Al final, la venta de HanseNet a Telefónica ha llegado a buen puerto con un solo voto contrario en el Consejo de Administración de Telecom Italia del pasado jueves. Pero, ¿para el operador de banda ancha de Hamburgo no son pocos 900 millones de euros, un valor de la compañía que alcanza tan sólo 3,5 veces el beneficio bruto de explotación (ebitda) y que, además, implica una minusvalía
Franco Bernabíé, consejero delegado de Telecom Italia, niega que la operación haya sido una mala venta. "Hemos logrado valoraciones mejores que las últimas transacciones del sector", explica. "Esto nos da una idea sobre la fuerte necesidad de inversiones: necesitaríamos entre 300 y 400 millones sólo para mantener nuestra posición actual. Son recursos que queremos utilizar para Italia y Brasil. En Alemania íéramos demasiado pequeños, no tenía sentido quedarnos".
Tambiíén han salido de Francia. ¿Es el adiós a Europa?
Invertir en la banda ancha en dos países con mercados maduros como Francia y Alemania no es una estrategia de crecimiento internacional. La compra de HanseNet y la de AOL Deutschland se hicieron bajo unas condiciones del mercado completamente distintas. La desinversión en Francia ha sido una acción tomada fuera de tiempo.
¿Es verdad que hubiera dimitido si no hubiera logrado vender HanseNet?
No he pensado en ningún momento en la dimisión. Es una cuestión de seriedad hacia el mercado. Me he comprometido con un plan y quiero mantener ese compromiso. Es destacable que el mercado ha apreciado que hemos respetado las promesas y mejorado los márgenes de rentabilidad.
Pero Luigi Zingales, consejero por parte de los fondos de inversión, ha votado en contra.
Ha votado en contra porque consideró que no estaba suficientemente informado y no porque fuera contrario al valor de la operación, o porque no se hubiera seguido un procedimiento correcto. Tengamos en cuenta el hecho de que la negociación con Telefónica se ha reanudado sólo en las últimas semanas y se ha cerrado justo a tiempo para que se tratara en el consejo de administración.
Según la información publicada, ¿no negociaron tambiíén con otros operadores?
Telefónica ha ofrecido un 50 por ciento más que Vodafone y para nosotros era importante salir de HanseNet.
¿En el contrato hay cláusulas de rectificación en el valor?
Marginales. No hay riesgo para nosotros porque entregaremos la compañía en el estado que hemos prometido.
Ceder activos no es una estrategia de crecimiento.
El problema no es crecer, sino poner a Telecom Italia en las condiciones de poder hacer frente a un cambio radical y volver a ser líder. El problema no es realizar una lluvia de inversiones en el exterior, sino competir sobre nuevos servicios y nuevas funciones. Los operadores principales pueden sufrir el ataque no sólo de los competidores alternativos y tradicionales, sino tambiíén de nuevos y agresivos jugadores como Google y Apple. Internet ha cambiado el mundo, no debemos seguir los sueños de gloria de los 90. La caída del Muro de Berlín ha abierto una íépoca de privatizaciones que ya ha concluido.
Pero ¿cómo ve el futuro de Telecom, en solitario o con Telefónica?
Telefónica es nuestro accionista, tenemos un plan de sinergias que estamos persiguiendo en los mercados maduros, porque en Latinoamíérica estamos en una clara competición. Pero creo que hay más espacios de colaboración frente a un cuadro de caída de los ingresos, donde la necesidad de reducir costes es máxima.
¿Prevíén suspender la emisión de deuda prevista?
La hemos postergado porque ahora, tras haber ingresado 900 millones de euros (provenientes de la venta de HanseNet a Telefónica) tendremos hasta demasiada liquidez, teniendo en cuenta que seguimos una política de inversiones muy prudente.