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Autor Tema: Desempleo mundial: La OIT advierte sobre crisis social y protestas masivas  (Leído 491 veces)

Varmys

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La clave del estallido social

El malestar social que generan la quiebra de empresas con desocupación creciente y el deterioro de las condiciones salariales, así­ como el achicamiento de la capacidad de consumo, alimenta y exacerba el estado de frustración colectiva, provoca píérdida de confianza en los polí­ticos y alienta las huelgas y protestas sociales que comienzan a extenderse por toda el planeta.

El colapso financiero con desaceleración económica y desempleo (por efecto de la contracción del críédito) exportada originalmente de EEUU se contagia aceleradamente por las economí­as del euro que afrontan crecientes huelgas y protestas sociales que han llevado a la Unión Europea a decretar alerta roja y una agenda de reuniones de urgencia para afrontar el terremoto económico con desocupación masiva.

En este escenario, la crisis social con protestas y huelgas (consecuencia de la caí­da del consumo y los despidos laborales) ya se perfila como un emergente de la crisis recesiva- laboral y se sigue extendiendo peligrosamente por toda la geografí­a europea y estadounidense.

A nivel social, esos procesos de rebelión social van a ser protagonizados por dos actores centrales: Los pobres y los desocupados expulsados del mercado del consumo.

No es el mercado (en sus distintas variantes macroeconómicas), sino que son los expulsados del mercado (los excluidos sociales) los que van a protagonizar el desenlace decisivo de la crisis global capitalista que se avecina.

Y hay una explicación lógica: La crisis financiera y la crisis recesiva, cuyo emergente inmediato es la quiebra y cierre de bancos y empresas, pueden ser reguladas y controladas por medio de la inyección de billonarios fondos por los gobiernos y los bancos centrales imperiales.

En cambio, para los efectos sociales de la crisis financiera recesiva (la desocupación y el achicamiento del consumo) no existe otro remedio que reocupar a la mano de obra expulsada  si se quiere evitar el colapso social y las revueltas populares.

Y para un capitalismo en crisis, cuya lógica funcional pasa por expulsar trabajadores para mantener su tasa de rentabilidad, esa es una tarea imposible.

Por lo tanto, los conflictos sociales son inevitables como desenlace.