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Autor Tema: Ganar dinero en renta fija se complica con tipos al alza  (Leído 346 veces)

anna

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Ganar dinero en renta fija se complica con tipos al alza
« en: Noviembre 08, 2009, 11:51:58 am »
Ganar dinero en renta fija se complica con tipos al alza

por Cristina de la Sota

Ganar dinero en renta fija se complica. La Reserva Federal, el BCE y el Banco de Inglaterra han dejado muy claro esta semana que los tipos de interíés no se mantendrán bajos de manera indefinida. El tono de sus mensajes sigue siendo conciliador pero ya empiezan a preparar al mercado para la retirada de liquidez que se avecina. Primero reducirán las medidas extraordinarias adoptadas para paliar la crisis, un curso de acción que llevará a su supresión gradual y desembocará en lo inevitable: la subida del precio del dinero. El mercado espera que los primeros movimientos se produzcan el próximo verano por lo que aún hay unos meses por delante de tipos estables. Con estas expectativas los inversores que quieran obtener ganancias en renta fija lo tienen cada vez más difí­cil pero los expertos aún sugieren algunas ideas.

La renta fija se llama así­ porque el pago del cupón es siempre lamisma cantidad hasta el vencimiento. Pero el precio cotiza en el mercado y varí­a en función de los tipos de interíés. Cuando suben, el precio baja y a la inversa. Se puede comprar y vender el bono en el mercado antes de vencimiento y obtener ganancias adicionales o minusvalí­as.

Apostar por los tramos de muy corta duración, activos de menos de tres meses, es probablemente una de las recomendaciones más escuchadas para los inversores de perfil más conservador. Es una manera de preservar el capital al tiempo que puede aportar algo de rentabilidad puesto que una primera subida de tipos provocará que los activos sin riesgo pasen de ofrecer rentabilidades nimias, inferiores 0,4% para activos a un mes, a ofrecer algo más.

El tramo de dos años es probablemente el que más discusión genera. El bono de EE UU a este plazo da una rentabilidad del 0,85% en el momento actual, prácticamente la misma que hace seis meses debido a que el mercado aún no ha incorporado la expectativa de un repunte de tipos gracias a los mensajes de los bancos centrales. Las subidas de tipos de interíés provocan caí­das en los precios de los bonos y muchos expertos con dudas sobre la recuperación económica prefieren evitar los tramos demás larga duración donde el mercado ya ha incorporado expectativas de inflación en los últimos meses. En el momento actual la curva de tipos está muy positiva. En concreto, la diferencia entre el rendimiento a dos y a 10 años está en máximos en EE UU. En otras palabras, el bono a dos años en EE UU renta el 0,82% mientras que el 10 años está en el 3,5%. Los expertos que temen que los tipos a largo sigan repuntando prefieren evitar este tramo, hasta que se confirme el alza de tipos.

"El escenario actual es de crecimiento aníémico y eso no genera inflación. El mecanismo de transmisión básica no funciona. Los príéstamos bancarios no llegan a la economí­a real en España, Europa y EE UU por lo que no hay demanda. La inflación tardará.Hasta 2010 los tipos van a estar estables. Jugarí­amos en el tramo de dos o tres años porque vemos menos riesgo que en los plazos largos", explica Josíé Carmona, de Inverseguros. "Los bonos de duraciones cortas ofrecen algo de protección contra un repunte de las rentabilidades aunque todaví­a tienen riesgo de ofrecer rendimientos negativos", resume Luke Hickmore, director de inversión, economí­a y bonos internacionales de SWIP. Muchos otros expertos, no obstante, utilizando argumentos similares siguen viendo valor en los plazos de más larga duración puesto que apuestan por un escenario de tipos muy bajos y crecimiento prácticamente nulo durante un tiempo considerable. "Aconsejarí­a deuda a largo plazo. La inflación no la veo por ningún lado y las subidas de tipos tampoco. En caso de que se produzcan sufrirán más los tramos cortos y confirmarí­a lo que el largo plazo ya descuenta", explica Alfonso de Urtubay, director de renta fija del área euro.

Cada firma de análisis maneja una opinión y la división del mercado es un reflejo de las incertidumbres que genera el panorama económico. "Las subidas de tipos de interíés aún no se han materializado. En el último trimestre la rentabilidad de los bonos gubernamentales ha caí­do ligeramente (los precios han subido) debido a las compras de bancos comerciales. En el entorno actual hay riesgo de que suban más las rentabilidades y lo verí­amos como una oportunidad de inversión.", explica Rose Ouahba, gestora de renta fija de Carmignac.

Las emisiones masivas de dinero de los Estados para financiar la crisis es otro motivo de cautela con la deuda. "Pensamos que la deuda gubernamental está cara debido a los paquetes de estí­mulo aprobados por todo el globo", añade Hickmore. Otros, no obstante, recuerdan que el precio de la deuda pública ha ido a la baja en lo que va de año, por lo que descartan cualquier tipo de burbuja.

La división entre los expertos es clara y aquíéllos que vaticinan un 2010 muy volátil no descartan que la deuda estatal de largo plazo se convierta en refugio de los inversores. Una apuesta que favorecerí­a especialmente a este tipo de activo si las subidas de tipos de interíés finalmente se retrasan más allá de la segunda mitad del próximo ejercicio.

Los bancos centrales se enfrentan a un reto enorme. Deben gestionar las expectativas de inflación para evitar burbujas pero sin truncar la incipiente recuperación económica. Y precisamente posibles errores en ese tipo de gestión son otros factores que muchos analistas tambiíén tienen en cuenta. "El mercado descuenta dos subidas de tipos de interíés en Europa el próximo ejercicio, dos en EstadosUnidos, cinco en Australia y ninguna en el Reino Unido. Creemos que la presión de los mercados y la subida de precios de los activos forzarán a los bancos centrales a subir los tipos de interíés en el segundo trimestre, antes de lo que espera el consenso. Una subida de tipos prematura será un error y resultará en una contracción acelerada a nivel global que provocará una caí­da del crecimiento a finales de 2010. Vamos a ver más volatilidad el próximo ejercicio y los bonos del gobierno se comportarán bien", asegura Stuart Thomson, economista jefe de Ignis Asset Management.

A la hora de dar ideas de inversión más allá de la deuda de los gobiernos, aquellos que apuestan por una recuperación económica lenta en los paí­ses desarrollados todaví­a encuentran valor en la renta fija empresarial. Consideran que, a pesar del importante recorrido al alza, continuará beneficiándose del repunte de actividad. Eso sí­, lamayorí­a advierte que las ganancias obtenidas este año serán difí­ciles de igualar puesto que las oportunidades que generaron las enormes distorsiones de precios generadas tras la quiebra de Lehman son cosa del pasado. "El dinero fácil se ha acabado. Los diferenciales han regresado a los niveles previos a la quiebra de Lehman Brothers", comenta Juan Ramón Caridad, de Atlas Capital. Y es que, por poner un ejemplo, el diferencial al que cotizaban emisiones de bonos con calificación BBB ha pasado del entorno de 800 puntos básicos a los 225, lo que reduce significativamente el potencial de ganancia a partir de ahora. "Los valoraciones aún están en precio y en un entorno de recuperación aún hay recorrido para los spreads de los bonos empresariales", comenta Stefan Isaacs, gestor de renta de M&G.

La deuda emergente es otra de las opciones más repetidas entre los expertos. "Paí­ses como Brasil, con cuentas públicas saneadas y que no han tenido que emitir deuda de forma masiva, tienen deuda pública atractiva", explica Beatriz Tejero, analista del grupo Banco Sabadell. "Si las cosas se complican los gobiernos del G-20 tendrán un nivel de endeudamiento medio del 150% del PIB mientras que las economí­as emergentes apenas superarán el 40%. Los diferenciales de críédito tendrán que recoger esta realidad", añade Caridad. "La renta fija emergente es la única categorí­a que aconsejarí­amos. Los niveles de spread en este segmento aún no han corregido y es una manera menos volátil que la Bolsa de ganar exposición a estos mercados", comenta Marian Fernández, directora de estrategia de Inversis Banco. Eso sí­, tambiíén hay muchos expertos que desaconsejan esta opción. "La deuda de paí­ses emergentes es muy volátil y en tíérminos de valoración la veo cara", añade Alfonso de Urtubay.

Las opciones escasean pero mientras los precios sigan sin dar sustos rentabilidades bajas de la renta fija quizá no sean tan mala opción para algunos.

CINCO DíAS DE INVERSIí“N
La seguridad de la deuda gubernamental

La renta fija ofrece ventajas a largo plazo como una menor volatilidad, un flujo de ingresos recurrentes y diversificación en una cartera. Estos activos generalmente suelen tener un buen comportamiento cuando el crecimiento es díébil, hay deflación o los inversores buscan un lugar donde resguardar sus inversiones en tiempos de máxima tensión en los mercados. Aquellos que apuesten por una situación de deflación tienen una opción en los bonos a 10 años. El bono alemán, por ejemplo, ofrece un rendimiento del 3,36% en el momento actual. "Paga un 3,36% pero es un tipo real del 5,5% teniendo en cuenta la inflación", explica Alfonso de Urtubay, de Barclays Wealth.

Renta fija empresarial selecta

La deuda empresarial se ha convertido en el activo estrella de este ejercicio. Los atractivos rendimientos que ofrecí­a a principios de año y el elevado diferencial respecto a la deuda empresarial disparó la demanda. En los últimos meses los spreads se han estrechado considerablemente. Muchos analistas ya no ven valor en este activo aunque otros consideran que aún se pueden encontrar oportunidades si se seleccionan empresas de calidad. Los bonos de alto rendimiento suscitan todaví­a más cautela puesto que si los bonos con calificación de grado de inversión han repuntado alrededor del 15% este año aquellos de alto rendimiento han remontado el 75%.

Exposición a deuda de paí­ses emergentes

Los inversores dispuestos a asumir algo más de riesgo tienen una opción en la renta fija de paí­ses emergentes. Atlas Capital, por ejemplo, muestra preferencia por los paí­ses con tipos de interíés reales positivos, con influencia en la calidad de vida de los paí­ses desarrollados y exportadores de materias primas. Sus principales riesgos son la escasa liquidez y la volatilidad, un motivo que lleva a muchos expertos a desaconsejar esta alternativa. Otros, sin embargo, consideran que es una forma de apostar por el reequilibrio de poderes que se avecina a nivel económico mundial pero con menos riesgo que invirtiendo directamente renta variable.

Flotantes para ganar con los tipos de interíés

Los bonos flotantes empiezan a ganar adeptos. Son bonos que están ligados al tipo de interíés a corto plazo por lo que se comportan bien en movimientos al alza de tipos siempre que no sean muy bruscos. Pagan el eurí­bor o lí­bor a un plazo corto, digamos tres meses, más un diferencial. Por tanto permite al inversor estar protegido frente a las subidas de tipos de interíés, al tiempo que asume tambiíén riesgo crediticio. Si los spreads se estrechan o los tipos suben el inversor gana. El problema que tienen es que se trata de un producto poco lí­quido y son interesantes si el mercado de críédito sigue normalizándose por lo que ante cualquier susto resultarí­a aconsejable vender.

Bonos para apostar por la inflación

Los bonos ligados a la inflación son otra recomendación que empieza a escucharse en algunas casas de análisis. El inversor que apueste por estos activos recibe un cupón fijo y además lo que haga la inflación durante la vida del bono. Si un bono a 10 años del Estado renta el 4% el bono ligado a la inflación pagará menos, digamos un 2%, y el inversor ganará si la inflación resulta superior a ese 2%. Algunos fondos de la industria permiten invertir en estos activos y algunos de los más sofisticados tambiíén cubren el riesgo de tipo de interíés puesto que en un entorno de subidas del precio del dinero el tipo de interíés real que recibe un inversor puede mermarse significativamente