La retirada de Castro abre un claro para que Sol Meliá suba en bolsa
De repente, parece haber salido por fin el sol en el parquíé para Sol Meliá. Eso sí, pese a la subida que experimentaron las acciones de la hotelera en la jornada del lunes -se disparó más de un 5 por ciento, despuíés de que Banesto Bolsa publicara que espera unos buenos resultados de 2007 para la cadena y que recomienda comprar-, el valor cerró la jornada del viernes con una caída del 3,06%
Y es que la renuncia al poder de Fidel Castro ha avivado la esperanza de los inversores, que creen que Meliá -que es una de las multinacionales con más presencia en Cuba- podría beneficiarse de un posible proceso de aperturismo, especialmente el desbloqueo del turismo estadounidense.
Estas fuertes subidas han ayudado a la hotelera a lucir en positivo en el conjunto de 2008 por primera vez desde que empezó este año. Así, Sol Meliá se ha colado en el grupo de los únicos 25 valores de la bolsa española que aún aguantan por encima del precio al que terminaron 2007.
Así, se desmarca del todo de la malograda NH Hoteles, que aunque ha conseguido avances importantes esta semana, este ejercicio se sitúa entre los 20 peores valores del parquíé español, al perder más de un 20 por ciento desde el 1 de enero.
Como todas las hoteleras españolas con presencia en Cuba (ver reportaje de las páginas 48-49 del periódico), Sol Meliá no se ha mostrado inquieta tras el anuncio oficial de la retirada de Castro. La cadena prefiere no entrar en asuntos políticos y asegura que su presencia en Cuba se ciñe al marco empresarial. No hay duda de esta segunda parte.
Presencia en Cuba
La compañía mallorquina tiene 24 hoteles abiertos en aquel país (ha llegado a tener hasta 29), la mayor parte de ellos operados bajo management. No obstante, este tipo de ríégimen tiene unos tintes atípicos respecto a otros de gestión habitual, ya que Cuba impone a las empresas hoteleras sus propias normas al respecto.
Al margen de esto, aunque este país sólo supone entre un uno y un dos por ciento del beneficio operacional bruto del grupo hotelero, íéste siempre ha apostado por el país que dirige Castro, en el que está presente desde hace 18 años, desde que desembarcara en 1990 con su primer hotel en Varadero.
Una apuesta que mantiene a pesar de que el turismo en este país ha descendido en los dos últimos años y a pesar de la desaceleración económica que se vive en los últimos meses tanto en España como al otro lado del Atlántico, y que está afectando a todos los negocios, entre ellos el hotelero. Sol Meliá difícilmente escapa de esto. La valoración de los expertos ha caído un 96 por ciento desde la máxima que le ha llegado a otorgar el consenso, 23,6 euros.