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Autor Tema: Varias cotizadas pueden acabar en manos de bancos y cajas tras las inmobiliarias  (Leído 456 veces)

Zorro

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Varias cotizadas pueden acabar en manos de bancos y cajas tras las inmobiliarias     

Alberto Cañabate
Invertia.com

Metrovacesa y Colonial han protagonizado los casos más sonados de cambio accionarial durante la crisis, para perjuicio de los bancos. La abultada deuda, conjugada con la caí­da del negocio o la mala praxis, ha derivado en empresas zombis expectantes de la manga ancha de sus acreedores. La Seda, Sos Cuíétara o Prisa afrontan procesos de refinanciación vitales en las próximas semanas.
A lo largo de los últimos años, bancos y cajas de ahorros (sobre todo los primeros) han llevado a cabo importantes procesos de desinversión en empresas cotizadas. La filosofí­a anglosajona del negocio bancario se ha acabado por imponer a la visión germana, por lo que las entidades financieras han dejado de gestionar empresas cotizadas para centrarse en la concesión de críéditos y la captación de depósitos.

La historia señala que la exposición de las entidades a negocios que no son puramente bancarios, es decir, todo lo que no sea intermediación, suele derivar en crisis profundas. Por ejemplo, la crisis de los 80 en España impactó mucho más en aquellos bancos que “mantuvieron sus grupos industriales”, se puede leer en un artí­culo de Julio Argúelles, profesor de la Universidad Complutense. La crisis subprime es otro ejemplo.

Debido a la crisis, la banca está volviendo a tomar el control en cotizadas que no son capaces de pagar sus deudas. El sector inmobiliario, base del crecimiento español, se lleva la palma. A junio, habí­a prestados más de 330.000 millones a este negocio, el 18% del total del críédito. La caí­da de las ventas y la consecuente disminución del valor de los activos han puesto a muchas inmobiliarias con la soga al cuello.

No por sobradamente conocidos son menos relevantes los casos de Metrovacesa e Inmobiliaria Colonial, en 2007 las mayores compañí­as del sector. La banca prestó miles de millones de euros a los que en su dí­a fueran socios de control de ambas compañí­as. Al no poder pagar la factura, tuvieron que capitalizar las cargas en acciones, por lo que los bancos se vieron obligados a tomar el control de dos empresas deprimidas.

Santander, Popular, Sabadell, Banesto, BBVA y Caja Madrid tienen alrededor del 75% del capital de Metrovacesa. Además, los bancos acreedores, encabezados por Hypo Real Estate y RBS, que dieron un críédito de 3.200 millones a la compañí­a para la compra de Gecina estudian cambiar parte por acciones, según publica Finanzas.com. Es decir, más capital en manos de la banca de la que en su dí­a fue la campeona del sector.

El fracaso de Luis Portillo al frente de Colonial (realizó compras faraónicas con la bendición de la banca) acabó con su destierro en favor de Popular, La Caixa y Caixa Galicia. Ahora, según agencias, la inmobiliaria está a punto acordar con los acreedores (RBS, Calyon, Eurohypo y Goldman) la refinanciación de 4.200 millones de un críédito sindicado a travíés de un plan que incluye una ampliación de unos 1.500 millones. Las entidades la suscribirí­an si no lo hace el mercado, por lo que entrarí­an en el capital.

Reyal Urbis, la tercera del sector, tambiíén ha sido ví­ctima del exceso de ambición de su presidente, Rafael Santamarí­a, que se embarcó en la compra de la inmobiliaria Urbis justo en el pico de precios. La compañí­a, que da sus últimos coletazos, ha propuesto a sus acreedores una propuesta de refinanciación que pasa por dejar de pagar principal e intereses de la deuda hasta 2013 o cambiarla por activos. Si los bancos no aceptan, Reyal Urbis está abocada a la quiebra o, algo muy improbable, a pasar a manos de los bancos.

Aisa, liderada por el propietario de Fergo, tiene una deuda de 600 millones con Cajasur como principal entidad acreedora. Su plan pasa por la venta de activos como paso previo a la refinanciación para reducir las cargas a 460 millones. La banca condicionó la refinanciación del pasivo a la integración con Fergo, para lo que ampliará capital en 25 millones. Además, tiene previsto firmar un críédito sindicado de 90 millones.

Otras inmobiliarias que ya parecen operar sin respiración asistida son Realia, Grupo San Josíé o Afirma. La primera, propiedad de Caja Madrid y FCC, firmó hace algunas semanas el acuerdo definitivo para refinanciar 1.001 millones de euros de deuda. Afirma, por su parte, formalizó en el periodo estival un acuerdo de refinanciación estableciendo un periodo de carencia del principal hasta diciembre de 2012.

NO Sí“LO SUFRE EL INMOBILIARIO

Sos Cuíétara se ha empeñado en las últimas semanas en ser noticia, para mal, por los desmanes en su gestión. El grupo propone una ampliación, la capitalización de algunos príéstamos y la conversión de preferentes, lo que elevarí­a la participación de Caja Madrid y las cajas andaluzas que tienen el control. La empresa de alimentación quiere reducir sus deudas desde 1.300 millones hasta unos 600 millones en dos años.

La compañí­a está en caí­da libre en bolsa. En el año pierde el 80%, en parte por la ejecución de las acciones de los hermanos Jesús y Jaime Salazar, ex presidente y ex vicepresidente de Sos. La empresa planea la desinversión “en un plazo razonable” de todos aquellos negocios que no sean los aceites vegetales con marcas globales y que operen en mercados con potencial contrastado de crecimiento, recogen las agencias.

La Seda, suspendida de negociación desde el pasado mes de junio, vive constantemente bajo el filo de la navaja. El 2 octubre firmó una prórroga de cuatro semanas para refinanciar una deuda de 870 millones. Los bancos, según la empresa catalana, “han manifestado su disposición a refinanciar”, mientras que la empresa intentará “iniciar inmediatamente el plan de reestructuración”. La Seda busca que un nuevo socio, la portuguesa BA Vidro, suscriba gran parte de una ampliación de 150 millones.

Las desinversiones se han convertido en la principal arma de Prisa para llegar a un acuerdo con los bancos que le dieron el críédito para financiar la OPA de Sogecable, 2.000 millones que vencen en marzo de 2010. De momento, ha vendido el 25% de Santillana y el 35% de Media Capital por 400 millones. Tambiíén traspasó su sede de Gran Ví­a con plusvalí­as de 240 millones, a parte de varias cabeceras regionales.

Aunque el mercado cree que sólo la venta de Digital + o una alianza (se rumorea Mediaset, empresa de Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia) podrí­an salvar a la compañí­a de la suspensión de pagos o, todo es posible, de acabar en manos de la banca.


Voy del oro a Squirrel Media y tiro porque me toca.