Siempre hemos deseado creer en un milagro que detuviera esta sangría de quiebras y paro que conduce al colapso mortal de la sociedad española; uno como la segunda venida de Jesucristo a la Tierra en OVNI. Pero la economía española continúa con su imparable deterioro.
Sigo expectante la web del INE, a ver cuándo se decide a publicar la caída de PIB interanual del tercer trimestre de 2009. Porque, sabedlo, va a ser una cifra escandalosa: alrededor de un -7,5%, según mis
cálculos. ¿Podrán maquillarla los tíécnicos del Ministerio de Economía de algún modo? No lo creo. Lo único que harán es confiar en que los españoles sigan sin tener ni la más remota idea de lo que significa; y marear la perdiz para que el dato tarde en conocerse. Luego, coreados por toda la prensa cautiva de la clase financiera, lo publicarán tratando de confundir a la ciudadanía, y hablarán del PIB intertrimestral como si fuera el interanual, es decir, dirán que la caída del PIB en el tercer trimestre del año ha sido de sólo un -3,3%, que es lo que se habrá perdido respecto al trimestre anterior. ¡Como si no los conociíéramos ya!
En definitiva: que el deterioro del Producto Interior Bruto seguirá cabalgando desbocado hacia el abismo del -11,5% con que terminará el año 2009, junto a un paro que rebasará el 25%. Mientras, la Administración sigue fingiendo solvencia con su política de consolidación de todas las plazas de personal interino, que devendrá fijo a pesar de que ya no tienen para pagar las nóminas; y la Banca continúa presentando balances que reflejan pingí¼es beneficios, merced a una ingeniería contable que haría palidecer de envidia a genios de la estafa como Madoff o Ponzi.
El milagro, ya a estas alturas, tendría ser una tal cadena de aciertos en las decisiones políticas y macro económicas del Gobierno, que generasen la confianza inversora capaz de cambiar las tendencias de la economía. Eso, a la vista de los Presupuestos Generales del Estado para 2010, con alzas de impuestos como el IVA una media del 13.5%, mientras mantiene a las grandes fortunas del país tributando al 1%, no va a suceder. Está claro que Rodríguez Zapatero no lee las recomendaciones de analistas, sino las del Boletín Económico del Banco de Santander. í‰ste, en su edición de 12 de octubre, celebra que la tasa de ahorro de los españoles alcance ya el 17,5% (es decir: su poco consumo(1)), mientras sigue falsificando el dato de crecimiento de PIB de 2008, dando por bueno el +1,2% —error que subsanó luego el BdE—, en vez del -0,8% que en realidad fue. Está claro que mientras Dios Padre no quiera, Jesucristo no hará milagros.
MESS