Hay una certeza generalizada entre los especialistas: La no reactivación plena del críédito y del consumo y la suba del desempleo (EEUU ya toca una tasa ríécord) amenaza con terminar con las "fiesta bursatil" y complica todas las variables de la díébil recuperación económica.
La percepción generalizada entre los especialistas es que la debilidad de la demanda consumidora en EEUU, impulsada por el alto desempleo, el difícil acceso al críédito y el estancamiento (o reducción) de los salarios, es la principal amenaza a la sostenibilidad de una díébil recuperación económica.
Y hay una duda extendida: Quíé va a pasar con la industria y con los mercados financieros y bursátiles cuando se retiren los fondos de estímulos estatales. Este escenario, marcado por la incertidumbre y el escepticismo, se contrapone con la euforia de los gobiernos centrales y de las autoridades económicas mundiales que anuncian un "fin de la recesión" casi por decreto.
La mayoría de los analistas (entre ellos Krugman y Stiglitz) coinciden en que un retiro de los billonarios subsidios estatales a las macro empresas y gigantes bancarios (que impulsan el actual ríécord del Dow Jones) va a producir una recaída de la crisis financiera.
Y una posible recaída de la crisis financiera en EEUU, a su vez, no solo terminaría con el ascenso bursátil sino que además llevaría a los capitales especulativos internacionales a refugiarse nuevamente en el dólar y en los activos del Tesoro estadounidense, retroalimentado la "iliquidez" y agravando la crisis del críédito orientado a la producción y el consumo.
En suma, un círculo vicioso, que además de terminar nuevamente con la fiesta especulativa en Wall Street, podría arrastrar a la primera economía mundial (la locomotora de la economía global) a una recaída de la crisis económica con efectos letales de arrastre sobre el resto de las potencias centrales, emergentes y subdesarrolladas.
Tambiíén aquí los analistas coinciden: Una recaída de la crisis económica y financiera en EEUU, arrastraría en primer tíérmino a la Unión Europea, China, Japón, India y las principales economías asiáticas (más del 80% del PBI mundial) con su comercio de importación y exportación ligados al dólar y a la primera economía imperial.
¿Hasta cuando seguirá la euforia bursatil?
Saludos