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Autor Tema: Manual de supervivencia para el hombre blandengue  (Leído 580 veces)

Varmys

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Manual de supervivencia para el hombre blandengue
« en: Octubre 12, 2009, 03:13:40 am »
Esto esta escrito por alguien digamos ''desconocido'', se admiten insultos y demás, esta persona ha sido clausurada muchas veces por el gobierno español, le han cerrado web etc....

Se admiten palabrotas y demás, como es fiesta...............


Que conste, antes de empezar, que tengo menos ganas de contaros lo que sigue que de besarme el codo. Así­ que, en justa compensación, sed unos nervios ópticos. Y ni se os ocurra luego , ya que lo hago, dedicarme insultos o dispararme comentarios imbíéciles.

Aún a riesgo de pareceros más pesado que un notario, os repetiríé que, desde el inicio de este otoño, ante la evidencia de la rendición de cuentas por el fin del año
fiscal norteamericano que pone de manifiesto un díéficit público impagable, la crisis económica, sanitaria y de valores mundial puede desembocar en una dictadura universal. Como consecuencia del despeñamiento del dólar como moneda, y con íél de la preeminencia de EEUU en el mundo, se ha iniciado subrepticia como pedo de jesuí­ta la III Guerra Mundial, que será tambiíén una múltiple guerra civil y genocida en la que pueden destruirse paí­ses como Irán, pero en la que podrí­an morir tambiíén millones de ciudadanos occidentales, ví­ctimas de una agresión bioterrorista, probablemente activada ya en estos momentos, en la que, una vez más, el Gran Poder utilizará a los estados para coaccionar y someter a la población.

Caen velos y cortinas de humo: la clase politica es una mera cinta de transmisión del poder; y no del económico-productivo, otra ví­ctima más de esta crisis, sino del financiero, el verdadero capitalismo, en cuyo víértice está, tras la máscara de la FED, la banda de la kipá. Son, en España, los grandes accionistas de los bancos y los directivos de todas las entidades financieras; tambiíén las selectas familias que ostentan el gran accionariado de empresas energíéticas, de transportes y de comunicaciones. En España son unos pocos miles de personas. Muchos de ellos, que ven venir la tostada,  se han construido en menos que tose un viejo palaciegos refugios en paí­ses como Madagascar, al lado del chalíé de nuestro sin futuro real prí­ncipe, Felipe de Bourbon.

Respecto a la pandemia gripal, os daríé dos noticias: una buena y otra mala.

La noticia buena es que el ser humano ha convivido en simbiosis con los virus desde siempre. El cuerpo humano es una máquina casi perfecta. Sus mecanismos primarios son eficaces y, cuando no funcionan por alguna causa, tiene otros de repuesto. Así­, la digestión ideal debiera ser láctica, los intestinos debieran rebosar Lactobacillus, como los de los bebíés, durante toda la vida. Pero, dada nuestra anti natural alimentación de hidratos, azúcares y grasas, disponemos de otra digestión, la ácida, para evitar atascos digestivos: es terrible y puede provocar úlceras al cabo de los años, pero funciona; y así­ vaciamos el intestino. Algo parecido sucede con la alimentación celular del organismo. Está preparado para recibir por ví­a seral alimento producto de la digestión y oxí­geno, consumirlos, y verter los restos de la combustión a la cloaca intercelular. Allí­, el sistema linfático es el encargado de limpiar por arrastre los detritus. Pero dicho sistema no tiene, como el circulatorio, corazón para bombear: funciona mediante el movimiento del cuerpo. Conclusión: al que no se mueve se le llena el espacio intercelular de porquerí­a hasta el atasco, lo que impide la correcta alimentación celular. Para desatascarlo hace falta descomponer las cadenas largas de residuos en otras mas cortas. Eso se hace de forma natural mediante el aumento de temperatura provocado por el esfuerzo fí­sico para el que está diseñado el hombre en su vida pre-civilizada. Cuando este sistema primario no funciona, porque el propietario del cuerpo es un culigordo sedentario, el organismo husmea ávidamente en el aire un virus y lo usa con el fin de padecer fiebre y desatascar las cloacas. Al poco, en ausencia de medicación, tras el proceso febril y de orinar muy oscuro durante un par de dí­as, los anticuerpos evacuan el virus y el organismo renace limpio de nuevo. El mismo efecto de craqueo mediante temperatura puede lograrse haciendo ejercicio, sin necesidad de virus. Primera idea pues: los virus son entes no vivos, poco más que sales o pequeños venenos, utilitarios. Quizás debiera señalar como problema que la Madre Naturaleza es muy práctica y cruel. Y si el organismo que se autoinfecta está demasiado sucio/enfermo o demasiado viejo, no vence el remedio y muere. Y eso es bueno: que los organismos caducos dejen espacio a los jóvenes. La cosa es clara, por lo tanto: ante la "pandemia", haz ejercicio, suda mucho y no te preocupes por los virus. Y si los pillas, cuíécelos con la fiebre, que eso es bueno. Díéjate de antipiríéticos y de remedios absurdos. Suda como un cerdo y vivirás.

La noticia mala es que los actuales virus son artificiales, armas bioterroristas; algunos, terribles, están preparados para atacar al sistema inmunitario sano. Es decir, que pueden no cumplir con las pautas utilitarias de los virus naturales, esos que desde siempre han convivido con el ser humano. Como son artificiales, suceden absurdos como que la vacuna contra la Gripe AH1N1 se patentara en 2007, dos años antes de la aparición del virus.

¿Queríéis la verdad? La biotecnologí­a farmacológica de las multinacionales se hace en colaboración con la inteligencia y estrategia militares. Por eso se autorizó la investigación con "sí­miles" de los virus: es decir, con sí­ntesis de laboratorio de lo que “pudiera ser natural” y suceder. Y otra gran verdad es que, ante una crisis económica galopante, las farmacíéuticas venden muchos menos medicamentos (en crisis la gente tiende a sanar por sí­ sola y hasta compra menos Viagra; o tiene menos ganas o la crisis vulnera la Ley de la Gravedad). Y como no tienen otra manera de engordar su mercado, actúan como market-makers, y difunden las enfermedades ellos mismos. Cuando Baxter fue cogida con el carrito de los helados, distribuyendo 72 kilos de material para vacunas contaminado con dos cepas de gripe aviar, dos de gripe porcina y una de gripe estacional (sin radiar, es decir, con virus vivos), lo que estaba es creándose un nicho de mercado, aunque fuera rellenando millones de nichos en los cementerios.

Y sigo con la verdad: Todo este asunto de la Gripe A está más preparado que las elecciones en Afganistán. A pesar de que las cifras de mortalidad de la Gripe A son insignificantes, la mayor parte de los gobiernos del planeta han hecho unos pedidos de centenares de millones de dosis de vacunas, que ya están empezando a entregarse estos dí­as.Dado  lo sorprendente de ese hecho incontrovertible, con franqueza viril me permito hacer la siguiente:

Hipótesis de Trabajo sine quae non, ante la que sólo cabe proceder en todo lo subsequente caso de evidenciarse como formalmente cierta:

Estos dí­as se inicia la vacunación, mientras se anuncia ya que el virus va a mutar de manera peligrosa. Supongamos que en un par de semanas hay un recrudecimiento de casos de gripe, y íésta resulta mucho más grave que la benigna gripecilla actual. Que hay pánico por escasez de vacunas y la gente hace cola para obtenerlas. Y que empieza el baile de muertos (entre la población vacunada en primer lugar, estad atentos a eso). Los fallecimientos se atribuyen al virus mutado y la población exige la vacuna urgente. Hay disturbios. Se declara el estado de emergencia sanitaria y se hace la vacunación forzosa. Los que se resisten son puestos en "cuarentena obligatoria", internados en campos de concentración. Si todo esto sucede, o veis que va sucediendo. Si contempláis lo que os parecen las claras consecuencias de un envenenamiento masivo, como sucedió en 1918, y los cadáveres empiezan a apilarse en fosas comunes. Entonces, y sólo entonces, tendrá sentido todo lo que sigue.

Y lo que sigue es que, a petición de muchí­simos lectores, ágil como un duelista, he pergeñado este Manual de Supervivencia ante la Pandemia Pseudogripal para el Hombre Blandengue, que ya viene llegando, llamando a nuestra puerta. Manual que está mucho más vivo que los virus a los que pretende combatir y que, por tanto, irá engordando y afinándose, dí­a a dí­a, gracias a las aportaciones de los lectores.


I


Este manual de supervivencia es muy distinto, dependiendo de si tú, lector, eres padre o no. Si lo eres de niños pequeños, no me leas. Síé que no me vas a creer, porque no puedes. Eres una ví­ctima propiciatoria y preferirás confiar en el poder antes que reconocer que tus hijos van a ser envenenados. Eres lo que el Fary denominó acertadamente un "hombre blandengue"(1). Que tengáis suerte, campeón, tú y tu familia. Pasa página y lee cosas más agradables. Si, aún así­, quieres hacer algo:

0. Síé activo. Adhiíérete a toda asociación ciudadana contra a vacunación forzosa, organiza comitíés de resistencia con otros padres de la escuela de tus hijos, acíércate a los activistas como Teresa Forcades, ayuda en el esfuerzo común para evitar la implementación del genocidio. Al contrario que los solteros, no dudes en dar tu nombre, porque, despuíés de todo, estáis perfectamente localizados tu familia y tú. Resí­stete con todas tus fuerzas antes de que suceda. Quizás tu tarea sea la más importante y eficaz, pero vais a ser muy pocos padres de familia como para lograr nada, de puro alienados televisualmente que estáis casi todos.

II


Para los que no tienen descendientes; para los que se la pueden jugar, es decir, para la gente joven, pero no tanto como para no estar ya alienada por la gilipollerí­a y el porque-yo-lo-valguismo; o para los menos jóvenes, pero verdaderamente inteligentes, sin hijos; tambiíén para algún padre de familia excepcional: un hombre libre, a pesar de haberla cagado ya en una ocasión por haber hecho caso de los anhelos maternales de una inconsciente apabullada por el peso de sus hormonas. A ti, lector (a todos vosotros, en fin), te conmino a dejar de blandear y a ponerte en marcha:

1. No te vacunes bajo ningún concepto. El contenido de las jeringas puede ser letal o convertir, por millones, a los vacunados en vectores de contagio y en enfermos crónicos, como ya sucedió en 1918-19(2). En vez de eso, mantente en forma (los mejores ejercicios son correr y hacer pesas, sudando mucho; y toma naranjas con tanta abundancia como puedas. Busca en Google “H2O2 gripe” y aprenderás muchas cosas. Críéelas. En los 50 años que existe, la vacuna de la gripe jamás ha servido más que para tener gripe y para joder el sistema inmunitario con los coadyuvantes (mercurio, aluminio y ahora escualeno).

2. En estado de excepción por urgencia sanitaria se suprimirán todas las libertades individuales. Ya se han preparado leyes marciales en todas partes. En EEUU, el Ejíército controla ya ahora mismo todo el paí­s, y hay 800 campos de concentración gestionados por la Federal Emergency Management Agency, centenares de miles de fíéretros en todos los estados norteamericanos y fosas comunes en todos los distritos. Quizás en España acabe por suceder lo mismo, aunque parece innecesario: los españoles son tan gallinas que harán cola para vacunarse. De todos modos, si sucede, falsifica documentos que demuestren que estás vacunado. Depende de cómo, es posible que baste con un certificado de haber pasado la Gripe A. Y fí­ngete atontado o semi-enfermo, si es necesario. Aunque lo más probable es que no cuele, porque, en cuanto sea obligatoria, la vacunación la llevará a cabo el Ejíército de la Chacón, íésa que lleva los tampones de esparto, no la Sanidad Pública.

3. Hazte con una radio de BLU (Banda lateral única, en inglíés SSB, single side band). Lo captan todo y serán la única fuente de noticias desde los radioaficionados de todo el mundo y las pocas emisoras alternativas que queden activas. O, por lo menos, hazte con una radio de onda larga y onda media, con un “transistor” de los de siempre. No te fí­es de la radio de Internet porque dejará de emitir en cualquier momento, ni de la FM porque estará tomada por el poder.

4. Prepara una cíélula-grupo de defensa. Nunca de más de 8 personas. Si hay más, habrá un chivato entre ellos. Gente suficientemente separada en el espacio: en distintas ciudades. Eso sirve para daros apoyo mutuo y para ocultaros, en caso de haber de huir. Buscad un sistema alternativo de comunicaciones. Internet se caerá o será controlada, igual que la telefoní­a, de manera que sólo mediante código podríéis comunicaros. Elegid vuestro propio código, y evitad que parezca cifrado.

5. írmate en defensa propia, aunque con una prudencia extrema: no des el cante. Debes procurar ser lo bastante listo como para no hacer necesario el uso de las armas. Piensa que cuando las uses te faltará muy poco para que te atrapen y te eliminen. Lo mejor para todos es que permanezcas activo el máximo tiempo.

6. Acopia alimentos en conserva para al menos un mes,porque puede haber hambruna; y dinero en efectivo. Sácalo del banco ya. De paso, le estarás dando al ríégimen plutocrático una patada donde más le duele.

7. Selecciona al enemigo. No es el policí­a ni el soldado. Esos son sólo malas bestias a las órdenes del poder, por un plato de lentejas (dicen que a ellos los van a vacunar con algo inocuo, igual que a los miembros de la raza superior. No lo creo. Los van a joder igual que a nosotros, porque son lo peor de cada familia y pueden ser muy peligrosos tambiíén para el poder). Tampoco son el enemigo la mayor parte de los polí­ticos, corruptos de medio pelo. El enemigo está más arriba. Sabes perfectamente dónde. No caigas a cambio de nada.

8. Aprende algunas tíécnicas básicas: a conectarte a la red elíéctrica, a abrir redes wifi ajenas para entrar en Internet desde cualquier parte sin dejar rastro. Son tíécnicas fáciles y muy útiles.

9. Mantíén tu autoestima. Estudia con calma la situación. Si lo haces, tus posibilidades de supervivencia aumentarán mucho.

10. Pero si te atrapan y te vacunan a la fuerza(3), sonrí­e. Todas las epidemias del siglo XX han sido desencadenadas por campañas previas de vacunación. Puede que seas ya un cadáver que anda, y te mate el cóctel de virus que contiene la jeringa; o un sí­ndrome de Guillain Barríé; o seas ví­cima de una enfermedad crónica, como los enfermos del sí­ndrome del aceite de colza. Toma medidas entonces y, si te da tiempo, actúa eníérgicamente en consecuencia.

Seríé conciso como un puño: de todos vosotros se esperará mucho cuando las cosas se pongan verdadamente mal. No pido que vengáis a liberarnos al resto de nuestro destino, porque eso es imposible. Pero sí­ que sigáis trabajando como topos manteniendo viva la llama de la libertad individual. Mientras existáis y sigáis libres, al pueblo humillado y enfermo no le faltará una esperanza. Ni podrá dejar de ser permanente e inmóvil como un axioma la conciencia de la libertad perdida.

Escrito por MALDITO HIJO DE PERRA






pharma

  • Visitante
Re: Manual de supervivencia para el hombre blandengue
« Respuesta #1 en: Octubre 12, 2009, 09:17:09 am »
Varmys el comentario es sexista, ¿Porquíé no hablas de la mujer blandengue o de la mamá asustadiza?
Por algo será..., jeje.
 :023:

otromundis

  • Visitante
Re: Manual de supervivencia para el hombre blandengue
« Respuesta #2 en: Octubre 12, 2009, 09:31:54 am »
¡¿QUIERE ESTAR PROTEGIDO Y SALVARSE DE LAS PANDEMIAS QUE SE AVECINAN?!


Alquilo cortijo en La Alpujarra almeriense. Cuatro habitaciones. Rodado de bancales con árboles frutales. Posibilidad de ocultarse entre los matorrales. Posibilidad de cazar jabalí­es, pájaros, liebres... y beber agua en un riachuelo. Luz natural (las horas que está el sol).

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