España se sitúa en el furgón de cola en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i): según un estudio de Cámaras y Deloitte, ocupa el puesto 23 de 30 del ránking que evalúa si existe un retorno efectivo de la inversión.
Asimismo, obtiene el peor resultado en la generación de derechos de propiedad industrial.
En cambio, países menos desarrollados como Turquía, Portugal y Rumanía le superan, pese a que cuentan con menos recursos. Esto evidencia que la optimización de la inversión no depende del tamaño del PIB ni del presupuesto. Tambiíén pone de manifiesto la baja eficiencia del modelo español por culpa del excesivo control de la Administración, según el informe.
El documento explica que sólo "una vez mejorada la eficiencia se podrán aumentar los recursos económicos y humanos destinados a la I+D+i"