Una aproximación científica al mundo de la Bolsa
por Cárpatos
Ezequiel Ander, en su obra Tíécnicas de investigación social, cuenta una curiosa aníécdota: "Siendo Galileo muy joven, y enseñando en la Universidad de Pisa, los profesores de la misma sostenían que un cuerpo de diez libras de peso tardaría en caer un tiempo diez veces menor al que emplearía otro peso de una libra. Una mañana subió Galileo a lo alto de la torre inclinada de Pisa, con dos pesos de una y diez libras. En el momento en que los profesores se dirigían con grave dignidad a sus cátedras, en presencia de los discípulos, llamó la atención y dejó caer los dos pesos. Ambos llegaron prácticamente al mismo tiempo. Los profesores, sin embargo, sostuvieron que sus ojos debían haberles engañado, puesto que era imposible que Aristóteles se equivocase... Años despuíés, cuando fabricó un telescopio e invitó a los profesores a mirar los satíélites de Júpiter, estos rehusaron, exponiendo como motivo que Aristóteles no había mencionado dichos satíélites y que, por tanto, cualquiera que pensase que los veía tenía que estar equivocado...
Este chascarrillo aparece en el capítulo titulado: "La actitud científica como estilo de vida". Hay que tener la mente abierta a las cosas nuevas siempre que se puedan comprobar y no seguir actitudes dogmáticas exageradas.
Es peligroso andar por el agitado mar de las Bolsas sin una actitud científica, abierta a cualquier descubrimiento. Por eso, es muy importante que hoy hablemos de los retrocesos de Fibonacci. Personalmente creo que funcionan muy bien. Son muy seguidos por las manos fuertes como niveles de soporte y resistencia. Si todos a la vez los tomamos como niveles de control, acaban por ser la profecía que se cumple a sí misma.
En el gráfico de arriba del futuro del Euro Stoxx, los retrocesos de Fibonacci más conocidos, el del 38,2 %, 50% y 61,8% están representados en las líneas punteadas. Llevamos siete semanas, 35 sesiones de trading nada menos, completamente atrapados en el nivel del retroceso del 38,2% de toda la tendencia bajista.
Se ha puesto todo el mundo de acuerdo en tomar beneficios si se acertó la subida, o en ponerse el stop de compra si es roto al alza el que se quedó fuera. En esas siete semanas, se han buscado mil motivos a cada bajada y subida, pero la pura realidad es que estamos atrapados en ese nivel tíécnico. La semana termina con algo poco favorable: las instituciones tienen un saldo neutral, no son las que han comprado. Sin embargo, los gráficos de compras de pequeños paquetes de acciones muestran grandes compras de los pequeños inversores. La temporada de resultados va a empezar en serio y será muy importante como resulte.
Es clave ver si se puede pasar el nivel y si se hace, comprobar que las manos fuertes lo siguen. No poder con íél y empezar a bajar, sería preocupante. En 2003 cuando se llegó a ese nivel de retroceso, se estuvo 18 semanas luchando, con constantes escapadas, que terminaban en la misma zona al cabo de unos días.