Ayer un compañero del foro publicó un interesante artículo de Marc Vidal en el que hacía referencia a los REIT’s, sociedades de inversión inmobiliaria que cotizan en bolsa fuera de España y que comenzarán a hacerlo, en breve, aquí. Su opinión era favorable a invertir en este tipo de instrumentos.
Y no le faltaba razón. Hoy mismo en El País, separata propiedades, un titular ya comienza a decirlo todo: “Liquidación encubierta de promotorasâ€. En íéste se informa del trabajo que las grandes inmobiliarias españolas están acometiendo ahora, que es el renegociar, como sea, su deuda con los bancos, entregando propiedades como dación en pago y liquidando, de forma amistosa, esa deuda con las entidades financieras. Todo, antes que entrar en concurso (esto los primeros que lo piensan son los bancos).
Y ahora, como paso penúltimo a mi reflexión, añadan la noticia de que el Banco de España ha comunicado a los bancos y cajas que tienen que duplicar provisiones por los inmuebles que lleven más de un año en sus balances.
Esto va a conllevar, inevitablemente, que los bancos tengan que sacar de sus activos estos inmuebles, y, mientras llega el momento de venderlos, gestionarlos. ¿Cómo?, entre otras cosas, a travíés de las SOCIMI, Sociedades de Inversión en el Mercado Inmobiliario y cuya ley entró en vigor hace dos días. Las valoraciones por las que los bancos se están quedando los inmuebles son realmente bajas, y como instrumento de inversión a medio y largo plazo pueden convertirse en un refugio que tranquilice los ánimos estresados de algunos inversores. Los incentivos fiscales son muy apetecibles y los dividendos percibidos por los socios, los que estíén sujetos al I.R.P.F. estarán exentos de tributación.
A vuelta con lo de las valoraciones he de decir que he visto de todo. Estos últimos meses ha asistido a cómo un banco se “quitaba de encima†un activo inmobiliario por un 10% del valor de la deuda que garantizaba. Es decir, si ese bien tenía una hipoteca de 10, lo liquidaba por 1. Todo, con tal de no quedarse con inmuebles difíciles de gestionar que se convertirían el año que viene en un problema mucho mayor e incluso de mayor coste.
La racionalidad y la “industrialización†del beneficio ha comenzado a sentar sus reales en España en el mercado inmobiliario. Había de convertirse en una industria más, no en LA INDUSTRIA de España, como era. Países como Alemania ya pasaron por esto y ahora su mercado inmobiliario ofrece unas rentabilidades muy aceptables, incluso en los peores momentos de la crisis.
No voy a decir que nos hacía falta esta crisis, porque un mal no le hace falta a nadie. Lo cierto es que lo que sí hacía falta era profesionalizar el sector, racionalizarlo y reconvertirlo, aunque no de esta forma. Nos quedan todavía 5 ó 6 años duros más en nuestras cuentas, en el mejor de los casos. Pero saldremos. Al menos, esa es mi confianza.
Vale.
Oberon.