Toca revisar los fondos propios. OHL confirmó ayer lunes que solicitará a sus accionistas, vía junta extraordinaria convocada para el próximo dia 26 de noviembre, el permiso para realizar una ampliación de capital de hasta el 50%, con eventual prima de emisión y derecho de suscripción preferente, y renovar el permiso para aprobar una emisión de deuda por 3.000 millones de euros. De esta manera, pretende tener la posibilidad de renovar sus recursos propios y mejorar su estructura de deuda, con una emisión de 600 millones de hace dos años al 6,5% y un críédito corporativo de 300 millones con vencimiento en 2012.
Curiosamente, el consejo de administración de OHL no contaba con la autorización legal de sus accionistas para realizar una potencial ampliación de capital, aunque sí para la emisión de bonos u obligaciones. Este mandato se renueva habitualmente en todas las sociedades en su cita anual con los accionistas para no tener que realizar juntas extraordinarias, obteniendo así una mayor flexibilidad operativa en la toma decisiones y evitando lanzar al mercado un mensaje que puede ser interpretado como poco normal. Sin ir más lejos, las acciones de la compañía se desplomaron ayer un 7,5%.
Para intentar suavizar la carga negativa que implica la previsible ampliación de capital, Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL, propietario de un 57% del capital del grupo de concesiones y construcción, manifestó ayer que acudirá a una eventual ampliación de capital con el porcentaje proporcional que le corresponda y cuyo importe no quiso precisar. En el caso de la emisión de títulos, íésta podría rondar los 600 millones de euros, dado que este es el importe de una emisión actual que vence en 2012 y que al grupo le gustaría renovar para que presente un coste menor.
A pesar del mensaje de Villar Mir sobre posibles operaciones corporativas, sobre todo en el mercado de Estados Unidos, donde ha realizado tres adquisiciones en los últimos años, ninguna de las medidas que se presentan ante la junta extraordinaria de accionistas tienen como fin habilitar recursos para afrontar una compra significativa, según han aclarado a este diario fuentes del consejo de administración consultadas ayer lunes. Ni tampoco participar en el concurso de nuevas concesiones de infraestructuras, un campo que representa el 60% de la facturación del grupo.
Pulso por el rating
La muy previsible ampliación de capital permitirá a OHL elevar los recursos propios y, por ende, mejorar el 'rating' de su deuda, rebajado recientemente a la condición de non investment grade, categoría similar a la de 'bono basura', con lo que obtendría mejores condiciones de mercado -hasta de un 1%- de cara a la emisión de bonos prevista. En este sentido, el presidente de OHL indicó que la rebaja del 'rating' respondió al cambio de exigencias de las entidades de calificación como consecuencia de la crisis más que a modificaciones en la estructura financiera de la compañía.
Pese a todo, Villar Mir aseguró que el grupo mantiene sus "mismos criterios de disciplina financiera", gracias a los cuales está afrontando la crisis "sin vender y sin refinanciar". De acuerdo con su versión, la ampliación de capital y la emsión de bonos no está condicionada por necesidades de inversión en Brasil, donde OHL gestiona a travíés de una filial cotizada más de 3.200 kilómetros en cerreteras de peaje. Aún así, tiene pendiente de cerrar la financiación de 1.500 millones antes de final de año para desarrollar la concesión de las últimas cinco autopistas ganadas en territorio carioca.
Respecto a la estructura de deuda de OHL, su presidente explicó ayer que con las medidas que llevarán a la junta extraordinaria pretenden dotar a la compañía de mayor flexibilidad para modificar su estructura financiera. Una urgencia en el calendario que delata alguna decisión para antes del próximo mes de mayo. Según el propio Villar Mir, las necesidades a largo plazo, con recurso sobre la matriz del grupo, ascienden a casi 1.000 millones y vencen en mayo de 2012, mientras que a corto plazo cuenta con líneas de críédito por importe de casi otros 1.000 millones para financiar el día a día de la compañía.