La de ayer en Wall Street fue una de esas jornadas que los medios gustan de llamar "de transición" simplemente porque los índices apenas se movieron. Algunos incluso adoptaron un tono negativo al constatar la incapacidad de los índices para mantener la subida de los últimos días. Pero el inversor avezado sabe que lo ocurrido anoche sí tiene significado, pero justo el contrario del que le dan los pesimistas.
Despuíés de desbaratar la eníésima teórica ruptura bajista sin apenas corrección, de remontar de forma espectacular y de marcar nuevos máximos del año, lo normal habría sido ver cierto recorte. El hecho de que íéste no llegara es una nueva señal de fortaleza: ya se sabe, corregir subiendo es un signo alcista.
De hecho, el Dow Jones logró un avance del 0,2%, su quinta subida consecutiva, y marcó nuevo máximo de los últimos 13 meses. El S&P 500 prácticamente repitió y el Nasdaq cedió el 0,14%. Así que hoy deberían volver las alzas a ambos lados del Atlántico si ninguna noticia lo impide.
Y, a priori, no hay muchas noticias en la agenda capaces de impedirlo: tan sólo los resultados de Applied Materials, que tampoco es que se diga un 'market mover'. Además, es el 'Día de los Veteranos', y aunque esta vez Wall Street no cerrará por festivo, sí lo harán los bancos y algunos otros mercados. No hay ningún dato económico previsto.
Ayer conocimos una subida del precio medio de la vivienda en EEUU, que Sprint Nextel va a acometer una reducción de empleo y que la Comisión Europea ha puesto pegas a la compra de Sun por parte de Oracle, lo que amenaza la operación.
El dólar recuperó desde los mínimos de 15 meses alcanzados el lunes hasta 1,4991 por euro, lo que permitió una leve corrección del crudo hasta 79,05 dólares. El que no afloja es el oro, que marcó un nuevo ríécord en 1.106 dólares. Los bonos se mantuvieron estables tras una colocación ríécord de 10.000 millones de dólares en bonos a 10 años que logró una fuerte demanda.