Los depósitos dejan paso a nuevos productos bancarios
Publicado por A. Antón
El escaparate de productos bancarios se ha renovado en los últimos meses, al tiempo que mejoraban las condiciones de financiación en los mercados crediticios. Las rentabilidades de hasta el 8% que llegaron a ofrecer las entidades en sus depósitos han pasado a la historia. Y, según los últimos datos del Banco de España, la media de tipos a los que se remuneraban las imposiciones a plazo fijo en septiembre se había reducido al 2,9%. En noviembre este porcentaje ha continuado recortando y apenas llega al 2%.
Las ayudas promovidas por los gobiernos para facilitar el acceso de la banca a la financiación mayorista y las medidas extraordinarias implementadas por los bancos centrales han contribuido a la mejora de los mercado de críédito. Ante este nuevo escenario y en un entorno de tipos de interíés del 1%, la guerra por captar pasivo que se desató a finales de 2008 entre entidades a ha perdido brío.
Manuel Ferrer, director de particulares de Banco Popular, señala que, «aunque los depósitos siguen siendo los productos más demandados, otras soluciones de inversión que ofrecen mayores rentabilidades, como los fondos o los depósitos estructurados, están ganando posiciones».
Algunos clientes no se conforman con los beneficios que dan los depósitos y comienzan a fijarse en productos con mayor potencial, aunque entrañen algo más de riesgo. Otros optan por el ahorro a la vista (cuentas nómina y remuneradas), a la espera de que las condiciones del mercado se definan y puedan canalizar sus ahorros a productos más rentables. «En septiembre de 2008, en nuestra composición de recursos, el ahorro a la vista pesaba un 38% y los depósitos un 62%. Un año más tarde, la proporción era 43% frente a 57%, respectivamente», explican en BBVA.
Más allá de las motivaciones del propio cliente, la banca ha cambiado su estrategia en la comercialización de productos, con el fin de fortalecer sus ingresos, ensanchando el margen de explotación. Según explican fuente del sector, en un momento en el que el negocio bancario se está ralentizando y la morosidad está repuntando, cuidar la cuenta de resultados es una prioridad. Y el coste financiero de remunerar un depósito por encima de los tipos de interíés oficiales, supera al de otros productos. No obstante, cajas pequeñas o con ciertas dificultades de liquidez, siguen recurriendo a la captación de depósitos para equilibrar su activo y pasivo.
Durante las últimas semanas han proliferado soluciones de inversión que, asumiendo algo más de riesgo, permiten al clientes ganar más que con un depósito tradicional y resulta más rentable para el banco.
Domingo Peña, director de recursos e intermediación de Bankinter, sostiene que «hay que ir gradualmente asumiendo un poco más de riesgo y eso pasa por evolucionar la tipología de producto y adaptarla al contexto actual, donde los indicadores macroeconómicos y los resultados de las compañías son esperanzadores».
Esta filosofía les lleva a mostrarse muy activos en el mundo de productos estructurados referenciados a índices o acciones, y comercializan, en todo momento, al menos un depósito estructurado, un seguro ahorro estructurado y un fondo garantizado.
En esta misma línea, Popular, como otras entidades, ha centrado su campaña de marketing en la promoción de un depósito ligado a un fondo garantizado; un depósito seguro referenciado y un depósito cuya remuneración dependerá del comportamiento de una cesta de valores.
Capítulo aparte merecen los fondos de inversión que, denostados desde que estalló la crisis financiera, están comenzando a resurgir. Estos productos, que vieron salir alrededor de 90.000 millones de euros con destino a otros productos bancarios, volverán a ganar protagonismo durante 2010, según fuentes del mercado.
Los fondos captaron en octubre 800 millones de euros, la mayor entrada de inversores desde abril de 2006, según cifras de Ahorro Corporación. Los productos monetarios –que invierten en deuda a muy corto plazo– han sido los más demandados, por su mínimo perfil de riesgo.
La recuperación de los mercados bursátiles desde los mínimos de marzo –periodo en el que el Ibex ha subido cerca de un 70%– ha impulsado tímidamente la entrada de dinero en los fondos que invierten en bolsa. í‰stos registraron entradas netas de 1.200 millones en octubre, la mayor cifra desde que estalló la crisis.
De hecho, varias entidades están potenciando esta línea de negocio bonificando el traspaso de capital de fondos de otras entidades a sus productos. Barclays, por ejemplo, ha presentado recientemente un programa a travíés del cual la entidad bonifica a sus clientes hasta un 2% del importe traspasado desde un fondo de otra entidad. GesBankinter, ofrece hasta 1.000 euros y Popular bonifica hasta el 1,25%.
Además, las entidades de banca privada y personal están promoviendo la captación de clientes a travíés de carteras de fondos adaptadas al perfil de cada inversor. Para Josíé Manuel Garcia de Sola, director general de Banif, es clave que los ahorradores aumenten el riesgo de sus carteras, a travíés de fondos de inversión.
Más partícipes
El cambio de actitud entre los inversores se ha visto reflejado en el aumento del número de partícipes. En el mes de octubre la cifra se situó en 5.702.235, tras aumentar en 16.342. Se trata del primer incremento desde mayo de 2007, según datos de Inverco.
Otro de los síntomas de recuperación del sector es que sólo seis de las 23 categorías de fondos registraron reembolsos, según la asociación. En cuanto a las rentabilidades, durante los primeros 10 meses del año se colocaron de media en el 4,01%. La categoría que mejor se ha comportado es la de fondos emergentes, con una revalorización del 58,01%.
Por otro lado, de cara al cierre de año, las entidades han dado el pistoletazo de salida para su campañas de planes de pensiones, productos con los que los clientes pueden mejorar el resultado de su declaración de la renta.
La bolsa, para arriesgados
La bolsa ha comenzado a despertar el interíés de los inversores más arriesgados, aunque el cambio de tendencia es todavía incipiente. Según los últimos datos de Inverco, al cierre del segundo trimestre, las familias habían aumentado el fjujo anual de capital que destinan a inversión directa en acciones en un 3%.
Además octubre se convirtió en mes ríécord en contratación de valores del año, con un total de 13.350 millones de acciones negociadas, la cifra más alta desde noviembre de 2008.
Algunas entidades reconocen que paulatinamente sus clientes están optando por tomar posiciones en bolsa, aunque siempre eligiendo los valores menos volátiles. «Hemos observado que, en algunos casos, el capital de depósitos vencidos está yendo a los principales valores del Ibex, los blue-chips, cuya rentabilidad por dividendo es muy atractiva», explican fuentes de BBVA.
Sin embargo, la aversión al riesgo todavía es muy elevada y las perspectivas para la bolsa son inciertas. Muchos analistas bursátiles señalan que es muy probable que las bolsas se queden atascadas en un rango lateral, avanzando y retrocediendo con poca decisión, hasta que se despejen las dudas sobre el futuro economía.
Quienes estíén dispuestos a asumir ese riesgo pueden encontrar en el mercado compañías con fuerte potencial de revalorización en los próximos meses.
Una veintena de valores del Mercado Continuo ofrecen un potencial alcista superior al 20% (ver EXPANSIí“N del 31 de octubre). Aunque la mayoría de estos valores son de pequeña capitalización, tambiíén se cuelan grandes compañías como Grifols, Acciona, Ferrovial, Gamesa y OHL, que cotizan entre un 20% y un 50% por debajo del precio objetivo que le fijan los expertos.
Entre las apuesta más claras figura Grifols, que acumula recomendaciones de compra. Según el consenso de Bloomberg, un 86% de los analistas recomienda comprar sus títulos, frente al 13% que optaría por vender. Banesto Bolsa, BPI y ACF fijan el precio objetivo por encima de 19 euros y ayer cerró a 11,9, con lo que su potencial se elevaría a casi el 60%.
Entre los grandes valores, Telefónica es el que recibe más recomendaciones de compra. El 77% de los analistas optarían por comprar acciones, un 14% lo mantendría en cartera y sólo el 8,16% las vendería, según recoge el consenso de Bloomberg.