Por... Norberto Svarzman
Una de las grandes discusiones en el Congreso es la manera de brindar seguro de salud a millones y, a la vez, controlar los costos.
Se han barajado muchas cifras y aún no se sabe cual ley finalmente será aprobada por el Congreso. Legisladores y representantes de la Casa Blanca han estado discutiendo a puertas cerradas y se estima que para fines de la próxima semana la mayoría demócrata puede llegar a un acuerdo sobre la legislación a adoptar.
Pero, muchos empleadores, reaccionando ante el costo creciente de los seguros, están transfiriendo parte de de esa carga a sus empleados.
Durante la última díécada el costro promedio anual para todos los empleados ha crecido el 131 por ciento, cuatro veces más que el ritmo anual de inflación y llegó a $13.375, según la Kaiser Family Foundation.
Los empleadores se encuentran en “una situación desesperada, Solo tienen tres maneras de enfrentar el aumento en los costos de salud: pueden reducir sus ganancias, aumentar sus precios o reducir salariosâ€, dijo Dalia Remler, una economista de salud en el Colegio Baruch de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Una de las consecuencias es que, según estimaciones, el 60 por ciento de los empleadores ofrecen algún tipo de beneficio de salud, o sea 9 por ciento menos que en el año 2000.
Además buscan que los empleados asuman mayor responsabilidad en el pago de los costos, ya sea aumentando el copago o aportando más por mes.
Tambiíén se busca aumentar las deducciones, o sea la parte que un asegurado tiene que pagar hasta que el seguro empiece a cubrir los gastos.
El presidente, Barack Obama, ha dicho que una de sus metas, junto con la ampliación del seguro, es lograr un control importante de los gastos.
A principios de los años 90 el entonces gobernador de Nueva York, Mario Cuomo, que es demócrata impulsó reformas a las leyes que regulan los seguros de salud.
Las dos más importantes fueron que no se podía cobrar más a las personas debido a su edad o estado de salud y que no se podía negar la cobertura a nadie. Esas dos condiciones figuran en los proyectos en discusión en el Congreso.
Ahora Nueva York tiene el costo más elevado de Medicare en la nación, y tambiíén el precio del seguro individual de salud es el más caro. Asimismo el porcentaje de personas sin seguro es de aproximadamente el 14 por ciento, algo similar al promedio nacional.
No puede discutirse la necesidad de un seguro de salud pero la cuestión de los costos parece ser un gran rompecabezas.
