Muy interesante este enlace del año pasado a "The Chronicle Review" (de pago) donde se comenta que la crisis actual se parece más al pánico financiero de 1873 que a la crisis de 1929.
The Real Great Depression
http://chronicle.com/temp/reprint.php?id=477k3d8mh2wmtpc4b6h07p4hy9z83x18 Traduciendo de forma libre y resumiendo algo, podríamos entresacar las siguientes ideas interesantes:
Los problemas empezaron en 1870 en Europa, en ese momento la mayor potencia mundial. Las potencias europeas del momento, el Imperio Austro-húngaro y Francia, daban soporte a numerosas instituciones financieras que daban príéstamos para construcciones municipales y residenciales, especialmente en las grandes capitales como Viena, Berlín y Paris. Los príéstamos se obtenían en la íépoca con gran facilidad, y se inició una burbuja inmboliaria. Los precios del suelo se dispararon más y más, y todo el mundo se endeudaba cada vez más, usando como colaterales todo tipo de temas inmobiliarios incluso casas que aún no se habían construído o que estaban a medias. Vamos una especie de ABS subprime, actuales. Como ven el hombre es siempre el mismo, nunca cambiará.
Pero la economía no iba bien.
La competencia que venía de Amíérica en cuanto a la producción agrícola empezaba a hacer daño a los productores europeos.
Poco a poco esta competencia empezó a hacer mucho daño, ante la apatía de las autoridades que decían que aquí no pasaba nada, hasta que en mayo de 1873 la crisis empezó a golpear con fuerza a los bancos del continente. Viendo el panorama, los bancos ingleses empezaron a dejar de prestar a nadie, temerosos de los bancos que pudieran caer, ya que no estaba claro quiíén estaba contaminado. El interbancario de la íépoca se colapsó al dejar de prestarse los bancos entre sí y los tipos se dispararon, exactamente igual que ahora. La misma historia como ven. Finalmente la crisis alcanzó ese mismo año a EEUU. Primero cayeron las compañías de ferrocarriles. Ello era debido a que se habían enredado en productos de ingeniera financiera que prometían un tipo fijo, con unas garantías que a fin de cuentas no valían nada.
La verdad es que más o menos la historia se repite... en fin, ahora dicen que nos recuperamos, ya veremos cómo acaba la historia.