólo el 20% de los 787.000 mn. de dólares aprobados en EEUU se han gastado), sino que en algunos países, como Alemania o Francia, puede haber nuevos paquetes de estímulo en 2010.
Lejos de haber subido demasiado, los analistas consultados consideran que se está infraestimando el impacto positivo de estos cuatro factores, y sus efectos en el tiempo (entre 6 y 9 meses). De hecho, en los próximos tres trimestres la economía americana puede crecer hasta dos veces más de lo que espera el mercado (más del 4%, frente al 2.3% anualizado previsto). En base a estas expectativas, en las carteras modelo recomendadas para el mes de octubre hemos subido el peso de la renta variable a sobreponderar. Otros activos pueden verse apoyados por este escenario positivo. A seis meses vista, los mercados emergentes, los bonos corporativos de mayor riesgo o el oro serían los activos más beneficiados. Pese a que las valoraciones bursátiles pueden parecer elevadas, no lo son a juicio de los analistas consultados puesto que las previsiones de beneficios, aunque se han revisado al alza, todavía no han tenido en cuenta este escenario positivo.
Por último, existen factores tíécnicos favorables que deberían impulsar los precios de estos activos de mayor riesgo. En EEUU, el volumen de activos en los fondos de mercado monetario se sitúa hoy en el 26% del PIB, esto es, todavía por encima de los niveles existentes hace un año, antes de la debacle de Lehman Brothers. Hay margen por tanto para invertir estos activos en inversiones de mayor riesgo. Además, existe evidencia sobre que tambiíén los inversores a largo plazo, como gestoras de planes de pensiones o compañías de seguro están tambiíén hoy con infrapeso en activos de riesgo.