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Autor Tema: Soros propone nuevas reglas de juego para evitar futuras burbujas  (Leído 395 veces)

anna

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El gurú de la gestión alternativa George Soros sostiene que la crisis ha puesto en duda más que nunca la hipótesis de que los mercados son eficientes. Según íél, estos tienden a generar super burbujas que están formadas por muchas burbujas a la vez. Así­, propone un nuevo modelo basado en un mayor control de los bancos, los mercados y su actividad para que la situación no vuelva a estallarnos en las manos.

"Creo que los mercados financieros siempre presentan una fotografí­a distorsionada de la realidad. En lugar de tender al equilibrio, tienden a desarrollar burbujas. Por eso, los reguladores no pueden contar con que el mercado sea capaz de corregir sus propios excesos", sostiene Soros en un artí­culo de opinión publicado por Financial Times.

El crash de 2008 estuvo causado por el estallido de una super burbuja que habí­a estado engordando desde la díécada de los 80 y que además estaba formada por pequeñas burbujas.

Cada vez que hay una crisis financiera, las autoridades intervienen, se encargan de las instituciones o entidades que están al borde de la quiebra y aplican polí­ticas de estí­mulo fiscal y/o monetario, inflando la super burbuja aún más, en opinión de este experto.

Propuestas
El análisis de Soros de la super burbuja está acompañado de seis propuestas de cambio de reglas del juego que íél considera fundamentales. La primera serí­a que, ya que los mercados son propensos a crear burbujas, "las autoridades asumieran su responsabilidad a la hora de impedir que íéstas se hagan muy grandes".

Segundo, deben tener en cuenta que "para controlar las burbujas que se crean en diferentes activos no basta con controlar el suministro de dinero, sino que tambiíén se debe incidir sobre el suministro de críédito exigiendo a las entidades unos márgenes y unos requerimientos de capital mí­nimos", apunta Soros.

Además, señala que se deberí­a cambiar el ratio de la hipoteca frente al valor de viviendas y propiedades comerciales, para evitar especulación inmobiliaria.

Recuperar viejas herramientas
Tambiíén serí­a necesario, en opinión de Soros, crear nuevas herramientas o recuperar las que han caí­do en desuso. Por ejemplo, las órdenes que podí­an dar algunos bancos centrales a las entidades comerciales de limitar los príéstamos a los sectores con sí­ntomas de sobrecalentamiento.

Harí­a falta además la creación de herramientas más especí­ficas, por ejemplo prohibir la emisión de nuevas acciones o las salidas a bolsa en burbujas, como sucedió con la tecnológica, que estuvo basada en el endeudamiento respaldado por acciones.

La tercera cosa a tener en cuenta es la existencia de riesgos que trascienden un mercado individual y pueden convertirse en amenazas sistíémicas.

"Los inversores pueden olvidarse de estos riesgos, pero los reguladores no deben perderlos de vista nunca. Y la forma de tenerlos bajo control es llevar un registro estricto de las posiciones que tienen sobre todo los grandes inversores, como los hedge funds o los fondos soberanos, para detectar desequilibrios a tiempo", señala este experto, que advierte que una de las formas de ocultar posiciones es el uso de derivados, por lo que su uso deberí­a estar "regulado, restringido o prohibido".

Dividir el negocio bancario
Soros se ha unido tambiíén a las voces que, con Gordon Brown y Mervin King a la cabeza, piden que se regule el tamaño de los bancos y, si es necesario, que incluso se dividan sus negocios.

"Estas firmas deben tener niveles de apalancamiento menor y aceptar restricciones en su manera de invertir el dinero de sus clientes. Debemos considerar además dividir su negocio, aunque sea una medida muy complicada de implementar", sentencia Soros.

Y para terminar de redondear este nuevo mundo, el padre de la gestión libre cuantitativa propone elevar el ratio de riesgo de los activos bancarios, para "desincentivar prácticas como la titulización".

Eso sí­, Soros tambiíén advierte de que no es momento de llevar a cabo reformas permanentes, porque lo que se necesita a corto plazo es lo opuesto a lo necesario a largo plazo. "Primero hay que reestablecer el críédito con la ayuda de la única fuente que no ha perdido su credibilidad aún: los gobiernos. Pero una vez que el críédito vuelva a circular, habrá que apresurarse a reducir el endeudamiento público", afirma.