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Autor Tema: El oro gana adeptos entre la comunidad inversora  (Leído 1423 veces)

anna

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El oro gana adeptos entre la comunidad inversora
« en: Octubre 10, 2009, 10:38:59 am »
Patricia Rubio - Cinco Dí­as

Basta un breve paseo por las calles del centro de Madrid para comprobar la pujanza de los negocios de la compraventa de oro. Incluso si el paseante se muestra ajeno a los carteles, una guerrilla de hombres anuncio ataviados con chalecos fluorescentes le recordarán, con voces propias de un mercadillo, la posibilidad de vender sus alhajas. Vender un collar o una pulsera suele ser el último recurso para conseguir dinero instantáneo. Pero la crisis y la subida del precio del oro están animando a la gente a dar el paso.

Los precios del negocio de los peristas no se fijan con tanta precisión, pero obviamente el máximo histórico alcanzado por el oro en los mercados de materias primas tienen un efecto arrastre. El preciado metal ha encadenado esta semana varios ríécords hasta alcanzar los 1.055, 40 dólares por onza a los que llegó a cotizar el jueves pasado. En la jornada siguiente, la onza se situó ligeramente por debajo de 1.050 dólares. En el año, suma una revalorización del 18,75%. Las perspectivas, además, siguen siendo optimistas para las casas de análisis, aunque si dejar de lado que se trata de una materia prima especialmente volátil. Y así­, mientras en la calle se anuncia la compra de oro, el mercado vive una íépoca dorada (valga la redundancia) gracias a la demanda de inversión que, como sucede con los activos financieros, crece a medida que sube el precio.

Según Luis Montero, de Compro Oro España, "cada vez hay más competencia en el sector, pero al mismo tiempo cada vez hay más oro para todos". Esto se explica por la difí­cil situación económica que sufren muchas personas. Montero recuerda que "la gente vende sus joyas porque necesita liquidez, ya sea para comer o para pagar la hipoteca" y asegura que desde principios de año las ventas de oro han aumentado alrededor de un 200%.

El vendedor no tiene un perfil definido, ni tampoco existe una venta estándar. "En nuestras tiendas entra todo tipo de gente y vemos desde el tí­pico menudeo, como por ejemplo un anillo, hasta piezas de 400 gramos cuyo valor son casi 5.000 euros". Cada gramo de oro de 18 kilates, el que se encuentra habitualmente en las casas, se paga a 11 o 12 euros.

Estados Unidos tambiíén vive este fenómeno. Según fuentes de Bloomberg, la firma House of Kahn Estate Jewelers, de Chicago, ha visto multiplicarse por cinco el número de personas interesadas en la venta de joyas, en la primera quincena de septiembre, cuando se superó la barrera de los 1.000 dólares la onza. Cash4Gold, el autodenominado mayor comprador de oro usado del mundo, corrobora este mayor interíés por vender, aunque sin concretar habla de un aumento "considerable".

El oro es sinónimo de dinero. Pero además el dorado metal es un valor refugio, que esta en auge ante la devaluación de las monedas, especialmente el dólar estadounidense, y la aversión al riesgo. "Ha aumentado la compra de lingotes y monedas por la desconfianza en el mercado", asegura Jaime Guitart de Oro-Express. "La principal ventaja del oro es que se trata de un bien tangible", dice Guitart. Junto a la posibilidad de comprar oro fí­sico, la demanda de inversión del preciado metal tambiíén ha aumentado. Se trata de un activo cada vez más presente en la cartera gracias al lanzamiento de productos financieros como son los ETF o fondos cotizados. Son carteras que suelen invertir en un í­ndice -el futuro sobre el oro, por ejemplo- y que se pueden comprar y vender en Bolsa como una acción.

La demanda de oro por parte de los ETF se ha disparado un 159% entre junio de 2008 y el mismo periodo de 2009, según las últimas estadí­sticas del Consejo Mundial del Oro. En España no hay de momento fondos sobre el oro cotizando en Bolsa, pero hay entidades, como Renta4, por ejemplo, que ofrecen la posibilidad de contratarlos en otras plazas mundiales.

Los ETF o la compra fí­sica de oro no son la única ví­a de inversión en el metal precioso. Pictet & Cie, el mayor banco privado de Suiza, lanzó el 1 de octubre un fondo respaldado por oro, ante la gran demanda de inversores. La novedad de este producto es que invierte fí­sicamente en lingotes de oro y permite rescatar la inversión en especie. Es decir, en lugar de recibir el capital invertido más la plusvalí­a -en su caso- el inversor puede quedarse con los lingotes equivalentes. La gestora Julius Baer tiene un fondo similar. Según Magda Alonso, de Atlas Capital, importar el oro a España acarrea dificultades. "Hoy en dí­a se importa el oro por temas de joyerí­a y estíética, pero no por temas de inversión", subraya.

La demanda de oro como inversión está compensando el menor consumo del sector joyerí­a. Según datos del Consejo Mundial del Oro, en el segundo trimestre de 2009 la demanda de inversión se elevó en 222 toneladas, un incremento del 46% respecto al mismo periodo del año anterior. Mientas, el oro destinado a la joyerí­a descendió un 22%.

La subida del oro ha sido paralela a la de otros metales. Citi ha aumentado recientemente sus estimaciones para 2010, un 4% para el oro y el platino, además de un 13% para la plata. Los precios quedarí­an así­: 966, 1.350 y 16 dólares por onza. El banco de inversión muestra su preferencia por la plata y el platino. "Esperamos que la plata y el platino supere al oro al mejoren las condiciones económicas debido a su influencia superior al ciclo industrial".

Desde Oro Express tambiíén aseguran que estos metales ganarán fuerza a medida que se recupere el consumo. La plata se utiliza en industrias que van desde la fotografí­a hasta los productos electrónicos, pasando por usos míédicos. Lo mismo ocurre con el platino, usado en la industria del automóvil, lo que podrí­a mejorar su comportamiento.

Otra manera de invertir en metales preciosos es hacerlo en a travíés de las compañí­as mineras. Sin embargo, en este caso, el pulso de las acciones está más sujeto a los caprichos del mercado y al comportamiento financiero de las corporaciones, que al propio precio del oro. Pese a todo, existe una correlación elevada entre el precio del oro y la cotización de las mineras. Este tipo de inversión no es recomendable para inversores conservadores, y requiere un estudio detallado de las compañí­as. En lo que va de año destaca la revalorización de US Gold Corp, más de un 250%. Tambiíén han mostrado una buena evolución bursátil Eldorado Corp y Oxus Gold PLC.

El sector de minerí­a del í­ndice Stoxx 600 acumula una subida del 67% este año, frente al 22% del í­ndice. No obstante, lo aconsejable para el pequeño inversor es invertir en estas compañí­as a travíés de fondos de inversión, en los que el análisis y las decisiones de inversión las realiza un gestor profesional. Gestoras internacionales como Blackrock, DWS, Sociíétíé Gíéníérale Asset Management o Pioneer comercializan en España fondos esta clase. Las rentabilidades en lo que va de año superan el 40% en muchos casos. Aunque hay que recordar que rentabilidades pasadas no garantizan ganancias futuras.

El brillo del oro no debe cegar a los inversores. í‰stos deben recordar que se trata de un mercado muy volátil, y basta una mirada retrospectiva para ver una historia cargada de altibajos; de hecho, el anterior ríécord del oro databa de 1980. Dadas estas peculiaridades algunos expertos aconsejan mantener la inversión a largo o muy largo plazo para evitar píérdidas. Otros recuerdan que el oro se debe utilizar para diversificar carteras, por lo que no es recomendable invertir más de un 5% en este tipo de productos.

Los analistas opinan que todaví­a queda margen de subida al precio del dorado metal. Sin embargo no hay que perder de vista que este ascenso tambiíén podrí­a ser fruto de la mera especulación. Por otra parte, los meses de octubre a diciembre suelen ser buenos para el metal precioso por la mayor demanda de joyerí­a de cara al periodo navideño y tambiíén al cíélebre festival indio de Diwali.

Buenas perspectivas de apreciación
Aunque se trata de una materia prima muy volátil, las perspectivas de alza de precios del oro son elevadas. Standard Bank pronostica que subirá hasta los 1.100 dólares, y Barrick Gold, el mayor productor del mundo, está apostando 5.600 millones a que el alza continuará. Además, según un sondeo hecho por Bloomberg, los precios se mantendrán en los próximos meses: de media, el oro para entrega inmediata en Londres cotizará a un promedio de 959 dólares la onza en el cuarto trimestre, y alcanzará los 988 dólares en el segundo trimestre de 2010. Barclays, entre otros, prevíé una corrección a corto plazo para a continuación iniciar una nueva escalada.

Más optimista es Marion Muller, directora de www.oroyfinanzas.com, quien asegura que nos encontramos en las "primeras fases de un gran mercado alcista". La experta considera que el dorado metal sólo ha roto máximos nominales, no absolutos. "De 1971 a 1980 el precio se disparó desde los 35 dólares la onza hasta los 850, una subida motivada por la decisión de Nixon de romper con el patrón oro. Si ajustamos esta cifra a la inflación oficial, darí­a 2.200 dólares. Por tanto, al oro todaví­a le queda la mitad del camino por recorrer".

Los argumentos para confiar en el buen comportamiento del oro son variados. Por el lado de la oferta, la producción de oro está de capa caí­da. En 2008 descendió un 4% y se situó en el nivel más bajo desde 1995. "Durante mucho tiempo el bajo precio del oro ha hecho que no compensase hacer exploraciones, y por tanto no se han descubierto vetas. Incluso encontrando pronto una veta se necesitan siete años para que empiece a producir", asegura Muller.

La subida tambiíén se apoya en el aumento de la demanda institucional. "Los bancos centrales han dejado de ser parte de la oferta y ahora demandan oro", dice Marion. Un buen ejemplo es China, cuyo Banco Central ha aumentado sus reservas en un 43% desde 2003. El gigante asiático atesora 1.054 toneladas, el quinto en el ranking mundial.

El temor a la inflación y la debilidad continuada en el dólar han sido los factores clave que han animado la subida del oro. Deutsche Bank sigue creyendo que estos fundamentos subyacentes macroeconómicos sirven de apoyo para el preciado metal.

La materia prima definitiva
El oro es un metal preciado, pero no porque sea escaso, sino por todo lo contrario. Porque es un metal abundante, no perecedero y que no se consume. Por ello, a lo largo de la historia se ha utilizado como moneda de cambio, con el añadido, en tíérminos de oferta, de que una proporción importante del oro extraí­do a lo largo de la historia permanece hoy en dí­a, aunque se haya tranformado en monedas, lingotes o joyas.

Todas estas caracterí­sticas, así­ como su condición de ser un valor tangible, que se puede tocar, convierten al oro en un refugio en momentos de incertidumbre. Y así­ ha sucedido a lo largo de la historia moderna cuando han tenido lugar guerras o desastres similares. El oro es el único activo que no está en el pasivo de nadie. Es decir, no tiene riesgo de críédito porque no genera a nadie la obligación de hacer frente a un pago, como son los bonos. Ni hay una compañí­a detrás que puede quebrar, como es el riesgo del tenedor de acciones. Tampoco se ve afectado por las condiciones económicas de un paí­s concreto, como sí­ sucede con las divisas, que se van devaluando a medida que aumenta la inflación.

Históricamente, el valor del oro, en tíérminos de la capacidad que tiene para comprar bienes y servicios, apenas ha variado. Según datos del Consejo Mundial del Oro (www.gold.org), en el año 1900 el oro tení­a un valor de 27 dólares por onza, lo que equivale a 503 dólares por onza a precios de hoy en dí­a. Con la última escalada del metal precioso, el oro cotiza por encima de los 1.000 dólares, una tendencia provocada principalmente por la depreciación de la divisa estadounidense, con tipos de interíés cercanos a mí­nimos. Dado que el oro se vende en dólares, si la divisa vale menos, habrá que pagar más por cada onza.