Efe
Bruselas.- La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, cree que hay "indicios significativos" de que las ayudas prometidas por Alemania a Opel en la operación de compraventa acordada con Magna podrían violar las normas comunitarias.
Kroes le ha advertido de este extremo al ministro alemán de Economía, Karl Theodor zu Guttenberg, en una carta de la que ha informado el Ejecutivo comunitario.
Según la investigación preliminar de la CE, hay "indicios significativos" de que la ayuda prometida por el Gobierno alemán estaba "precondicionada" a que el grupo austriaco-canadiense Magna, que cuenta con el apoyo del banco ruso Sberbank, fuese el elegido para hacerse con el control de Opel.
En su carta, Kroes indica que una condición de ese tipo sería "incompatible" con las normas europeas de ayudas de Estado y las reglas del mercado interior.
La comisaria estima que General Motors y Opel deben "tener la oportunidad de reconsiderar" el resultado del proceso con "garantías por escrito firmes por parte de las autoridades alemanas", de que las ayudas estarían disponibles independientemente del inversor o de su plan.
El ministerio alemán de Economía se ha mostrado confiado en que disipará las dudas expresadas por la Comisión Europea sobre la legalidad de las ayudas prometidas al plan de salvación de Opel: "Tenemos la confianza en que podremos resolver estas dudas", explicaron tras conocer la carta de la comisaria. En su carta, Kroes recuerda a Alemania que el apoyo a empresas dentro del marco de ayudas temporales aprobado por Bruselas deben destinarse a afrontar problemas generados por la crisis económica y financiera y que no pueden utilizarse para imponer "condiciones políticas" sobre la localización de las actividades de producción dentro de la UE.
Varios países en los que Opel tiene plantas, como España, Bíélgica y el Reino Unido, habían expresado a Bruselas su preocupación ante un posible acuerdo de Alemania con Magna para que íésta diese un trato preferente a las fábricas en su territorio.
La CE insiste en su carta el ministro alemán en que hay motivos para pensar que unas condiciones de ese tipo han afectado a la decisión de General Motors para vender la mayor parte de las acciones de Opel a Magna, excluyendo así otros planes alternativos.
Magna tiene previsto despedir a 1.322 trabajadores de la importante planta que Opel tiene en Figueruelas (Zaragoza). Precisamente, el nuevo dueño de la automovilística pretende llevarse parte de la producción de la fábrica española a Alemania, lo que ha generado el rechazo del Gobierno español y de los sindicatos.