Los mercados no tienen razones para subir ni motivos para bajar
Publicado por C. Ramos
Los índices europeos han cerrado la jornada prácticamente donde la iniciaron pero, a lo largo de ella, les hemos visto moverse sin definición al calor de cada nuevo dato.
Los resultados empresariales que se dieron a conocer a primera hora de la mañana superaron las previsiones, pero en el ambiente aún flotaba el miedo a que el sector financiero siga necesitando ayuda y los castigos a las entidades continuaron.
Sin embargo, y al calor de que los futuros sobre los índices norteamericanos mostraban ligeras alzas, los indicadores dejaron atrás los números rojos y esperaron a que Wall Street les diera la pauta.
Los índices norteamericanos iniciaron la jornada en positivo, pero bajaron en vertical al publicarse que en octubre la confianza de los consumidores era inferior a la de septiembre, y a la esperada, mientras que el índice manufacturero de septiembre se situaba en la mitad de lo previsto.
Unos datos que cayeron como un jarro de agua y, por supuesto, anularon la alegría que provocó el nuevo repunte del precio de la vivienda.
El descalabró fue aparatoso, pero los índices se recuperaron con facilidad y la mayoría cerró prácticamente en tablas.
El Ibex 35 se situó en los 11.604 puntos, lo que supone un ligero avance del 0,1%. Los datos malos y buenos se entremezclan de manera que no hay razones para subir, pero tampoco motivos para desplomarse.
Al margen de esto, lo que es indudable es que el sector financiero ha llevado el peso de los avances y muestra síntomas de debilidad, de manera que necesita que otros sectores tomen el relevo.