La operadora está ahora centrada en la captación de clientes, cuya base quiere duplicar. La compañía tendrá en marzo un plan de negocio hasta 2012.
Cinco años despuíés de desembarcar en Jazztel, el presidente y máximo accionista de la compañía, Leopoldo Fernández Pujals, se sigue quejando de lo mismo: "el mercado no reconoce el valor de Jazztel porque, aunque hemos logrado cambiar algunas tendencias de recomendaciones, los analistas no se terminan de creer nuestros crecimientos y las previsiones".
Algo, sin embargo, ha cambiado en este tiempo. La compañía ha cumplido escrupulosamente sus previsiones de crecimiento en clientes y facturación en los últimos diez trimestres. Está entre los mayores del mercado de acceso a Internet en España y, más importante, le ha dado la vuelta al balance al reducir a menos de la mitad su deuda, que se sitúa en 111 millones de euros, y multiplicar por cuatro sus fondos propios.
Con este colchón financiero, que se completa con un críédito fiscal de 365 millones de euros, "que nos permitirá no pagar impuestos desde el próximo año hasta que sumemos esos beneficios", Pujals afronta ahora el reto de hacer rentable la compañía para que alcance en bolsa el valor que, según íél, le corresponde. En lo que va de año, las acciones de Jazztel se han revalorizado un 130%, lo que ha disparado la capitalización de la empresa por encima de los 700 millones de euros.
Pujals piensa, sin embargo, que la compañía "vale más", por sus fuertes perspectivas de crecimiento. Al cierre del segundo trimestre, Jazztel contaba con 477.000 clientes de acceso a Internet con ADSL, tras crecer un 50%.
En el plan de negocio de la empresa para el periodo 2008-2010, se prevíé una horquilla de entre 470.000 y 510.000 clientes de ADSL en el conjunto del ejercicio 2009, por lo que Pujals se atreve a asegurar que "superaremos las previsiones del plan de negocio este año".
En el caso de Jazztel, la rentabilidad tiene que ver tambiíén con el tamaño, por lo que la empresa, que espera anunciar su plan de negocio 2010-2012 al cierre del primer trimestre del próximo año, está absolutamente centrada en la captación de clientes, "que es ahora nuestra obsesión".
En este sentido, la operadora ha lanzado una agresiva campaña, con descuentos de hasta 100 euros en las facturas para los suscriptores que atraigan a nuevos clientes. Razona Pujals que, "si cada cliente trae a un nuevo abonado duplicaremos la base de suscriptores de la compañía".
Valor de la empresa
Para el presidente de Jazztel, "cuando los analistas comprueben que crecemos como prometimos, y que el aumento de negocio no castiga nuestros márgenes, recomendarán comprar nuestro valor, más de lo que lo hacen, y nos podremos acercar al verdadero valor de la empresa".
Según Pujals, la compañía ha hecho los deberes en el plano operativo, con servicios fiables, flexibilidad en la contratación y redes propias, por lo que "los clientes ya no vienen a Jazztel sólo por el precio, sino porque comprueban que les ofrecemos servicios de calidad".
Tambiíén considera el presidente de Jazztel y su máximo accionista, con un 20% del capital, que la operadora va por el buen camino en tíérminos financieros.
Condiciones
Según recuerda Fernández Pujals, "estamos capacitados para pagar la deuda que tenemos en los tres próximos años, y estaremos en beneficio neto durante el próximo ejercicio". Para el empresario, a pesar de esta circunstancia, así como del elevado volumen de títulos que mueve la compañía en bolsa, "no entraremos en la próximo revisión del Ibex 35".
Sin embargo, Pujals si confía en poder hacerlo en la revisión de junio de 2010 o la de principios de 2011. Antes, según el directivo, sería recomendable que la compañía consolide el beneficio y deje de considerarse una penny stock, es decir, compañías que cotizan por debajo de la libra, en Reino Unido, o del euro en el continente.
Por eso, el empresario quiere hacer efectivo un contrasplit (elevación del nominal y reducción del número de acciones) de Jazztel. Tiene que aprobarlo el consejo, ya que la compañía ya cuenta con autorización de la junta para realizar un contrasplit por diez. Hay un año de plazo, que Pujals no quiere dejar pasar.