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Madrid.- Coca-Cola prepara el lanzamiento inminente de minilatas para ayudar en la lucha contra la obesidad en Estados Unidos. El envase, de 222 mililitros, tendrá 90 calorías frente a las 140 de la lata de de 330 mililitros.
El nuevo formato estará en las tiendas de Washington DC y Nueva York a partir de diciembre, y en el resto del país a partir de 2010. Coca-Cola asegura que es una "fantástica opción para saciar la sed cuando es poca y para consumidores conscientes de sus calorías". Sin embargo, la prensa estadounidense apunta otros motivos.
Según publica 'The Wall Street Journal', los líderes del Senado están considerando nuevos impuestos federales a los refrescos y otras bebidas azucaradas para pagar la reforma del sistema sanitario estadounidense.
Según los cálculos de la oficina tributaria del Congreso, subir en tres centavos los impuestos a las latas normales generaría 24.000 millones de dólares de ingresos extras en los próximos cuatro años. Una cifra nada desdeñable porque algunas estimaciones sitúan el coste del plan de la Administración Obama en 1,2 billones de dólares.
"Siendo la mayor compañía de bebidas del mundo, nos hemos tomado seriamente ayudar a los consumidores a mantener el equilibrio entre las calorías que consume y las calorías que gasta", explicó Sandy Douglas, presidente de Coca-Cola Norteamíérica.
No obstante, la prensa estadounidense recalca que quedarse con sed tras beber una minilata será peor: consumir otra supondrá beber 180 calorías, 40 más que las consumidas al abrir una lata normal.